Job 36 - Reina Valera 2004Eliú exalta la grandeza de Dios1. Y AÑADIÓ Eliú, y dijo: 2. Espérame un poco, y te enseñaré; Porque todavía tengo razones de parte de Dios. 3. Traeré mi saber desde lejos, y atribuiré justicia a mi Hacedor. 4. Porque de cierto no son mentira mis palabras; contigo está el que es íntegro en sus conceptos. 5. He aquí que Dios es poderoso, mas no desestima a nadie; Es poderoso en fuerza y sabiduría. 6. No otorgará vida al impío, Y a los afligidos dará su derecho. 7. No quitará sus ojos del justo; Antes bien con los reyes los pondrá en solio para siempre, Y serán exaltados. 8. Y si estuvieren prendidos en grillos, y aprisionados en las cuerdas de aflicción, 9. El les dará a conocer la obra de ellos, Y que prevalecieron sus rebeliones. 10. Despierta además el oído de ellos para la corrección, Y les dice que se conviertan de la iniquidad. 11. Si oyeren, y le sirvieren, Acabarán sus días en bienestar, y sus años en contentamiento. 12. Pero si no oyeren, serán pasados a espada, y perecerán sin sabiduría. 13. Mas los hipócritas de corazón acumulan ira, y no clamarán cuando él los atare. 14. Fallecerá el alma de ellos en su juventud, y su vida entre los sodomitas. 15. Al pobre librará de su pobreza, Y en la aflicción despertará su oído. 16. Asimismo te apartará de la boca de la angustia A lugar espacioso, libre de todo apuro; y te aderezará mesa llena de grosura. 17. Mas tú has llenado el juicio del impío, en vez de sustentar el juicio y la justicia. 18. Por lo cual teme que en su ira no te quite con golpe, el cual no puedas apartar de ti con gran rescate. 19. ¿Hará él estima de tus riquezas, o del oro, o de todas las fuerzas del poder? 20. No anheles la noche, en que desaparecen los pueblos de su lugar. 21. Guárdate, no te vuelvas a la iniquidad; pues ésta escogiste más bien que la aflicción. 22. He aquí que Dios es excelso en su poder; ¿Qué enseñador semejante a él? 23. ¿Quién le ha prescrito su camino? ¿Y quién le dirá: Iniquidad has hecho? 24. Acuérdate de engrandecer su obra, La cual contemplan los hombres. 25. Los hombres todos la ven; La mira el hombre de lejos. 26. He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos; Ni se puede rastrear el número de sus años. 27. El reduce las gotas de las aguas, Al derramarse la lluvia según el vapor; 28. Las cuales destilan las nubes, Goteando en abundancia sobre los hombres. 29. ¿Quién podrá comprender la extensión de las nubes, Y el sonido estrepitoso de su tabernáculo? 30. He aquí que sobre él extiende su luz, Y cobija con ella las profundidades del mar. 31. Bien que por esos medios castiga a los pueblos, El da sustento en abundancia. 32. Con las nubes encubre la luz, y le manda no brillar, interponiendo aquéllas. 33. Tocante a ella anunciará el trueno, su compañero, que hay acumulación de ira sobre el que se eleva. |