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sábado, agosto 17, 2024
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    Ezequiel 33 - Reina Valera 2004

    El deber del atalaya

    1. Y VINO a mí palabra de Jehová, diciendo:

    2. Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tomare un hombre de sus términos, y lo pusiere por atalaya,

    3. y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare trompeta, y avisare al pueblo;

    4. cualquiera que oyere el sonido de la trompeta, y no se apercibiere, y viniendo la espada lo tomare, su sangre será sobre su cabeza.

    5. El sonido de la trompeta oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él; mas el que se apercibiere, librará su vida.

    6. Pero si el atalaya viere venir la espada, y no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, tomare de él alguno; por causa de su pecado fue tomado, mas demandaré su sangre de mano del atalaya.

    7. A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.

    8. Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, mas su sangre yo la demandaré de tu mano.

    9. Y si tú avisares al impío de su camino para que de él se aparte, y él no se apartare de su camino, él morirá por su pecado, y tú libraste tu vida.

    El camino de Dios es justo

    10. Tú, pues, hijo de hombre, di a la casa de Israel: Vosotros habéis hablado así, diciendo: Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre nosotros, y a causa de ellos somos consumidos: ¿cómo, pues, viviremos?

    11. Diles: Vivo yo, dice el Señor Jehová, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?

    12. Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de su impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día que pecare.

    13. Diciendo yo al justo: De cierto vivirá, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no vendrán en memoria, sino que morirá por su iniquidad que hizo.

    14. Y diciendo yo al impío: De cierto morirás; si él se volviere de su pecado, e hiciere juicio y justicia,

    15. Si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, caminare en las ordenanzas de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá.

    16. No se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido; hizo según el derecho y la justicia; vivirá ciertamente.

    17. Luego dirán los hijos de tu pueblo: No es recto el camino del Señor. ¡El camino de ellos es el que no es recto!

    18. Cuando el justo se apartare de su justicia, e hiciere iniquidad, morirá por ello.

    19. Y cuando el impío se apartare de su impiedad, e hiciere según el derecho y la justicia, vivirá por ello.

    20. Y dijisteis: No es recto el camino del Señor. Yo os juzgaré, oh casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos.

    Nuevas de la caída de Jerusalén

    21. Y aconteció en el año duodécimo de nuestro cautiverio, en el mes décimo, a los cinco del mes, que vino a mí un escapado de Jerusalem, diciendo: La ciudad ha sido herida.

    22. Y la mano de Jehová había sido sobre mí la tarde antes que viniese el que había escapado, y había abierto mi boca, hasta que vino a mí por la mañana; y abrió mi boca, y ya no más estuve callado.

    23. Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

    24. Hijo de hombre, los que habitan aquellos desiertos en la tierra de Israel, hablando dicen: Abraham era uno, y poseyó la tierra; pues nosotros somos muchos; a nosotros es dada la tierra en posesión.

    25. Por tanto, diles: Así dicho el Señor Jehová: ¿Con sangre comeréis, y a vuestros ídolos alzaréis vuestros ojos, y sangre derramaréis, y poseeréis vosotros la tierra?

    26. Estuvisteis sobre vuestras espadas, hicisteis abominación, y contaminasteis cada cual a la mujer de su prójimo: ¿y habréis de poseer la tierra?

    27. Les dirás así: Así ha dicho el Señor Jehová: Vivo yo, que los que están en aquellos asolamientos caerán a espada, y al que está sobre la faz del campo entregaré a las bestias que lo devoren; y los que están en las fortalezas y en las cuevas, de pestilencia morirán.

    28. Y pondré la tierra en desierto y en soledad, y cesará la soberbia de su fortaleza; y los montes de Israel serán asolados, que no habrá quien pase.

    29. Y sabrán que yo soy Jehová, cuando pusiere la tierra en soledad y desierto, por todas las abominaciones que han hecho.

    30. Y tú, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo se mofan de ti junto a las paredes y a las puertas de las casas, y habla el uno con el otro, cada uno con su hermano, diciendo: Venid ahora, y oíd qué palabra sale de Jehová.

    31. Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como mi pueblo, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; porque con su boca muestran mucho amor, pero su corazón va en pos de su avaricia.

    32. Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, agradable de voz y que toca bien un instrumento; y han oído tus palabras, mas no las pondrán por obra.

    33. Pero cuando ello viniere (he aquí, viene) sabrán que hubo profeta entre ellos.