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    Esdras 8 - Nueva Biblia Española (1975)

    1. Lista de los cabezas de familia, indicando su genealogía, que subieron conmigo desde Babilonia durante el reinado de Artajerjes:

    2. de los descendientes de Fineés, Guersón; de los descendientes de Itamar, Daniel; de los descendientes de David,

    3. Jatús, hijo de Secanías; de los descendientes de Faros, Zacarías y ciento cincuenta registrados con él;

    4. de los descendientes de Pajat Moab, Elioenay, hijo de Zerajías, con doscientos varones;

    5. de los descendientes de Zatú, Secanías, hijo de Yajziel, con trescientos varones;

    6. de los descendientes de Adín, Ebed, hijo de Jonatán, con cincuenta varones;

    7. de los descendientes de Elam, Isaías, hijo de Atalías, con setenta varones;

    8. de los descendientes de Sefatías, Zebadías, hijo de Miguel, con ochenta varones;

    9. de los descendientes de Joab, Abdías, hijo de Yejiel, con doscientos dieciocho varones;

    10. de los descendientes de Baní, Selomit, hijo de Yosifías, con ciento sesenta varones;

    11. descendientes de Bebay, Zacarías, hijo de Bebay, con veintiocho varones;

    12. descendientes de Azgad, Juan, hijo de Hacatán, con ciento diez varones;

    13. descendientes de Adonicán, los últimos, llamados Elifélet, Yeguiel y Semayas, con sesenta varones;

    14. descendientes de Bigvay, Utay y Zabud, con setenta varones.

    15. Los reuní junto al río que corre hacia Ahavá; acampamos allí tres días, y observé que había seglares y sacerdotes, pero no encontré levitas.

    16. Entonces envié a los jefes Eliezer, Ariel, Semayas, Elnatán, Yarib, Elnatán, Natán, Zacarías y Mesulán, y a Yoyarib y Elnatán, hombres prudentes,

    17. con la orden de presentarse a Ido, jefe de la localidad de Casifía, a fin de que nos proporcionaran empleados para el templo de nuestro Dios.

    18. Gracias a Dios, nos enviaron un hombre prudente, descendiente de Majlí, de Leví, de Israel: Serebías, que vino con dieciocho personas entre hijos y hermanos.

    19. También nos enviaron a Yasabías e Isaías, descendientes de Merarí, con veinte entre hijos y hermanos.

    20. Y doscientos veinte donados, de los que David y las autoridades destinaron al servicio de los levitas. Todos fueron designados nominalmente.

    21. Allí, junto al río Ahavá, proclamé un ayuno para hacer penitencia ante nuestro Dios y pedirle un feliz viaje para nosotros, nuestros niños y nuestros bienes.

    22. Porque nos daba reparo pedirle al rey infantes y jinetes que nos protegieran de enemigos durante el viaje, después de haberle dicho: "Nuestro Dios protege a los que le sirven, mientras su poder y su cólera se vuelven contra los que lo abandonan".

    23. Por esta intención ayunamos y suplicamos al Señor, que nos atendió benignamente.

    24. Escogí a doce príncipes de los sacerdotes y también a Serebías y Yasabías con diez de sus hermanos.

    25. Pesé ante ellos la plata, el oro y los objetos que el rey, sus consejeros y los israelitas residentes allí habían entregado como ofrenda al templo de nuestro Dios.

    26. Lo pesé, y les entregué diecinueve mil quinientos kilos de plata, cien objetos de plata que pesaban sesenta kilos y tres mil kilos de oro,

    27. veinte copas de oró de mil dárteos y dos objetos de bronce fino dorado, valiosos como el oro.

    28. Y les dije: Ustedes están consagrados al Señor. Estos objetos son sagrados y la plata y el oro son ofrendas voluntarias al Señor, Dios de nuestros padres.

    29. Vigílenlos y guárdenlos hasta que los pesen en Jerusalén, en las salas del templo, delante de los príncipes de los sacerdotes, los levitas y los cabezas de familia de Israel.

    30. Los sacerdotes y levitas tomaron la plata, el oro y los objetos que habían contado para llevarlos a Jerusalén, al templo de nuestro Dios.

    31. El doce de marzo partimos del río Ahavá y nos encaminamos hacia Jerusalén. Nuestro Dios nos protegió y nos libró de enemigos y asaltantes durante el viaje.

    32. Llegamos a Jerusalén y descansamos allí tres días.

    33. El cuarto contamos la plata, el oro y los objetos en el templo de nuestro Dios y se los entregamos al sumo sacerdote, Meremot, hijo de Urías, en presencia de Eleazar, hijo de Fineés, y de los levitas Yozabad, hijo de Josué, y Noadías, hijo de Binuy.

    34. Tras contar y pesar todo, se puso el inventario por escrito.

    35. Los deportados que volvían del cautiverio ofrecieron holocaustos al Dios de Israel: doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos y doce machos cabríos como sacrificio expiatorio; todos en holocausto al Señor.

    36. Luego entregaron los decretos del rey a los sátrapas imperiales y a los gobernadores de Transeufratina, que ayudaron al pueblo y al templo de Dios.