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sábado, agosto 17, 2024
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    Deuteronomio 5 - Nueva Biblia Española (1975)

    Los Diez Mandamientos

    1. Moisés convocó a los israelitas y les dijo: Escucha, Israel, los mandatos y decretos que hoy les predico, para que los aprendan, los guarden y los pongan por obra.

    2. El Señor, nuestro Dios, hizo alianza con nosotros en el Horeb.

    3. No hizo esa alianza con nuestros padres, sino con nosotros, con los que estamos vivos hoy, aquí.

    4. Cara a cara habló el Señor con ustedes en la montaña, desde el fuego.

    5. Yo mediaba entonces entre el Señor y ustedes, anunciándoles la palabra del Señor, porque les daba miedo aquel fuego y no subieron a la montaña. El Señor dijo:

    6. "Yo soy el Señor, tu Dios. Yo te saqué de Egipto, de la esclavitud.

    7. No tendrás otros dioses rivales míos.

    8. No te harás ídolos: figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra.

    9. No te postrarás ante ellos ni les darás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso: castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y bisnietos cuando me aborrecen.

    10. Pero actúo con lealtad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos.

    11. No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso, porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso.

    12. Guarda el día del sábado, santificándolo, como el Señor, tu Dios, te ha mandado.

    13. 'Durante seis días trabaja y haz tus tareas;

    14. pero el día séptimo es día de descanso dedicado al Señor, tu Dios. No harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu burro, ni tu ganado, ni el emigrante que viva en tus ciudades, para que descansen como tú, el esclavo y la esclava.

    15. Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que te sacó de allí el Señor, tu. Dios, con mano fuerte y con brazo extendido. Por eso te manda el Señor, tu Dios, guardar el día del sábado.

    16. Honra a tu padre y a tu madre, como te mandó el Señor; así prolongarás la vida y te irá bien en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar.

    17. No matarás.

    18. Ni cometerás adulterio.

    19. Ni robarás.

    20. Ni darás testimonio falso contra tu; prójimo.

    21. Ni pretenderás la mujer de tu prójimo. Ni codiciarás su casa, ni sus tierras, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que sea de él".

    El terror del pueblo

    22. Estos son los mandamientos que el Señor pronunció con voz potente ante toda la asamblea de ustedes, en la montaña, desde el fuego y los nubarrones. Y, sin añadir más, los grabó en dos losas de piedra y me las entregó.

    23. Al escuchar la voz que salía de la tiniebla, mientras el monte ardía, se acercaron a mí sus jefes de tribu y autoridades,

    24. y me dijeron: "El Señor, nuestro Dios, nos ha mostrado su gloria y su grandeza, hemos oído su voz que salía del fuego. Hoy vemos que puede Dios .hablar a un hombre y seguir éste! con vida.

    25. Pero ahora tememos morir devorados por ese fuego violento; si seguimos oyendo la voz del Señor, nuestro Dios, moriremos;

    26. Porque ¿qué mortal es capaz de oír, como nosotros, la voz de un Dios vivo, hablando desde el fuego, y salir con vida?

    27. Acércate tú y escucha cuanto tenga que decirte el Señor, nuestro Dios. Luego tú nos comunicarás todo lo que te diga el Señor, nuestro Dios; nosotros escucharemos y obedeceremos".

    28. El Señor oyó lo que me decían y me dijo: "He oído lo que te dice; ese pueblo; .tiene razón.

    29. Ojala conserven siempre esa actitud, respetándome' y guardando mis preceptos; así, les irá bien a ellos y a sus hijos por siempre.

    30. Ve y diles: Vuélvanse a las tiendas.

    31. Pero tú quédate aquí conmigo, y te daré a conocer todos los preceptos, los mandatos y decretos que has de enseñarles, para que los cumplan en la tierra que les voy a dar para que lomen posesión de ella".

    32. Pongan por obra lo que les mandó el Señor, su Dios; no se aparten a derecha ni a izquierda.

    33. Sigan el camino que les marcó el Señor, su Dios, y vivirán, les irá bien y prolongarán la vida en la tierra que van a ocupar.