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sábado, agosto 17, 2024
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    Hechos 14 - Reina Valera 2004

    Pablo y Bernabé en Iconio

    1. Y ACONTECIÓ en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud así de judíos, como de griegos.

    2. Pero los judíos que fueron incrédulos, incitaron y corrompieron los ánimos de los gentiles contra los hermanos.

    3. Con todo eso, ellos se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que señales y milagros fuesen hechos por las manos de ellos.

    4. Mas el vulgo de la ciudad estaba dividido; y unos estaban con los judíos, y otros con los apóstoles.

    5. Y cuando los judíos y los gentiles, juntamente con sus príncipes, se arrojaron para afrentarlos y apedrearlos,

    6. entendiéndolo ellos, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y por toda la tierra de alrededor.

    7. Y allí predicaban el evangelio.

    Pablo es apedreado en Listra

    8. Y en Listra se hallaba sentado cierto hombre, imposibilitado de sus pies, cojo desde el vientre de su madre, que jamás había andado.

    9. Este oyó hablar a Pablo; el cual fijó sus ojos en él, y como vio que tenía fe para ser sanado,

    10. dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo.

    11. Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzaron la voz, diciendo en lengua licaónica: Los dioses en semejanza de hombres han descendido a nosotros.

    12. Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra.

    13. Entonces el sacerdote de Júpiter, que estaba delante de la ciudad de ellos, trayendo toros y guirnaldas delante de las puertas, quería ofrecer sacrificio con el pueblo.

    14. Y como lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgando sus ropas, corrieron hacia la multitud, dando voces,

    15. Y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, y os predicamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, y el mar, y todo cuanto en ellos hay.

    16. El cual en las edades pasadas dejó a todas las gentes andar en sus propios caminos;

    17. si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.

    18. Y diciendo estas cosas, apenas hicieron desistir al pueblo, para que no les ofreciesen sacrificio.

    19. Entonces vinieron ciertos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.

    20. Mas rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad, y al siguiente día, partió con Bernabé para Derbe.

    21. Y habiendo predicado el evangelio a aquella ciudad, y después de enseñar a muchos, volvieron a Listra, y a Iconio, y a Antioquía,

    22. confirmando el alma de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe; y diciéndoles que es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios

    23. Y cuando les ordenaron ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en el cual habían creído.

    El regreso a Antioquía de Siria

    24. Y habiendo pasado por Pisidia vinieron a Panfilia.

    25. Y después de predicar la palabra en Perge, descendieron a Atalia.

    26. Y de allí navegaron a Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido.

    27. Y habiendo llegado, reuniendo la iglesia, relataron todo lo que había hecho Dios con ellos, y de cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.

    28. Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.