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    1 Samuel 25 - Nueva Biblia Española (1975)

    David y Abigail

    1. Samuel murió. Todo Israel se reunió para hacerle los funerales, y lo enterraron en su posesión de Rama. David bajó después a la estepa de Maón.

    2. Había un hombre de Maón que tenía sus posesiones en La Vega. Era muy rico: tenía tres mil ovejas y mil cabras, y estaba en La Vega esquilando las ovejas.

    3. Se llamaba Nabal, de la familia de Caleb, y su mujer, Abigail; la mujer era sensata y muy linda, pero el marido era áspero y de malos modales.

    4. David oyó en el páramo que Nabal estaba de esquileo,

    5. y mandó diez mozos con este encargo: Suban a La Vega, preséntense a Nabal y salúdenlo de mi parte.

    6. Le dicen: "¡Salud! La paz contigo, paz a tu familia, paz a tu hacienda.

    7. He oído que estás en el esquileo; pues bien, tus pastores estuvieron con nosotros; no los molestamos ni les faltó nada mientras estuvieron en La Vega.

    8. Pregunta a tus sirvientes y te lo dirán. Atiende favorablemente a estos muchachos, que venimos en un día de alegría. Haz el favor de darle a David, siervo e hijo tuyo, lo que tengas a mano".

    9. Cuando llegaron los mozos de David, se lo dijeron a Nabal, de parte de David, y se quedaron aguardando.

    10. Nabal les respondió: ¿Quién es David, quién es el hijo de Jesé? Hoy día abundan los esclavos que se escapan del amo.

    11. ¿Voy a tomar mi pan y mi agua y las ovejas que maté para mis esquiladores y voy a dárselos a una gente que no sé de dónde viene? '

    12. Los mozos tomaron el camino de vuelta, y cuando llegaron, se lo contaron todo.

    13. David ordenó a sus hombres: ¡Cíñanse todos la espada! Todos, incluso David, se la ciñeron. Después subieron unos cuatrocientos siguiendo a David, mientras doscientos se quedaron con el equipaje.

    14. Uno de los sirvientes avisó a Abigail, la mujer de Nabal: David ha mandado unos emisarios desde el páramo a saludar a nuestro señor, y éste los ha tratado con malos modos,

    15. y eso que se portaron muy bien con nosotros, no nos molestaron ni nos faltó nada todo el tiempo que anduvimos con ellos, cuando estuvimos en descampado;

    16. día y noche nos protegieron mientras estuvimos con ellos guardando las ovejas.

    17. Así que mira a ver qué puedes hacer, porque ya está decidida la ruina de nuestro amo y de toda su casa; es un tonto que no atiende a razones.

    18. Abigail reunió aprisa doscientos panes, dos pellejos de vino, cinco ovejas adobadas, treinta y cinco litros de trigo tostado, cien racimos de uvas pasas y doscientos panes de higos; lo cargó todo sobre los burros,

    19. y ordenó a los sirvientes: Vayan delante de mí, yo los guiaré. Pero no dijo nada a Nabal, su marido.

    20. Mientras ella, montada en el burro, iba bajando al reparo del monte, David y su gente bajaban en dirección opuesta, hasta que se encontraron.

    21. David, por su parte, había comentado: He perdido el tiempo guardando todo lo de éste en el páramo, para que él no perdiera nada. ¡Ahora me paga mal por bien!

    22. ¡Que Dios me castigue si antes del amanecer dejo vivo en toda la posesión de Nabal a uno solo de los que mean a la pared!

    23. En cuanto vio a David, Abigail se bajó del burro y se postró ante él, rostro en tierra.

    24. Postrada a sus pies, le dijo: La culpa es mía, señor. Pero deja que hable tu servidora, escucha las palabras de tu servidora.

    25. No tomes en serio, señor, a Nabal, ese tonto, porque es como dice su nombre: se llama "Necio"", y la necedad va con él. Tu servidora no vio a los sirvientes que enviaste.

    26. Ahora, señor, ¡vive el Señor que te impide derramar sangre y hacerte justicia por tu mano!, por tu vida, sean como Nabal tus enemigos y los que intenten hacerte daño.

    27. Ahora, este obsequio que tu servidora le ha traído a su señor, que sea para los sirvientes que acompañan a mi señor.

    28. Perdona la falta de tu servidora, que el Señor dará a mi señor una casa estable, porque mi señor pelea las guerras del Señor, ni en toda tu vida se te encontrará un fallo.

    29. Y aunque alguno se ponga a perseguirte a muerte, la vida de mi señor está bien atada en el morral de la vida, al cuidado del Señor, tu Dios, mientras que la vida de tus enemigos la lanzará como piedras con la honda.

    30. Que cuando el Señor cumpla a mi señor todo lo que le ha prometido y lo haya constituido jefe de Israel,

    31. mi señor no tenga que sentir remordimientos ni desánimo por haber derramado sangre inocente y haber hecho justicia por su mano. Cuando el Señor colme de bienes a mi señor, acuérdate de tu servidora.

    32. David le respondió: ¡Bendito el Señor, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro!

    33. ¡Bendita tu prudencia y bendita tú, que me has impedido hoy derramar sangre y hacerme justicia por mi mano!

    34. ¡Vive el Señor, Dios de Israel, que me impidió hacerte mal! Si no te hubieras dado prisa en venir a encontrarme, al amanecer no le quedaba vivo a Nabal uno solo de los que mean a la pared.

    35. David le aceptó lo que ella le traía, y le dijo: Vete en paz a tu casa. Ya ves que te hago caso y te he guardado consideración.

    36. Al volver Abigail encontró a Nabal celebrando en casa un banquete regio; estaba de buen humor y muy bebido, así que ella no le dijo lo más mínimo hasta el amanecer.

    37. Y a la mañana, cuando se le había pasado la borrachera, su mujer le contó lo sucedido; a Nabal se le agarrotó el corazón en el pecho y se quedó de piedra.

    38. Pasados unos diez días, el Señor hirió de muerte a Nabal, y falleció.

    39. David se enteró de que había muerto Nabal, y exclamó: ¡Bendito el Señor, que se encargó de defender mi causa contra la afrenta que me hizo Nabal, librando a su siervo de hacer mal! ¡Hizo recaer sobre Nabal el daño que había hecho! Luego mandó a pedir la mano de Abigail, para casarse con ella.

    40. Unos sirvientes de David fueron a La Vega, a casa de Abigail, a proponerle: David nos ha enviado para pedirte que te cases con él.

    41. Ella se levantó, se postró rostro en tierra y dijo: Aquí está tu esclava, dispuesta a lavar los pies de los sirvientes de mi señor.

    42. Luego se levantó aprisa y montó en el burro; cinco sirvientas suyas la acompañaban, detrás de los emisarios dé David. Y se casó con él.

    43. David se casó también con Ajinoán, de Yezrael. Las dos fueron esposas suyas.

    44. Por su parte, Saúl había dado su hija Mical, mujer de David, a Paltiel, hijo de Lais, natural de Galín.