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jueves, julio 18, 2024
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    Proverbios 7 - Reina Valera Gómez (2010)

    Las artimañas de la ramera

    1. Hijo mío, guarda mis razones, y atesora contigo mis mandamientos.

    2. Guarda mis mandamientos, y vivirás, y mi ley como las niñas de tus ojos.

    3. Lígalos a tus dedos; escríbelos en la tabla de tu corazón.

    4. Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana; y a la inteligencia llama parienta;

    5. para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraña que ablanda sus palabras.

    6. Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi celosía,

    7. vi entre los simples, consideré entre los jóvenes, a un joven falto de entendimiento,

    8. el cual pasaba por la calle, junto a la esquina de aquella, e iba camino de su casa,

    9. Al atardecer, ya que anochecía, en la oscuridad y tinieblas de la noche.

    10. Y he aquí, una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera y astuta de corazón,

    11. alborotadora y rencillosa, sus pies no pueden estar en casa;

    12. unas veces está afuera, otras veces en las plazas, acechando por todas las esquinas.

    13. Y trabó de él, y lo besó; y con descaro le dijo:

    14. Sacrificios de paz había prometido; hoy he pagado mis votos;

    15. por tanto, he salido a encontrarte, buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.

    16. Con adornos he ataviado mi cama, recamados con cordoncillo de Egipto.

    17. He perfumado mi cámara con mirra, áloes y canela.

    18. Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; alegrémonos en amores.

    19. Porque mi marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje;

    20. la bolsa de dinero llevó en su mano; el día señalado volverá a su casa.

    21. Lo rindió con sus muchas palabras suaves, lo sedujo con la zalamería de sus labios.

    22. Se fue en pos de ella luego, como va el buey al degolladero, o como el necio a las prisiones para ser castigado;

    23. como el ave que se apresura a la red, y no sabe que es contra su vida, hasta que la saeta traspasa su hígado.

    24. Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las palabras de mi boca.

    25. No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas.

    26. Porque a muchos ha hecho caer heridos; y aun los hombres más fuertes han sido muertos por ella.

    27. Camino al infierno es su casa, que desciende a las cámaras de la muerte.