2 Crónicas 25 - Nueva Biblia Española (1975)Reinado de Amasías1. Amasias tenía veinticinco años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén veintinueve años. Su madre se llamaba Yehoadayán y era natural de Jerusalén. 2. Hizo lo que el Señor aprueba, aunque no de todo corazón. 3. Cuando se afianzó en el poder, mató a los ministros que habían asesinado a su padre. 4. Pero, siguiendo lo que dice el libro de la Ley de Moisés promulgada por el Señor: "No serán ejecutados los padres por las culpas de los hijos, ni los hijos por las culpas de los padres; cada uno morirá por su propio pecado", no mató a sus hijos. 5. Amasias reunió a los de Judá y puso a todos los judíos y benjaminitas, por familias, a las órdenes de jefes y oficiales. Hizo el censo de los mayores de veinte años; resultaron trescientos mil en edad militar y equipados de espada y escudo. 6. Reclutó en Israel cien mil mercenarios por cien pesos de plata. 7. Pero un profeta se presentó ante él y le dijo: Majestad, no lleves contigo al destacamento de Israel, que el Señor no está con los efraimitas. 8. Si te apoyas en ellos, Dios te derrotará frente a tus enemigos. Porque Dios puede dar la victoria y la derrota. 9. Amasias preguntó al profeta: ¿Y qué pasa con los cien pesos de plata que di al destacamento de Israel? El profeta le contestó: El Señor puede devolvértelos con creces. 10. Amasias licenció a la tropa procedente de Efraín para que volviera a su tierra. Ellos se indignaron con Judá y volvieron a sus tierras enfurecidos. 11. Amasias se armó de valor, tomó el mando de la tropa, marchó a Vallelasal y mató a diez mil seiritas. 12. A otros diez mil los agarraron vivos, los llevaron a la cima de la Roca y los precipitaron desde ella. Murieron todos estrellados. 13. Mientras, el destacamento que había licenciado Amasias para que no luchara a su lado se dispersó por las ciudades de Judá -desde Samaria hasta Bejorón-, matando a tres mil personas y capturando un gran botín. 14. Cuando Amasias volvió de derrotar a los idumeos se trajo los dioses de los seiritas, los adoptó como dioses propios, los adoró y les quemó incienso. 15. El Señor se indignó con Amasias y le envió un profeta, que le dijo: ¿Por qué sirves a unos dioses que no han podido salvar a su pueblo de tu mano? 16. Amasias lo cortó en seco, diciéndole: ¿Quién te ha hecho consejero del rey? Termina de una vez si no quieres que te maten. El profeta terminó con estas palabras: Por lo que has hecho, y por no escuchar mi consejo, estoy seguro de que Dios aconseja tu destrucción. 17. Después de aconsejarse, Amasias de Judá mandó una embajada a Joás, hijo de Joacaz, de Jehú, rey de Israel, con este mensaje: ¡Sal, que nos veamos las caras! 18. Pero Joás de Israel envió esta respuesta a Amasias de Judá: El cardo del Líbano mandó decir al cedro del Líbano: "Dame a tu hija por esposa de mi hijo". Pero pasaron las fieras y pisotearon el cardo. 19. Tú dices: "He derrotado a Edom", y te has engreído. Disfruta de tu gloria quedándote en tu casa. ¿Por qué quieres meterte en una guerra catastrófica, provocando tu caída y la de Judá? 20. Pero Amasias no hizo caso, porque Dios quería entregarlo en manos de Joás por haber servido a los dioses de Edom. 21. Entonces Joás de Israel subió a vérselas con Amasias de Judá en Casalsol de Juda. 22. Israel derrotó a los judíos, que huyeron en tropel. 23. En Casalsol apresó Joás de Israel a Amasias de Judá, hijo de Joás, de Joacaz, y se lo llevó a Jerusalén. En la muralla de Jerusalén abrió una brecha de doscientos metros, desde la Puerta de Efraín hasta la Puerta del Ángulo; 24. se apoderó del oro, la plata, los utensilios que se hallaban en el templo al cuidado de Obededón, los tesoros de palacio y los rehenes, y se volvió a Samaria. 25. Amasias de Judá, hijo de Joás, sobrevivió quince años a Joás de Israel, hijo de Joacaz. 26. Para más datos sobre Amasias, desde el principio hasta el fin de su reinado, véase el libro de los reyes de Judá e Israel. 27. Cuando Amasias se apartó del Señor tramaron contra él una conspiración en Jerusalén; huyó a Laquis, pero lo persiguieron hasta Laquis y lo mataron allí. 28. Lo cargaron sobre unos caballos y lo enterraron con sus antepasados en la capital de Judá. |