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domingo, agosto 18, 2024
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    Ezequiel 21 - Reina Valera 2004

    La espada afilada de Jehová

    1. Y VINO a mí palabra de Jehová, diciendo:

    2. Hijo de hombre, pon tu rostro contra Jerusalem, y derrama palabra sobre los santuarios, y profetiza sobre la tierra de Israel;

    3. Y dirás a la tierra de Israel: Así ha dicho Jehová: He aquí, que yo contra ti, y sacaré mi espada de su vaina, y talaré de ti al justo y al impío.

    4. Y por cuanto he de talar de ti al justo y al impío, por tanto, mi espada saldrá de su vaina contra toda carne, desde el sur hasta el norte.

    5. Y sabrá toda carne que yo Jehová saqué mi espada de su vaina; no volverá más.

    6. Y tú, hijo de hombre, gime con quebrantamiento de lomos, y con amargura; gime delante de los ojos de ellos.

    7. Y será, que cuando te dijeren: ¿Por qué gimes tú? dirás: Por la noticia que viene; y todo corazón desfallecerá, y toda mano se debilitará, y se angustiará todo espíritu, y toda rodilla será débil como el agua; he aquí que viene, y se hará, dice el Señor Jehová.

    8. Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

    9. Hijo de hombre, profetiza, y di: Así ha dicho el Señor Jehová: Di: La espada, la espada está afilada, y pulida también.

    10. Para degollar víctimas está afilada, pulida está para que relumbre. ¿Hemos de alegrarnos? Al cetro de mi hijo ha menospreciado como a una vara cualquiera.

    11. Y la dio a pulir para tenerla a mano: la espada está afilada, y pulida está ella, para entregarla en mano del matador.

    12. Clama y aúlla, oh hijo de hombre; porque ésta será sobre mi pueblo, será ella sobre todos los príncipes de Israel. Temores de espada serán a mi pueblo: por tanto, hiere el muslo;

    13. porque está probado. ¿Y qué, si la espada desprecia aun el cetro? El no será más, dice el Señor Jehová.

    14. Tú, pues, hijo de hombre, profetiza y bate una mano con otra, y se duplicará la espada la tercera vez, la espada de muertos; ésta es la espada de la gran matanza que los traspasará,

    15. Para que el corazón desmaye, y los estragos se multipliquen; en todas las puertas de ellos he puesto espanto de espada. ¡Ah! dispuesta está para que relumbre, y preparada para degollar.

    16. Ponte a una parte, ya sea a la derecha, o a la izquierda, hacia donde tu rostro se determine.

    17. Y yo también batiré mi mano con mi mano, y haré reposar mi ira. Yo Jehová he hablado.

    18. Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

    19. Y tú, hijo de hombre, señálate dos caminos por donde venga la espada del rey de Babilonia; de una misma tierra salgan ambos; y elige un lugar; escógelo en el principio del camino que conduce la ciudad.

    20. El camino señalarás por donde venga la espada a Rabba de los hijos de Amón, y a Judá contra Jerusalem la fuerte.

    21. Porque el rey de Babilonia se paró en una encrucijada, al principio de dos caminos, para tomar adivinación; acicaló las saetas, consultó en ídolos, miró el hígado.

    22. La adivinación señaló a su mano derecha, sobre Jerusalem, para poner capitanes, para abrir la boca a la matanza, para levantar la voz en grito, para poner arietes contra las puertas, para levantar baluarte, y edificar fuerte.

    23. Y les será como adivinación mentirosa en sus ojos, por estar juramentados con juramento a ellos; pero él trae a la memoria la maldad de ellos, para prenderlos.

    24. Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto habéis hecho venir en memoria vuestras maldades, manifestando vuestras traiciones, y descubriendo vuestros pecados en todas vuestras obras; por cuanto habéis venido en memoria, seréis apresados por su mano.

    25. Y tú, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día vino en el tiempo de la consumación de la maldad;

    26. así ha dicho el Señor Jehová: Depón la tiara, quita la corona; ésta ya no será la misma; sea exaltado lo bajo, y lo alto sea humillado.

    27. La derribaré, derribaré, derribaré, y ya no será más, hasta que venga aquel cuyo es el derecho, y se la entregaré.

    Juicio contra los amonitas

    28. Y tú, hijo de hombre, profetiza, y di: Así ha dicho el Señor Jehová sobre los hijos de Amón, y su oprobio. Dirás pues: La espada, la espada está desenvainada para degollar, para consumir; pulida con resplandor.

    29. Te profetizan vanidad, y te adivinaran mentira, para entregarte con los cuellos de los malos sentencia-dos a muerte, cuyo día vino en tiempo de la consumación de la maldad.

    30. ¿La volveré a su vaina? En el lugar donde te criaste, en la tierra donde has vivido, te juzgaré.

    31. Y derramaré sobre ti mi ira; el fuego de mi enojo haré encender sobre ti, y te entregaré en mano de hombres temerarios, artífices de destrucción.

    32. Del fuego serás para ser consumido; tu sangre será en medio de la tierra; no habrá más memoria de ti; porque yo Jehová he hablado.