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jueves, julio 18, 2024
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    Génesis 37 - Nueva Biblia Española (1975)

    José es vendido por sus hermanos

    1. Jacob se estableció en la tierra donde había residido su padre, en tierra de Canaán.

    2. Sigue la historia de Jacob. José tenía diecisiete años y pastoreaba el rebaño con sus hermanos; ayudaba a los hijos de Bilha y Zilpa, mujeres de su padre, y un día trajo a su padre malos informes acerca de sus hermanos.

    3. José era el preferido de Israel, porque le había nacido en la vejez, y le hizo una túnica con mangas.

    4. Al ver sus hermanos que su padre lo prefería a los demás, le tomaron rencor y le negaban el saludo.

    5. Un día tuvo José un sueño y contó el sueño a sus hermanos y ellos le tomaron más rencor.

    6. Dijo José a sus hermanos: Escuchen el sueño que he soñado:

    7. Estábamos atando gavillas en el campo; mi gavilla se levantaba y se tenía derecha y las gavillas de ustedes la rodeaban y se postraban ante ella.

    8. Y sus hermanos le dijeron: ¿Que vas a ser tú nuestro rey? ¿Acaso vas a sujetarnos a tu dominio? Y cada vez lo aborrecían más a causa de los sueños que les contaba.

    9. Tuvo José otro sueño y se lo contó a sus hermanos: He tenido otro sueño: El sol y la luna y once estrellas se postraban ante mí.

    10. Se lo contó a su padre y a sus hermanos, y su padre le reprendió: ¿Qué sueño es ese que has soñado? ¿Es que yo, tu madre y tus hermanos vamos a postrarnos por tierra ante ti?

    11. Sus hermanos le tenían envidia, pero su padre daba vueltas al asunto.

    12. Sus hermanos fueron hacia Siquén con los rebaños de su padre.

    13. Israel dijo a José: Tus hermanos deben estar con los rebaños en Siquén; ven, que te voy a mandar donde están ellos. José le contestó: Aquí me tienes.

    14. Su padre le dijo: Ve a ver cómo están tus hermanos y el ganado, y tráeme noticias. Y lo envió desde el valle de Hebrón, y José se fue hacia Siquén.

    15. Un hombre lo encontró dando vueltas por el campo, y le preguntó: ¿Qué buscas?

    16. Contestó José: Busco a mis hermanos; por favor, dime dónde están pastoreando.

    17. El hombre respondió: Se han marchado de aquí, y les he oído decir que iban hacia Dotan.

    18. José fue tras sus hermanos, y los encontró en Dotan. Ellos lo vieron desde lejos. Antes de que se acercara planearon su muerte.

    19. Se decían unos a otros: Ahí viene el de los sueños.

    20. Vamos a matarlo y a echarlo en un aljibe; luego diremos que una fiera lo ha devorado; veremos en qué paran sus sueños.

    21. Oyó esto Rubén, e intentando librarlo de sus manos, dijo: No le quitemos la vida.

    22. Y añadió: No derramen sangre; échenlo en este aljibe, aquí, en la estepa; pero no pongan las manos en él. Lo decía para librarlo de sus manos y devolverlo a su padre.

    23. Cuando llegó José al lugar donde estaban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron la túnica con mangas,

    24. lo tomaron y lo echaron en un aljibe vacío, sin agua.

    25. Y se sentaron a comer. Levantando la vista vieron una caravana de ismaelitas que transportaban en camellos goma, bálsamo y resina de Galaad a Egipto.

    26. Judá propuso a sus hermanos: ¿Qué sacamos con matar a nuestro hermano y con echar tierra sobre su sangre?

    27. Vamos a venderlo a los ismaelitas en vez de poner nuestras manos en él, que al fin es hermano nuestro y carne nuestra. Los hermanos aceptaron.

    28. Al pasar unos comerciantes madianitas tiraron de su hermano, lo sacaron del aljibe y se lo vendieron a los ismaelitas por veinte monedas. Estos se llevaron a José a Egipto.

    29. Entretanto, Rubén volvió al aljibe, y al ver que José no estaba allí, se rasgó las vestiduras;

    30. volvió a sus hermanos y les dijo: El muchacho no está, ¿adonde voy yo ahora?

    31. Ellos tomaron la túnica de José, degollaron un cabrito y empapando en la sangre la túnica con mangas

    32. se la enviaron a su padre con un recado: Esto hemos encontrado, mira a ver si es la túnica de tu hijo o no.

    33. El, al reconocerla, dijo: Es la túnica de mi hijo; una fiera lo ha devorado, ha descuartizado a José.

    34. Jacob rasgó su manto, se ciñó un sayal e hizo luto por su hijo muchos días.

    35. Todos sus hijos e hijas intentaron consolarlo, pero él rehusó el consuelo, diciendo: De luto por mi hijo bajaré a la tumba. Y su padre lo lloró.

    36. Entretanto, los madianitas lo vendieron en Egipto a Putifar, ministro y jefe de la guardia del Faraón.