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    Ezequiel 16 - Reina Valera 2004

    Infidelidad de Jerusalén

    1. Y VINO a mí palabra de Jehová, diciendo:

    2. Hijo de hombre, haz conocer a Jerusalem sus abominaciones,

    3. Y di: Así ha dicho el Señor Jehová sobre Jerusalem: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue amorreo, y tu madre hetea.

    4. Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para atemperarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas.

    5. No hubo ojo que se compadeciese de ti, para hacerte algo de esto, teniendo de ti misericordia; sino que fuiste echada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste.

    6. Y yo pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres. Y estando tú en tus sangres, te dije: Vive; vive, te dije, en tus sangres.

    7. En millares como la hierba del campo te puse, y fuiste aumentada y engrandecida, y viniste a ser adornada grandemente; los pechos te crecieron, y tu pelo brotó; mas tú estabas desnuda y descubierta.

    8. Y pasé yo junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te hice juramento, y entré en pacto contigo, dice el Señor Jehová, y fuiste mía:

    9. Y te lavé con agua, y lavé tus sangres de encima de ti, y te ungí con aceite;

    10. Y te vestí de bordado, y te calcé de tejón, y te ceñí de lino, y te vestí de seda.

    11. Y te atavíe con ornamentos, y puse brazaletes en tus brazos, y collar a tu cuello.

    12. Y puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y diadema de hermosura en tu cabeza.

    13. Y fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido fue lino, y seda, y bordado; comiste flor de harina de trigo, y miel, y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, y has prosperado hasta reinar.

    14. Y salió tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice el Señor Jehová.

    15. Pero confiaste en tu hermosura, y fornicaste a causa de tu renombre, y derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras.

    16. Y tomaste de tus vestidos, y te hiciste diversos lugares altos, y fornicaste en ellos; cosa semejante no había sucedido, ni sucederá más.

    17. Tomaste asimismo los vasos de tu hermosura de mi oro y de mi plata, que yo te había dado, y te hiciste imágenes de hombre, y fornicaste con ellas.

    18. Y tomaste tus vestidos de diversos colores, y las cubriste; y mi aceite y mi incienso pusiste delante de ellas.

    19. Mi pan también, que yo te había dado, la flor de la harina, y el aceite, y la miel, con que yo te mantuve, pusiste delante de ellas para perfume grato; y fue así, dice el Señor Jehová.

    20. Además de esto, tomaste tus hijos y tus hijas que me habías engendrado, y los sacrificaste a ellas para consumación. ¿Son poca cosa tus fornicaciones?

    21. Y sacrificaste mis hijos, y los diste a ellas para que los hiciesen pasar por el fuego.

    22. Y con todas tus abominaciones y tus fornicaciones no te has acordado de los días de tu juventud, cuando estabas desnuda y descubierta, cuando estabas envuelta en tu sangre.

    23. Y sucedió que después de toda tu maldad (¡ay, ay de ti! dice el Señor Jehová),

    24. te edificaste lugares altos, y te hiciste altar en todas las plazas:

    25. En toda cabeza de camino edificaste tu altar, e hiciste abominable tu hermosura, y abriste tus piernas a cuantos pasaban, y multiplicaste tus fornicaciones.

    26. Y fornicaste con los hijos de Egipto, tus vecinos, de grandes carnes; y aumentaste tus fornicaciones para enojarme.

    27. Por tanto, he aquí que yo extendí sobre ti mi mano, y disminuí tu provisión ordinaria, y te entregué a la voluntad de las hijas de los filisteos que te aborrecen, las cuales se avergüenzan de tu camino deshonesto.

    28. Fornicaste también con los hijos de Asiria porque no estabas satisfecha; y fornicaste con ellos y tampoco te saciaste.

    29. Multiplicaste asimismo tu fornicación en la tierra de Canaán y de los caldeos; y tampoco con ello quedaste satisfecha.

    30. ¡Cuán inconstante es tu corazón, dice el Señor Jehová, habiendo hecho todas estas cosas, obras de una insaciable ramera,

    31. edificando tus altares en cabeza de todo camino, y haciendo tus altares en todas las plazas! Y no fuiste semejante a ramera, en que menospreciaste la paga,

    32. sino como mujer adúltera, por cuanto que en lugar de su marido recibe a ajenos.

    33. A todas las rameras les dan dones; mas tú diste dones a todos tus amantes; y les diste regalos, para que entrasen a ti de todas partes por tus fornicaciones.

    34. Y ha sido en ti lo contrario de las demás mujeres en tus fornicaciones, porque ninguno te solicitó para fornicar; y tú das la paga, y a ti no se te paga, tú has sido lo contrario.

    35. Por tanto, ramera, oye palabra de Jehová:

    36. Así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto ha sido descubierta tu desnudez en tus fornicaciones con tus enamorados, y con todos los ídolos de tus abominaciones, y en la sangre de tus hijos, los cuales les diste;

    37. Por tanto, he aquí que yo junto a todos tus enamorados con los cuales tomaste placer, y todos los que amaste, con todos los que aborreciste; y los reuniré contra ti alrededor, y les descubriré tu desnudez, para que vean toda tu desnudez.

    38. Y yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras, y de las que derraman sangre; y te daré en sangre de ira y de celo.

    39. Y te entregaré en mano de ellos: y destruirán tus lugares altos, y derribarán tus altares, y te harán desnudar de tus ropas, y se llevarán los vasos de tu gloria, y te dejarán desnuda y descubierta.

    40. Y harán subir contra ti una multitud, y te apedrearán, y te atravesarán con sus espadas.

    41. Y quemarán tus casas a fuego, y harán en ti juicios a ojos de muchas mujeres; y haré que dejes de ser ramera, y ya no volverás a dar paga.

    42. Y daré descanso a mi ira sobre ti, y se apartará de ti mi celo, y reposaré, y ya no me enojaré más.

    43. Por cuanto no te acordaste de los días de tu juventud, y me provocaste a ira en todo esto, por eso, he aquí yo también haré recaer tu camino sobre tu cabeza, dice el Señor Jehová; pues ni aun has pensado sobre todas tus abominaciones.

    44. He aquí que todo proverbista hará de ti proverbio, diciendo: Como la madre, tal su hija.

    45. Hija de tu madre eres tú, que desechó a su marido y a sus hijos; y hermana de tus hermanas eres tú, que desecharon a sus maridos y a sus hijos: vuestra madre fue hetea, y vuestro padre amorreo.

    46. Y tu hermana mayor es Samaria con su hijas, la cual habita a tu mano izquierda; y tu hermana la menor que tú es Sodoma con sus hijas, la cual habita a tu mano derecha.

    47. Ni aun anduviste en sus caminos, ni hiciste según sus abominaciones; antes, como si esto fuera poco y muy poco, te corrompiste más que ellas en todos tus caminos.

    48. Vivo yo, dice el Señor Jehová, Sodoma tu hermana, con sus hijas, no ha hecho como hiciste tú y tus hijas.

    49. He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: Soberbia, abundancia de pan, y demasiada ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no corroboró la mano del pobre y del menesteroso.

    50. Y se enaltecieron, e hicieron abomina-ción delante de mí, y como lo vi las quité.

    51. Y Samaria no cometió ni la mitad de tus pecados; porque tú multiplicaste tus abominaciones más que ellas, y has justificado a tus hermanas con todas las abominaciones que hiciste.

    52. Tú también, que juzgaste a tus hermanas, lleva tu vergüenza en tus pecados que hiciste, más abominables que los de ellas; más justas son que tú: avergüénzate, pues, tú también, y lleva tu confusión, pues que has justificado a tus hermanas.

    53. Yo, pues, haré volver sus cautivos, los cautivos de Sodoma y de sus hijas, y los cautivos de Samaria y de sus hijas, y los cautivos de tus cautiverios entre ellas,

    54. para que tú lleves tu confusión, y te avergüences de todo lo que has hecho, siéndoles tú motivo de consuelo.

    55. Y tus hermanas, Sodoma con sus hijas y Samaria con sus hijas, volverán a su primer estado; tú también y tus hijas volveréis a vuestro primer estado.

    56. Sodoma, tu hermana, no fue nombrada en tu boca en el tiempo de tus soberbias,

    57. Antes que tu maldad se descubriese, como en el tiempo de la vergüenza de las hijas de Siria y de todas las hijas de los filisteos alrededor, que por todos lados te desprecian.

    58. Tú has llevado la infamia de tus abominaciones, dice Jehová.

    59. Porque así dice el Señor Jehová: ¿Haré yo contigo como tú hiciste, que menospreciaste el juramento para invalidar el pacto?

    60. Sin embargo yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu juventud, y te confirmaré un pacto eterno.

    61. Y te acordarás de tus caminos y te avergonzarás, cuando recibas a tus hermanas, las mayores que tú y las menores que tú, las cuales yo te daré por hijas, mas no por tu pacto.

    62. Y confirmaré mi pacto contigo, y sabrás que yo soy Jehová;

    63. Para que te acuerdes, y te avergüences, y nunca más abras la boca a causa de tu vergüenza, cuando yo hiciere expiación por todo lo que has hecho, dice el Señor Jehová.