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domingo, agosto 18, 2024
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    Deuteronomio 18 - Nueva Biblia Española (1975)

    Las porciones de los levitas

    1. Los sacerdotes levitas, la tribu entera de Leví, no se repartirán la herencia con Israel; comerán de la heredad del Señor, de sus oblaciones;

    2. no tendrá parte en la heredad de sus hermanos: el Señor será su heredad, como le dijo.

    3. Derechos sacerdotales. Si uno del pueblo sacrifica un toro o una oveja, dará al sacerdote una espalda, las quijadas y el cuajar.

    4. Le darás las primicias de tu trigo, tu mosto y tu aceite y la primera lana al esquilar tu rebaño.

    5. Porque el Señor, tu Dios, los eligió para siempre, a él y a sus hijos, de entre todas las tribus, para que estén al servicio personal del Señor.

    6. Si un levita residente en cualquier poblado de Israel se traslada por voluntad propia al lugar elegido por el Señor,

    7. podrá servir personalmente al Señor, su Dios, como el resto de sus hermanos levitas que están allí al servicio del Señor,

    8. y comerá una parte lo mismo que los demás. (Se exceptúan los sacerdotes adivinos).

    Amonestación contra costumbres paganas

    9. Cuando entres en la tierra que va a darte el Señor, tu Dios, no imites las abominaciones de esos pueblos.

    10. No haya entre los tuyos quien queme a sus hijos o hijas, ni vaticinadores, ni astrólogos, ni agoreros, ni hechiceros,

    11. ni encantadores, ni espiritistas, ni adivinos, ni nigromantes.

    12. Porque el que practica eso es abominable para el Señor., Y por semejantes abominaciones los va a desheredar el Señor, tu Dios.

    13. Sé íntegro en tu trato con el Señor, tu Dios;

    14. esos pueblos que tú vas a desposeer escuchan a astrólogos y vaticinadores, pero a ti no te lo permite el Señor, tu Dios.

    Dios promete un profeta como Moisés

    15. Un profeta de los tuyos, de tus hermanos, como yo, te suscitará el Señor, tu Dios; a él le escucharán.

    16. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea: "No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero ver más ese terrible incendio para no morir".

    17. El Señor me respondió: "Tienes razón.

    18. Suscitaré un profeta de entre tus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca y les dirá lo que yo le mande.

    19. A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo 1© pediré cuentas,

    20. Y el profeta que tenga el atrevimiento dé decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá".

    21. Y si te preguntas: "¿Cómo distinguir si una palabra no es palabra del Señor?".

    22. Cuando un profeta hable en nombre del Señor y no suceda ni se cumpla su palabra, es algo que no dice el Señor; ese profeta habla por jactancia, no le tengas miedo.