Deuteronomio 29 - Reina Valera 2004Pacto de Jehová con Israel en Moab1. ESTAS son las palabras del pacto que Jehová mandó a Moisés que concertara con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que concertó con ellos en Horeb. 2. Moisés, pues, llamó a todo Israel, y les dijo: Vosotros habéis visto todo lo que Jehová ha hecho delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto a Faraón y a todos sus siervos, y a toda su tierra: 3. Las pruebas grandes que vieron tus ojos, las señales, y las grandes maravillas. 4. Y Jehová no os dio corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír, hasta el día de hoy. 5. Y yo os he traído cuarenta años por el desierto; vuestra vestidura no se ha envejecido sobre vosotros, ni vuestro zapato se ha envejecido sobre vuestro pie. 6. No habéis comido pan, ni bebisteis vino ni sidra: para que supieseis que yo soy Jehová vuestro Dios. 7. Y llegasteis a este lugar, y salió Sehón rey de Hesbón, y Og rey de Basán, delante de nosotros para pelear, y los herimos; 8. Y tomamos su tierra, y la dimos por heredad a Rubén y a Gad, y a la media tribu de Manasés. 9. Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis. 10. Vosotros todos estáis hoy delante de Jehová vuestro Dios; vuestros príncipes de vuestras tribus, vuestros ancianos, y vuestros oficiales, todos los varones de Israel, 11. Vuestros niños, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campo, desde el que corta tu leña hasta el que saca tus aguas: 12. Para que entres en el pacto de Jehová tu Dios, y en su juramento, que Jehová tu Dios acuerda hoy contigo: 13. Para confirmarte hoy por su pueblo, y que él te sea a ti por Dios, de la manera que él te ha dicho, y como él juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob. 14. Y no con vosotros solos acuerdo yo este pacto y este juramento, 15. Sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante de Jehová nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros. 16. Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por medio de las naciones que habéis pasado; 17. Y habéis visto sus abominaciones y sus ídolos, madera y piedra, plata y oro, que tienen consigo. 18. Quizá habrá entre vosotros varón, o mujer, o familia, o tribu, cuyo corazón se vuelva hoy de con Jehová nuestro Dios, por andar a servir a los dioses de aquellas naciones; quizá habrá en vosotros raíz que eche veneno y ajenjo; 19. Y sea que, cuando el tal oyere las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande según el pensamiento de mi corazón, para añadir la embriaguez a la sed: 20. Jehová no querrá perdonarle; antes humeará luego el furor de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová raerá su nombre de debajo del cielo: 21. Y lo apartará Jehová de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la ley. 22. Y dirá la generación venidera, vuestros hijos que vendrán después de vosotros, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de esta tierra, y sus enfermedades de que Jehová la hizo enfermar, 23. (Azufre y sal, abrasada toda su tierra: no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba ninguna, como en la subversión de Sodoma y de Gomorra, de Adma y de Seboim, que Jehová subvirtió en su furor y en su ira:) 24. Dirán, pues, todas las naciones: ¿Por qué hizo Jehová esto a esta tierra? ¿Qué ira es ésta de tan gran furor? 25. Y responderán. Por cuanto dejaron el pacto de Jehová el Dios de sus padres, que él concertó con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto, 26. Y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos, dioses que no conocían, y que ninguna cosa les habían dado: 27. Se encendió por tanto, el furor de Jehová contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro; 28. Y Jehová los desarraigó de su tierra con enojo, y con saña, y con furor grande, y los echó a otra tierra, como hoy. 29. Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios: mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos por siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley. |