Eclesiastés 10 - Reina Valera 2000Excelencia de la sabiduría1. Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al ungüento del perfumador; así una pequeña locura, al [que es] estimado por sabiduría y honra. 2. El corazón del sabio [está] a su mano derecha; mas el corazón del loco a su mano izquierda. 3. Y aun mientras va el loco por el camino, le falta cordura; y dice a todos, [que] es loco. 4. Si el espíritu del señor se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará reposar grandes pecados. 5. Hay [otro] mal [que] debajo del sol he visto; como salido de delante del gobernador por yerro: 6. La locura está colocada en grandes alturas, y los ricos están sentados en lugar bajo. 7. Vi siervos en caballos, y príncipes que andaban como siervos sobre [la] tierra. 8. El que hiciere el hoyo caerá en él; y al que aportillare el vallado, le morderá la serpiente. 9. El que mudare las piedras, tribulación tendrá en ellas; el que cortare la leña, en ella peligrará. 10. Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, [hay que] añadir [entonces] más fuerza; pero excede la bondad de la sabiduría. 11. Si mordiere la serpiente no encantada; no es más el lenguaraz. 12. Las palabras de la boca del sabio [son] gracia; mas los labios del loco lo echan a perder. 13. El comienzo de las palabras de su boca [es] locura; y el fin de su charla nocivo desvarío. 14. El loco multiplica palabras, [y dice]: no sabe [el] hombre lo que será; ¿y quién le hará saber lo que después de él será? 15. El trabajo de los locos los fatiga; porque no saben por dónde ir a la ciudad. 16. ¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey [es] niño, y tus príncipes banquetean de mañana! 17. ¡Bienaventurada, tú, tierra, cuando tu rey [es] hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora, para [reponer] sus fuerzas, y no por el beber! 18. Por la pereza se cae la techumbre, y por flojedad de [las] manos se llueve la casa. 19. Por el placer se hace el convite, y el vino alegra los vivos; y el dinero responde a todo. 20. Ni aun en tu pensamiento maldigas al rey, ni en los secretos de tu cámara maldigas al rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra. |