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    Génesis 31 - Nueva Biblia Española (1975)

    1. Jacob oyó que los hijos de Labán decían: Jacob se ha llevado toda la propiedad de nuestro padre y se ha enriquecido a costa de nuestro padre.

    2. Jacob tuvo miedo de Labán, porque ya no lo trataba como antes.

    3. El Señor dijo a Jacob: Vuelve a la tierra de tu padre, tu tierra nativa, y allí estaré contigo.

    4. Entonces Jacob hizo llamar a Raquel y Lía para que vinieran al campo de los rebaños,

    5. y les dijo: He observado la actitud de su padre, ya no me trata como antes; pero el Dios de mis padres está conmigo.

    6. Ustedes saben que he servido a su padre con todas mis fuerzas;

    7. pero su padre me ha defraudado cambiándome diez veces el salario, aunque Dios no le ha permitido perjudicarme.

    8. Pues cuando decía: "Tu salario serán los animales manchados", todo el rebaño paría crías manchadas; cuando decía: "Tu salario serán los animales rayados", todo el rebaño paría crías rayadas.

    9. Dios le ha quitado el rebaño a su padre y me lo ha dado a mí.

    10. Una vez, durante el celo, vi. en sueños que todos los machos que cubrían eran rayados o manchados.

    11. El ángel de Dios me llamó en sueños: "Jacob"; yo contesté: "Aquí estoy".

    12. El me dijo: "Alza la vista y fíjate; todos los animales que cubren son rayados o manchados; he visto lo que Labán está haciendo contigo.

    13. Yo soy el Dios de Betel, donde ungiste una estela y me hiciste una promesa. Ahora levántate, sal de esta tierra y vuelve a tu tierra nativa".

    14. Raquel y Lía contestaron: ¿Nos queda algo que heredar en nuestra casa paterna?

    15. Nos trata como extranjeras después de vendernos y de comerse nuestro precio.

    16. Toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre nuestra era y de nuestros hijos. Por tanto, haz todo lo que Dios te manda.

    Jacob huye de Labán

    17. Jacob se levantó, puso a los hijos y a las mujeres en los camellos,

    18. y guiando todo el ganado y todas las posesiones que había adquirido en Padán Aram, se encaminó a la casa de su padre, Isaac, en tierra de Canaán.

    19. Mientras Labán había salido a esquilar el rebaño, Raquel le robó los amuletos a su padre.

    20. Jacob había disimulado con Labán, el arameo, sin darle a entender que se escapaba.

    21. Así huyó él con todo lo suyo, y cruzó el rió y se encaminó hacia la montaña de Galaad.

    22. Al tercer día informaron a Labán de que Jacob se había escapado. El reunió gente y salió en su persecución.

    23. A los siete días de marcha le dio alcance en la sierra de Galaad.

    24. Pero aquella noche Dios se le apareció en sueños a Labán, el arameo, y le dijo: ¡Cuidado con meterte con Jacob para bien o para mal!

    25. Labán se acercó a Jacob; éste había plantado la tienda en una altura y Labán la plantó en la montaña de Galaad.

    26. Labán dijo a Jacob: ¿Qué has hecho? ¿Por qué has disimulado conmigo y te has llevado mis hijas como cautivas de guerra?

    27. ¿Por qué has huido a escondidas sin decirme nada? Yo te habría despedido con festejos, con cantos, cítaras y panderetas.

    28. Ni siquiera me dejaste besar a mis hijas y nietos. ¡Qué imprudente has sido! •

    29. Podría hacerte daño, pero el Dios de tu padre acaba de decirme: "¡Cuidado con meterte con Jacob para bien o para mal!".

    30. Si te has marchado por nostalgia de la casa paterna, ¿por qué me has robado mis dioses?

    31. Jacob respondió a Labán: Tenía miedo pensando que me ibas a arrebatar tus hijas.

    32. Pero aquel a quien le encuentres tus dioses no quedará con vida. En presencia de mi gente, si descubres aquí algo tuyo, tómalo. (Jacob no sabía que era Raquel quien se los había robado).

    33. Salió, pues, Labán de la tienda de Lía y entró en la de Raquel y en la de las dos siervas, y no encontró nada.

    34. Raquel tomó los amuletos, los escondió bajo la montura de un camello y se sentó encima, y Labán revolvió toda la tienda sin encontrar nada.

    35. Ella dijo a su padre: No te enfades, señor, si no puedo levantarme; es que me ha venido la cosa de las mujeres. Y él, por más que buscó, no encontró los amuletos.

    36. Jacob, irritado contra Labán, se puso a discutir con él: ¿Cuál es mi crimen o mi pecado para que me acoses?

    37. Has revuelto todo mi ajuar; si has encontrado algo de tu ajuar, ponlo aquí delante de mis parientes y los tuyos, y ellos arbitrarán nuestro pleito.

    38. Veinte años he pasado contigo: tus ovejas y cabras no han abortado y no he comido los carneros de tu rebaño;

    39. lo que las fieras despedazaban, no te lo traía a ti, sino que lo compensaba con lo mío; me exigías cuentas de lo robado de día y de noche;

    40. de día me consumía el calor y de noche el frío, y no conciliaba el sueño.

    41. De estos veinte años que he pasado en tu casa, te he servido catorce años por tus dos hijas y seis por tu ganado, y tú me has cambiado el salario diez veces.

    42. Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán y el Terrible de Isaac no hubiera estado conmigo, me habrías despedido con las manos vacías; pero Dios se fijó en mi aflicción y mi fatiga y me ha hecho justicia anoche.

    43. Labán respondió a Jacob: Mías son las hijas, míos son los nietos, mío el rebaño y todo lo que ves es mío. ¿Qué puedo hacer hoy por estas hijas mías y por los nietos que ellas han dado a luz?

    44. Vamos a hacer una alianza tú y yo que sirva de garantía a los dos.

    45. Jacob entonces tomó una piedra y la erigió como estela,

    46. y dijo a su gente: Recojan piedras. Ellos las recogieron, hicieron un majano y comieron junto a él.

    47. Labán lo llamó Yegar Sahduta y Jacob lo llamó Galaad.

    48. Labán dijo: Este majano" es hoy nuestro testigo. Y por eso lo llamó Galaad;

    49. también lo llamó Atalaya, diciendo: El Señor nos vigilará a los dos cuando nos separemos.

    50. Sí maltratas a mis hijas o tomas otras mujeres, aunque nadie lo vea, Dios será nuestro testigo.

    51. Y añadió: Mira este majano y esta estela que he erigido entre los dos.

    52. Testigo sea este majano y testigo esta estela de que yo no los traspasaré para entrar en tu territorio y de que tú no traspasarás este majano ni esta estela para entrar en mi territorio en actitud hostil.

    53. El Dios de Abrahán y el Dios de Najor (Dios de sus padres) será nuestro juez.

    54. Y Jacob juró por el Terrible de Isaac, su padre. Después ofrecieron un sacrificio en la montaña, invitó a su gente a comer, comieron y pasaron la noche en el monte.

    55. Labán se levantó de mañana, besó a sus nietos y a sus hijas, los bendijo y se volvió a su lugar.