28.6 C
Miami
viernes, julio 19, 2024
Más


    Job 19 - Reina Valera 2004

    Job confía en que Dios lo justificará

    1. Y RESPONDIÓ Job, y dijo:

    2. ¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, Y me moleréis con palabras?

    3. Ya me habéis vituperado diez veces: ¿No os avergonzáis de injuriarme?

    4. Y si en verdad he errado, Conmigo se quedará mi error.

    5. Mas si vosotros os engrandecéis contra mí, Y contra mí invocáis mi oprobio,

    6. Sabed ahora que Dios me ha derribado, Y me ha envuelto en su red.

    7. He aquí yo clamo agravio, y no soy oído: Doy voces, y no hay juicio.

    8. Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; Y sobre mis veredas puso tinieblas.

    9. Me ha despojado de mi gloria, Y quitado la corona de mi cabeza.

    10. Me arruinó por todos lados, y perezco; Y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado.

    11. Hizo inflamar contra mí su furor, Y me contó para sí entre sus enemigos.

    12. Vinieron sus ejércitos a una, y atrincheraron contra mí su camino, y acamparon en derredor de mi tienda.

    13. Hizo alejar de mí a mis hermanos, Y del todo se extrañaron de mí mis conocidos.

    14. Mis parientes se detuvieron, Y mis conocidos se olvidaron de mí.

    15. Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; Forastero fui yo a sus ojos.

    16. Llamé a mi siervo, y no respondió; De mi propia boca le suplicaba.

    17. Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer, Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.

    18. Aun los muchachos me menospreciaron: Al levantarme, hablaban contra mí.

    19. Todos mis amigos íntimos me aborrecieron; Y los que yo amaba, se volvieron contra mí.

    20. Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos; Y he escapado con la piel de mis dientes.

    21. Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí; Porque la mano de Dios me ha tocado.

    22. ¿Por qué me perseguís como Dios, Y no os hartáis de mis carnes?

    23. ¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribiesen en un libro!

    24. ¡Que con cincel de hierro y con plomo Fuesen en piedra esculpidas para siempre!

    25. Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo:

    26. Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios;

    27. Al cual he de ver por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mis entrañas se consuman dentro de mí.

    28. Mas debierais decir: ¿Por qué lo perseguimos? Ya que la raíz del asunto se halla en mí.

    29. Temed vosotros delante de la espada; Porque la ira trae el castigo de la espada, Para que sepáis que hay un juicio.