Job 9 - Reina Valera 2000Incapacidad de Job para responder a Dios1. Y respondió Job, y dijo: 2. Ciertamente yo conozco que es así; ¿y cómo se justificará el hombre con Dios? 3. Si quisiere contender con él, no le podrá responder a una [cosa] de mil. 4. El es sabio de corazón, y fuerte en fuerza, ¿quién se endureció contra él, y quedó en paz? 5. Que arranca los montes con su furor, y no conocen quién los trastornó; 6. que remueve la tierra de su lugar, y hace temblar sus columnas; 7. que manda al sol, y no sale; y sella las estrellas. 8. El solo extiende los cielos, y anda sobre las alturas del mar. 9. El que hizo la Osa, y el Orión, y las Pléyades, y los lugares secretos del mediodía; 10. el que hace cosas grandes e incomprensibles, y maravillosas, sin número. 11. He aquí que él pasará delante de mí, y yo no lo veré; y pasará, y no lo entenderé. 12. He aquí, arrebatará; ¿quién le hará restituir? ¿Quién le dirá: Qué haces? 13. Dios no tornará atrás su ira, y debajo de él se encorvan los que ayudan a la soberbia. 14. ¿Cuánto menos le responderé yo, y eligiré mis palabras con él? 15. Que aunque yo sea justo, no responderé; [antes] habré de rogar a mi juez. 16. Que si yo le invocase, y él me respondiese, aún no creeré que haya escuchado mi voz. 17. Porque me ha quebrado con tempestad, y ha aumentado mis heridas sin causa. 18. [Que aún] no me ha concedido que tome mi aliento; mas me ha llenado de amarguras. 19. Si [habláramos] de [su] potencia, fuerte por cierto es; si de [su] juicio, ¿quién me emplazará? 20. Si yo me justificare, me condenará mi boca; [si me predicare] perfecto, él me hará inicuo. 21. [Si yo me predicare] imperfecto, no conozco mi alma; condenaré mi vida. 22. Una cosa resta [es a saber] que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume. 23. Si [es] azote, mate de presto, y no se ría de la prueba de los inocentes. 24. La tierra es entregada en manos de los impíos, y él cubre el rostro de sus jueces. Si no [es él el que lo hace], ¿quién es? ¿Dónde está? 25. Mis días han sido más ligeros que un correo; huyeron, y nunca vieron bien. 26. Pasaron con los navíos de Ebeh; o como el águila que se arroja a la presa. 27. Si digo: Quiero olvidar mi queja, dejaré mi aburrimiento, y me esforzaré. 28. Temo todos mis trabajos; sé que no me perdonarás. 29. [Si] yo soy impío, ¿para qué trabajaré en vano? 30. Aunque me lave con aguas de nieve, y aunque limpie mis manos con la [misma] limpieza, 31. aún me hundirás en el hoyo; y mis propios vestidos me abominarán. 32. Porque no [es] hombre como yo, para que yo le responda, y vengamos juntamente a juicio. 33. No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre nosotros ambos. 34. Quite de sobre mí su verdugo, y su terror no me perturbe. 35. Y hablaré, y no le temeré; porque en este estado no estoy en mí. |