Salmos 139 - Reina Valera 2000Omnipresencia y omnisciencia de Dios Al músico principal. Salmo de David.1. Al Vencedor: de David: Salmo. SEÑOR, [tú] me has examinado y conocido. 2. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos. 3. Mi andar y mi reposo has ceñido, y todos mis caminos has aparejado. 4. Pues aun no [está] la palabra en mi lengua, [y] he aquí, oh SEÑOR, tú la supiste toda. 5. Rostro y envés [tú] me formaste, y sobre mí pusiste tu mano. 6. Más maravillosa es [su] ciencia que mi capacidad; alta es, no puedo comprenderla. 7. ¿Adónde [me] iré de tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia? 8. Si subiere a los cielos, allí [estás] tú; y si hiciere mi estrado en el infierno, hete allí. 9. Si tomare las alas del alba, y habitare en el extremo del mar, 10. aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. 11. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá por causa de mí. 12. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; las tinieblas [son] como la luz. 13. Porque tú poseíste mis riñones; me cubriste en el vientre de mi madre. 14. Te alabaré; porque me formaste [de una manera] formidable y maravillosa; y [ésto] mi alma conoce en gran manera. 15. No fue encubierto mi cuerpo de ti, aunque [yo] fui hecho en secreto, y entretejido en lo profundo de la tierra. 16. Tus ojos vieron mi cuerpo aun imperfecto, y en tu libro todos [mis miembros] estaban escritos; que fueron luego formados, sin [faltar] uno de ellos. 17. Así que ¡cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán multiplicadas son sus cuentas! 18. Si los cuento, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo. 19. De cierto, oh Dios, matarás al impío; apartaos, pues, de mí, los varones sanguinarios, 20. que te dicen blasfemias; se ensoberbecen en vano tus enemigos. 21. ¿No tuve en odio, oh SEÑOR, a los que te aborrecen, y peleo contra tus enemigos? 22. De entero odio los aborrecí; los tuve por enemigos. 23. Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; 24. y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno. |