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    Isaías 36 - Reina Valera 2004

    La invasión de Senaquerib

    1. ACONTECIÓ en el año catorce del rey Ezequías, que Senaquerib rey de Asiria subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó.

    2. Y el rey de Asiria envió a Rabsaces con grande ejército desde Laquis a Jerusalem al rey Ezequías; y acampó junto al acueducto del estanque de arriba, en el camino del campo del Lavador.

    3. Y salió a él Eliacim hijo de Hilcías mayordomo, y Sebna, escriba, y Joah hijo de Asaf, canciller.

    4. A los cuales dijo Rabsaces: Decid ahora a Ezequías: El gran rey, el rey de Asiria, dice así: ¿Qué confianza es ésta en que confías?

    5. Digo, alegas tú, (empero palabras vanas) que tengo consejo y fortaleza para la guerra. Ahora bien, ¿en quién confías que te rebelas contra mí?

    6. He aquí que confías en este bordón de caña frágil, en Egipto, sobre el cual si alguien se apoyare, se le entrará por la mano, y se la atravesará. Tal es Faraón rey de Egipto para con todos los que en él confían.

    7. Y si me dijeres: En Jehová nuestro Dios confiamos; ¿no es éste aquel cuyos altos y cuyos altares hizo quitar Ezequías, y dijo a Judá y a Jerusalem: Delante de este altar adoraréis?

    8. Ahora, pues, yo te ruego que des rehenes al rey de Asiria mi señor, y yo te daré dos mil caballos, si pudieres tú dar caballeros que cabalguen sobre ellos.

    9. ¿Cómo, pues, harás volver el rostro de un capitán de los más pequeños siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto por sus carros y hombres de a caballo?

    10. ¿Acaso vine yo ahora a esta tierra para destruirla sin Jehová? Jehová me dijo: Sube a esta tierra y destrúyela.

    11. Entonces dijo Eliacim, y Sebna y Joah a Rabsaces: Te rogamos que hables a tus siervos en arameo, porque nosotros lo entendemos; y no hables con nosotros en lengua judaica, oyéndolo el pueblo que está sobre el muro.

    12. Y dijo Rabsaces: ¿Me envió mi señor a ti y a tu señor, a que dijese estas palabras? ¿No me envió a los hombres que están sobre el muro, que han de comer su estiércol y beber su orina con vosotros?

    13. Se puso luego en pie Rabsaces, y gritó a grande voz en lengua judaica, diciendo: Oíd las palabras del gran rey, el rey de Asiria.

    14. El rey dice así: No os engañe Ezequías, porque no os podrá librar.

    15. Ni os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo: Ciertamente Jehová nos librará; no será entregada esta ciudad en manos del rey de Asiria.

    16. No escuchéis a Ezequías; porque el rey de Asiria dice así: Haced conmigo paz, y salid a mí; y coma cada uno de su viña, y cada uno de su higuera, y beba cada cual las aguas de su pozo;

    17. hasta que yo venga y os lleve a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas.

    18. Mirad no os engañe Ezequías diciendo: Jehová nos librará. ¿Libraron los dioses de las naciones cada uno a su tierra de la mano del rey de Asiria?

    19. ¿Dónde está el dios de Hamat y de Arfad? ¿Dónde está el dios de Sefarvaim? ¿Libraron a Samaria de mi mano?

    20. ¿Qué dios hay entre los dioses de estas tierras, que haya librado su tierra de mi mano, para que Jehová libre de mi mano a Jerusalem?

    21. Pero ellos callaron y no le respondieron palabra; porque el rey así lo había mandado, diciendo: No le respondáis.

    22. Entonces Eliaquim hijo de Hilcías mayordomo, y Sebna escriba, y Joa hijo de Asaf canciller, vinieron a Ezequías rasgadas sus vestiduras, y le contaron las palabras de Rabsaces.