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    Hechos 7 - Nueva Biblia Española (1975)

    Defensa y muerte de Esteban

    1. El sumo sacerdote le preguntó: ¿Es verdad eso?

    2. Contestó Esteban: Padres y hermanos míos, escuchen. El Dios de la gloria se apareció a nuestro padre Abrahán en Mesopotamia, antes de que fuera a establecerse en Harrán,

    3. y le dijo: "Sal de tu tierra y de tu familia y vete a la tierra que te mostrare'"

    4. Salió Abrahán del país de los caldeos y se estableció en Harrán. Cuando murió su padre, Dios lo trasladó de allí a esta tierra en que ustedes viven ahora.

    5. No le dio en propiedad ni siquiera un pie de terreno, pero prometió dársela en posesión a él y más tarde a su descendencia", aunque todavía no tenía hijos.

    6. Dios le dijo que su descendencia habitaría en tierra extranjera, y que la esclavizarían y maltratarían por cuatrocientos años;

    7. pero añadió: "A ¡a nación que va a esclavizarlos la juzgaré yo -así dijo Dios- y entonces saldrán para darme culto en este lugar".

    8. Le dio como alianza la circuncisión; por eso circuncidó a Isaac a los ocho días de nacer. Isaac tuvo a Jacob y Jacob a los doce Patriarcas.

    9. Los Patriarcas vendieron a José por envidia, para que se lo llevaran a Egipto; pero Dios estaba con él

    10. y lo sacó de todas sus desgracias; además le dio una sabiduría que le ganó el favor del Faraón, rey de Egipto, y éste lo nombró gobernador de Egipto y de todas sus posesiones'.

    11. Hubo un hambre en Egipto y en Canaán, con tanta escasez, que nuestros padres no encontraban víveres.

    12. AL enterarse Jacob de que en Egipto había provisiones, envió allá a nuestros padres;

    13. la segunda vez que fueron se dio a conocer José a sus hermanos, y el Faraón se enteró de qué linaje era José.

    14. José mandó llamar a su padre, Jacob, y a toda su parentela, en total setenta y cinco personas.

    15. Jacob bajó a Egipto, y allí acabaron su vida él y nuestros padres;

    16. los trasladaron a Siquén y los enterraron allí en el sepulcro que había comprado Abrahán con su dinero a los hijos de Hamor.

    17. A medida que se acercaba el cumplimiento de la promesa de Dios a Abrahán, el pueblo crecía y se multiplicaba en Egipto.

    18. Pero surgió otro rey en Egipto que no tenía noticia de José,

    19. y éste, usando malas artes con nuestra gente, forzó a nuestros padres a abandonar a los recién nacidos para que perdieran la vida.

    20. Por entonces nació Moisés, el hombre grato a Dios. Se crió tres meses en casa de su padre;

    21. cuando lo abandonaron, lo recogió la hija del Faraón y lo hizo criar como hijo suyo.

    22. Así aprendió Moisés la sabiduría de los egipcios, y fue elocuente y hombre de acción.

    23. Cuando cumplió cuarenta años le vino la idea de visitar a sus hermanos los israelitas.

    24. AL ver maltratar a uno, se acercó a defenderlo, y vengó al oprimido matando al egipcio.

    25. Esperaba que sus hermanos comprendieran ¿qué Dios los iba a salvar por su medio, pero no lo comprendieron.

    26. AL día siguiente apareció mientras unos se peleaban y trató de que hicieran las paces, diciéndoles: "Hombres, si son hermanos, ¿por qué se maltratan?".

    27. Pero el que maltrataba a su compañero lo rechazó diciendo: "¿Quién te ha nombrado jefe y juez nuestro?

    28. ¿Quieres matarme a mi como mataste ayer al egipcio?”.

    29. AL oír esto, Moisés huyó y emigró al país de Madián, donde tuvo dos hijos.

    30. Cuarenta años más tarde, estando en el desierto, en el monte Sinaí, se le apareció un ángel en la llama que abrasaba a una zarza.

    31. Moisés quedó sorprendido de lo que veía, y al acercarse para ver mejor oyó la voz del Señor: "Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob".

    32. Moisés se echó a temblar y no se atrevía a mirar.

    33. El Señor le dijo: "Quítate las sandalias; la tierra que pisas es santa.

    34. He visto lo que sufre mi pueblo en Egipto, he escuchado su gemido y he bajado a librarlos. Ahora ven acá, que te voy a enviar a Egipto”'.

    35. A aquel mismo Moisés a quien habían rechazado diciéndole: "¿Quién te ha nombrado jefe y juez nuestro"?', lo envió Dios como jefe y liberador, por medio del ángel que se le apareció en la zarza.

    36. EL fue quién los sacó, realizando prodigios y señales en Egipto, en el Mar Rojo y en el desierto durante cuarenta años.

    37. Fue Moisés quien dijo a los israelitas: "Dios suscitará entre sus hermanos un profeta como yo”.

    38. En la asamblea del desierto fue él mediador entre el ángel que le hablaba en el monte Sinaí y nuestros padres, y recibió palabras de vida para transmitírnoslas.

    39. Pero nuestros padres no quisieron escucharlo, lo rechazaron; quisieron volver a Egipto

    40. y dijeron a Aarón: "Haznos dioses que abran la marcha, pues aquel Moisés que nos sacó de Egipto no sabemos qué ha sido de él".

    41. Entonces se fabricaron un becerro y ofrecieron sacrificios al ídolo, celebrando fiesta en honor de la obra de sus manos.

    42. Dios les volvió la espalda y los entregó al culto de los astros, como dice el libro de los Profetas: "Casa de Israel, ¿acaso me ofrecieron sacrificios y ofrendas en los cuarenta años del desierto?

    43. No, transportaron la tienda de Moloc y el astro de su dios Refán, imágenes que ustedes se fabricaron para adorarlas. Pues yo los deportaré más allá de Babilonia”.

    44. Nuestros padres tenían en el desierto la tienda de la alianza; el que hablaba con Moisés le había ordenado construirla copiando el modelo que había visto.

    45. Nuestros padres se fueron transmitiendo la tienda, hasta introducirla, guiados por Josué, en el territorio conquistado a los paganos, que Dios expulsó delante de ellos. Así estuvieron las cosas hasta el tiempo de David,

    46. que alcanzó el- favor de Dios y le pidió que le permitiera construirle una morada a él, el Dios de Jacob;

    47. aunque fue Salomón quien se la construyó.

    48. Pero el Altísimo no habita en edificios construidos por hombres, como dice el Profeta: "Mi trono es el cielo, la tierra la tarima de mis pies.

    49. ¿Qué templo podrán construirme -dice el Señor- o qué lugar para que descanse?

    50. ¿No ha hecho mi mano todo esto?,

    51. ¡Rebeldes, infieles de corazón y duros de oído! Siempre resisten al Espíritu Santo, lo mismo que sus padres.

    52. ¿Hubo un profeta que sus padres no persiguieran? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo, y a él lo han traicionado y asesinado ustedes ahora;

    53. ustedes, que recibieron la Ley por mediación de ángeles y no la han observado.

    54. Oyendo sus palabras se recomían por dentro y rechinaban los dientes contra él.

    55. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la derecha de Dios,

    56. y dijo: Veo el cielo abierto y a aquel Hombre de pie a la derecha de Dios.

    57. Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos y, todos a una, se echaron sobre él;

    58. lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos, dejando sus capas a los pies de un hombre joven llamado Saulo,

    59. se pusieron a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación: Señor Jesús, recibe mi espíritu.

    60. Luego, cayendo de rodillas, lanzó un grito: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y con estas palabras expiró.