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miércoles, julio 17, 2024
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    Proverbios 7 - Reina Valera 2004

    Las artimañas de la ramera

    1. HIJO mío, guarda mis razones, y encierra contigo mis mandamientos.

    2. Guarda mis mandamientos, y vivirás; y mi ley como las niñas de tus ojos.

    3. Lígalos a tus dedos; escríbelos en la tabla de tu corazón.

    4. Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana; y a la inteligencia llama parienta:

    5. Para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraña que ablanda sus palabras.

    6. Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi celosía,

    7. Vi entre los simples, Consideré entre los jóvenes, Un joven falto de entendimiento,

    8. El cual pasaba por la calle, junto a la esquina de aquella, e iba camino de su casa,

    9. A la tarde del día, ya que oscurecía, en la oscuridad y tiniebla de la noche.

    10. Y he aquí, una mujer le sale al encuentro con atavío de ramera, astuta de corazón,

    11. Alborotadora y rencillosa, sus pies no pueden estar en casa;

    12. Unas veces está afuera, otras veces en las plazas, acechando por todas las esquinas.

    13. Y trabó de él, y lo besó; y con descaro le dijo:

    14. Sacrificios de paz había prometido; Hoy he pagado mis votos;

    15. Por tanto he salido a encontrarte, buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.

    16. Con adornos he ataviado mi cama, Recamados con cordoncillo de Egipto.

    17. He perfumado mi cámara con mirra, áloes, y canela.

    18. Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; alegrémonos en amores.

    19. Porque el marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje:

    20. La bolsa de dinero llevó en su mano; el día señalado volverá a su casa.

    21. Lo rindió con sus muchas palabras suaves, lo sedujo con la zalamería de sus labios.

    22. Se fue en pos de ella luego, como va el buey al degolladero, o como el necio a las prisiones para ser castigado;

    23. Como el ave que se apresura al lazo, y no sabe que es contra su vida, hasta que la saeta traspasa su hígado.

    24. Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las razones de mi boca.

    25. No se aparte a sus caminos tu corazón; no yerres en sus veredas.

    26. Porque a muchos ha hecho caer heridos; y aun los más fuertes han sido muertos por ella.

    27. Camino al infierno es su casa, que desciende a las cámaras de la muerte.