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    Ezequiel 27 - Reina Valera 2004

    1. Y VINO a mí palabra de Jehová, diciendo:

    2. Tú, hijo de hombre, levanta endechas sobre Tiro.

    3. Y dirás a Tiro: Oh tú que estás asentada a las entradas del mar, que eres mercader de los pueblos de muchas islas: Así ha dicho el Señor Jehová: Tiro, tú has dicho: Yo soy de perfecta hermosura.

    4. En el corazón de los mares están tus términos; los que te edificaron completaron tu belleza.

    5. De cipreses del monte Senir te fabricaron toda tu armazón; tomaron cedros del Líbano para hacerte el mástil.

    6. De encinas de Basán hicieron tus remos; compañía de asirios hicieron tus bancos de marfil de las islas de Quitim.

    7. De lino fino bordado de Egipto fue tu cortina, para que te sirviese de vela; de azul y púrpura de las islas de Elisa fue tu pabellón.

    8. Los moradores de Sidón y de Arvad fueron tus remeros; tus sabios, oh Tiro, estaban en ti; ellos fueron tus timoneles.

    9. Los ancianos de Gebal y sus sabios repararon tus junturas; todas las galeras del mar y los remeros de ellas estuvieron en ti para negociar contigo.

    10. Persas y los de Lud, y los de Fut, fueron en tu ejército tus hombres de guerra; escudos y yelmos colgaron en ti; ellos te dieron tu honra.

    11. Y los hijos de Arvad con tu ejército estuvieron sobre tus muros alrededor, y los gamadeos en tus torres: sus escudos colgaron sobre tus muros alrededor; ellos completaron tu hermosura.

    12. Tarsis tu mercader a causa de la multitud de todas riquezas; con plata, hierro, estaño y plomo, comerciaba en tus ferias.

    13. Grecia, Tubal, y Mesec, tus mercaderes, con hombres y con vasos de bronce, comerciaban en tus ferias.

    14. De la casa de Togarma, caballos y jinetes y mulos, comerciaban en tu mercado.

    15. Los hijos de Dedán eran tus negociantes; muchas islas tomaban mercadería de tu mano; colmillos de marfil y ébano te dieron en presente.

    16. Siria fue tu mercader por la multitud de tus labores: con perlas, y púrpura, y vestidos bordados, y linos finos, y corales, y rubíes, venía a tus ferias.

    17. Judá, y la tierra de Israel, eran tus mercaderes; con trigos de Minit, y panah, y miel, y aceite, y resina, comerciaban en tu mercado.

    18. Damasco, tu mercader por la multitud de tus labores, por la abundancia de todas riquezas, con vino de Helbón y lana blanca.

    19. Asimismo Dan y el errante Javán vinieron a tus ferias, para negociar en tu mercado con hierro labrado, mirra destilada, y caña aromática.

    20. Dedán fue tu mercader con paños preciosos para carros.

    21. Arabia y todos los príncipes de Cedar, mercaderes de tu mano en corderos, y carneros, y machos cabríos; en estas cosas fueron tus mercaderes.

    22. Los mercaderes de Seba y de Raama fueron tus mercaderes; con lo principal de toda especiería, y toda piedra preciosa, y oro, vinieron a tus ferias.

    23. Harán, y Cane, y Edén, los mercaderes de Seba, de Asiria, y Quilmad, contigo contrataban.

    24. Estos tus mercaderes negociaban contigo en varias cosas: en mantos de azul, y bordados, y en cajas de ropas preciosas, enlazadas con cordones, y en madera de cedro.

    25. Las naves de Tarsis, eran tus flotas que llevaban tus mercancías; y fuiste llena, y fuiste multiplicada en gran manera en medio de los mares.

    26. En muchas aguas te engolfaron tus remeros; viento solano te quebrantó en medio de los mares.

    27. Tus riquezas, tus mercaderías, tu negociación, tus remeros, tus timoneles, los calafateadores, los agentes de tus negocios y todos tus hombres de guerra que hay en ti, con toda tu compañía que en medio de ti se halla, caerán en medio de los mares el día de tu caída.

    28. Al estrépito de las voces de tus marineros temblarán las costas.

    29. Y descenderán de sus naves todos los que toman remo; remeros, y todos los timoneles del mar se pararán en tierra:

    30. Y harán oír su voz sobre ti, y gritarán amargamente, y echarán polvo sobre sus cabezas, y se revolcarán en la ceniza.

    31. Y se raparán la cabeza por causa de ti, y se ceñirán con cilicio, y llorarán por ti con amargura de corazón y amargo duelo.

    32. Y en sus endechas levantarán sobre ti lamentaciones, y endecharán sobre ti diciendo: ¿Quién como Tiro, como la ciudad destruida en medio del mar?

    33. Cuando tus mercaderías salían de las naves, saciabas a muchos pueblos: los reyes de la tierra enriqueciste con la multitud de tus riquezas y de tus contrataciones.

    34. En el tiempo que serás quebrantada de los mares en lo profundo de las aguas, tu comercio y toda tu compañía caerán en medio de ti.

    35. Todos los moradores de las islas se maravillarán sobre ti, y sus reyes temblarán de espanto; y demudarán sus rostros.

    36. Los mercaderes en los pueblos silbarán sobre ti; vendrás a ser espanto, y para siempre dejarás de ser.