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    2 Reyes 22 - Nueva Biblia Española (1975)

    Reinado de Josías

    1. Cuando Josías subió al trono tenía dieciocho años, y reinó treinta y un años en Jerusalén. Su madre se llamaba Yedidá, hija de Adaya, natural de Boscat.

    2. Hizo lo que el Señor aprueba. Siguió el camino de su antepasado David, sin desviarse a derecha ni izquierda.

    Hallazgo del libro de la ley

    3. El año dieciocho de su reinado mandó al cronista Asaf, hijo de Asalías, hijo de Musulán, que fuera al templo con este encargo:

    4. Preséntate al sacerdote Jelcías; que tenga preparado el dinero ingresado en el templo por las colectas de los porteros entre la gente.

    5. Que se lo entreguen a los encargados de las obras del templo, para que lo repartan a los obreros que trabajan en el templo reparando los desperfectos del edificio

    6. (carpinteros, albañiles y tapiadores) o para comprar madera y piedra de cantería para reparar el edificio.

    7. Pero que no les pidan cuentas del dinero que les entregan, porque se portan con honradez.

    8. El sumo sacerdote, Jelcías, dijo al cronista Safan: He encontrado en el templo el Libro de la Ley.

    9. Entregó el libro a Safan, y éste lo leyó. Luego fue a dar cuenta al rey: Tus siervos han juntado el dinero que había en el templo y se lo han entregado a los encargados de las obras.

    10. Y le comunicó la noticia: El sacerdote Jelcías me ha dado un libro. Safan lo leyó ante el rey,

    11. y cuando el rey oyó él contenido del Libro de la Ley, se rasgó las vestiduras

    12. y ordenó al sacerdote Jelcías; a Ajicán, hijo de Safan; a Acbor, hijo de Miqueas; al cronista Safan, y a Asaías, funcionario real:

    13. Vayan a consultar al Señor por mí y por el pueblo y todo Judá a propósito de este libro que han encontrado; porque el Señor estará enfurecido contra nosotros, porque nuestros padres no obedecieron los mandatos de este libro cumpliendo lo prescrito en él.

    14. Entonces el sacerdote Jelcías, Ajicán, Acbor, Safan y Asaías fueron a ver a la profetisa Julda, esposa de Salún, el guardarropa, hijo de Ticua de Jarjás. Julda vivía en Jerusalén, en el Barrio Nuevo. Le expusieron el caso,

    15. y ella les respondió: Así dice el Señor, Dios de Israel: Díganle al que los ha enviado:

    16. Así dice el Señor: "Yo voy a traer la desgracia sobre este lugar y todos sus habitantes; todas las maldiciones de este libro que ha leído el rey de Judá;

    17. por haberme abandonado y haber quemado incienso a otros dioses, irritándome con sus ídolos, está ardiendo mi cólera contra este lugar, y no se apagará".

    18. Y al rey de Judá, que los ha enviado a consultar al Señor, díganle: Así dice el Señor, Dios de Israel:

    19. "Puesto que al oír, la lectura lo has sentido de corazón y te has humillado ante el Señor, al oír mi amenaza contra este lugar y sus habitantes, que serán objeto de espanto y de maldición; puesto que te has rasgado las vestiduras y llorado en mi presencia, también yo te escucho -oráculo del Señor- .

    20. Por eso, cuando yo te reúna con tus padres, te enterrarán en paz, sin que llegues a ver con tus ojos la desgracia que voy a traer a este lugar". Ellos llevaron la respuesta al rey.