Mateo 17 - Reina Valera 2004La transfiguración1. Y DESPUÉS de seis días, Jesús tomó a Pedro, y a Jacobo, y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto: 2. Y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y su vestidura se hizo blanca como la luz 3. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. 4. Entonces respondiendo Pedro, dijo a Jesús: Señor, bueno es que nos quedemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres tabernáculos; uno para ti, uno para Moisés, y uno para Elías. 5. Y mientras él aún hablaba, una nube resplandeciente los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento; a él oíd. 6. Y oyendo esto los discípulos, cayeron sobre sus rostros, y temieron en gran manera. 7. Entonces Jesús vino y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis. 8. Y alzando ellos sus ojos a nadie vieron, sino a Jesús solo. 9. Y como descendían del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos. 10. Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? 11. Y respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías vendrá primero, y restaurará todas las cosas. 12. Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron; sino que hicieron de él todo lo que quisieron: Así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. 13. Entonces los discípulos entendieron que les había hablado de Juan el Bautista. Jesús sana a un muchacho lunático14. Y cuando llegaron a la multitud, vino a él un hombre, y cayendo de rodillas delante de él, dijo: 15. Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece mucho, porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. 16. Y le traje a tus discípulos, y no le pudieron sanar. 17. Entonces respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmele acá. 18. Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. 19. Entonces viniendo los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20. Y Jesús les dijo: Por vuestra incredulidad; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará, y nada os será imposible. 21. Pero este género no sale sino con oración y ayuno. Jesús anuncia otra vez su muerte22. Y estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, 23. y le matarán; pero al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran manera. Pago del impuesto del templo24. Y como llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban los tributos, diciendo: ¿Vuestro maestro no paga los tributos? 25. El dijo: Sí. Y entrando él en casa, Jesús le habló antes, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quién cobran los impuestos o tributos? ¿De sus hijos, o de los extranjeros? 26. Pedro le dice: De los extranjeros. Jesús le dice: Luego los hijos están francos. 27. Mas para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle su boca, hallarás un estatero; tómalo y dáselo por mí y por ti. |