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sábado, agosto 17, 2024
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    Ezequiel 11 - Reina Valera 2004

    Reprensión de los príncipes malvados

    1. Y EL Espíritu me elevó, y me metió por la puerta oriental de la casa de Jehová, la cual mira hacia el oriente: y he aquí a la entrada de la puerta veinticinco varones, entre los cuales vi a Jaazanías hijo de Azur, y a Pelatías hijo de Benaías, príncipes del pueblo.

    2. Y me dijo: Hijo de hombre, estos son los hombres que maquinan perversidad, y dan mal consejo en esta ciudad.

    3. Los cuales dicen: No será tan pronto; edifiquemos casas; ésta será la caldera, y nosotros la carne.

    4. Por tanto profetiza contra ellos, profetiza, hijo de hombre.

    5. Y el Espíritu de Jehová descendió sobre mí, y me dijo: Di: Así ha dicho Jehová: Así habéis hablado, oh casa de Israel, y las cosas que suben a vuestro espíritu, yo las he entendido.

    6. Habéis multiplicado vuestros muertos en esta ciudad, y habéis llenado de muertos sus calles.

    7. Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Vuestros muertos que habéis puesto en medio de ella, ellos son la carne, y ella es la caldera; mas yo os sacaré a vosotros de en medio de ella.

    8. Espada habéis temido, y espada traeré sobre vosotros, dice el Señor Jehová.

    9. Y os sacaré de en medio de ella, y os entregaré en manos de extraños, y yo haré juicios en vosotros.

    10. A espada caeréis; en el término de Israel os juzgaré, y sabréis que yo soy Jehová.

    11. Esta no os será por caldera, ni vosotros seréis en medio de ella la carne; en el término de Israel os habré de juzgar.

    12. Y sabréis que yo soy Jehová: porque no habéis andado en mis ordenanzas, ni habéis hecho mis juicios, sino según los juicios de las gentes que están en vuestros alrededores habéis hecho.

    13. Y aconteció que mientras yo profetizaba, Pelatías hijo de Benaías murió. Entonces caí sobre mi rostro, y clamé con grande voz, y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Habrás de exterminar al remanente de Israel?

    Promesa de restauración y renovación

    14. Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

    15. Hijo de hombre, tus hermanos, tus hermanos, los hombres de tu parentesco y toda la casa de Israel, toda ella son aquellos a quienes dijeron los moradores de Jerusalem: Alejaos de Jehová; a nosotros es dada la tierra en posesión.

    16. Por tanto di: Así ha dicho el Señor Jehová: Aunque los he echado lejos entre las naciones, y los he esparcido por las tierras, con todo eso les seré por un pequeño santuario en las tierras a donde llegaren.

    17. Di por tanto: Así ha dicho el Señor Jehová: Yo os recogeré de los pueblos, y os congregaré de las tierras en las cuales estáis esparcidos, y os daré la tierra de Israel.

    18. Y vendrán allá, y quitarán de ella todas las cosas detestables, y todas sus abominaciones.

    19. Y les daré un corazón; y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos, y quitaré de su carne el corazón de piedra, y les daré un corazón de carne;

    20. para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis juicios y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.

    21. Mas a aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus cosas detestables y de sus abominaciones, yo haré que recaiga su camino sobre sus cabezas, dice el Señor Jehová.

    22. Después alzaron los querubines sus alas, y las ruedas en pos de ellos; y la gloria del Dios de Israel estaba encima sobre ellos.

    23. Y la gloria de Jehová se fue de en medio de la ciudad, y se paró sobre el monte que está al oriente de la ciudad.

    24. Luego me levantó el Espíritu, y me volvió a llevar en visión del Espíritu de Dios a la tierra de los caldeos, a los cautivos. Y se fue de mí la visión que había visto.

    25. Y hablé a los cautivos todas las cosas que Jehová me había mostrado.