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    Proverbios 29 - Reina Valera Gómez (2010)

    1. El hombre que reprendido muchas veces endurece su cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él remedio.

    2. Cuando los justos están en autoridad, el pueblo se alegra; mas cuando gobierna el impío, el pueblo gime.

    3. El hombre que ama la sabiduría alegra a su padre; mas el que mantiene rameras desperdiciará sus bienes.

    4. El rey con el juicio afirma la tierra; mas el que acepta el soborno la destruye.

    5. El hombre que lisonjea a su prójimo, red tiende delante de sus pasos.

    6. En la transgresión del hombre malo hay lazo; mas el justo cantará y se alegrará.

    7. Conoce el justo la causa de los pobres; mas el impío no entiende sabiduría.

    8. Los hombres escarnecedores agitan la ciudad; mas los sabios apartan la ira.

    9. Si el hombre sabio contendiere con el necio, que se enoje o que se ría, no tendrá reposo.

    10. Los hombres sanguinarios aborrecen al íntegro; mas los rectos procuran por su alma.

    11. El necio da rienda suelta a toda su ira; mas el sabio al fin la sosiega.

    12. Si un gobernante presta atención a la palabra mentirosa, todos sus servidores serán impíos.

    13. El pobre y el usurero se encontraron; Jehová alumbra los ojos de ambos.

    14. El rey que juzga con verdad a los pobres, su trono será firme para siempre.

    15. La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.

    16. Cuando los impíos se multiplican, aumenta la transgresión; mas los justos verán la ruina de ellos.

    17. Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará deleite a tu alma.

    18. Donde no hay visión el pueblo perece; mas el que guarda la ley, es bienaventurado.

    19. El siervo no se corregirá con palabras; porque aunque entienda, no responderá.

    20. ¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él.

    21. El que con cuidado cría a su siervo desde su niñez; a la postre éste vendrá a ser su hijo:

    22. El hombre iracundo levanta contiendas; y el furioso muchas veces peca.

    23. La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra.

    24. El cómplice del ladrón aborrece su propia alma; pues oye la maldición, y no lo denuncia.

    25. El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado.

    26. Muchos buscan el favor del príncipe; mas de Jehová viene el juicio de cada uno.

    27. El hombre inicuo es abominación a los justos; y el de caminos rectos es abominación al impío.