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    Jeremías 50 - Nueva Biblia Española (1975)

    Profecía sobre Babilonia

    1. Palabra del Señor contra Babilonia (país caldeo) por medio del profeta Jeremías:

    2. Anúncienlo a las naciones, pregónenlo, alcen la bandera, pregonen, no lo callen, digan: "Babilonia ha sido conquistada, Bel está confuso, Marduc consternado, sus ídolos derrotados, sus imágenes consternadas".

    3. Porque desde el norte se abalanzó sobre ella un pueblo que asolará su territorio, hasta que no quede en ella un habitante, pues hombres y animales huirán desbandados.

    4. En aquellos días y en aquella hora -oráculo del Señor- vendrán juntos israelitas y judíos, llorando y buscando al Señor, su Dios;

    5. preguntan por Sión y allá se encaminan: "Vamos a unirnos al Señor en alianza eterna, irrevocable".

    6. Mi pueblo era un rebaño perdido que los pastores extraviaban por los montes, iban de monte en colina, olvidando el aprisco;

    7. los que los encontraban se los comían, sus rivales decían: "No somos culpables, pues han pecado contra el Señor, su Pastada legítima, la Esperanza" de sus padres".

    8. Huyan de Babilonia y del territorio caldeo, salgan como cabestros delante del rebaño,

    9. porque yo movilizo contra Babilonia en el norte una alianza de naciones poderosas que formarán contra ella y la conquistarán; sus flechas, como soldado experto, no vuelven de vacío.

    10. Los caldeos serán saqueados y los saqueadores se hartarán -oráculo del Señor- .

    11. Aunque festejen bulliciosamente, ladrones de mi heredad, aunque brinquen como novilla en el prado y relinchen como corceles,

    12. su madre quedará avergonzada, abochornada la que los dio a luz, convertida en la última de las naciones, en desierto y estepa reseca.

    13. Por la cólera del Señor quedará deshabitada y hecha toda un desierto; los que pasen junto a Babilonia silbarán espantados al ver tantas heridas.

    14. Arqueros, pongan cerco a Babilonia, apunten, no ahorren flechas, pues pecó contra el Señor;

    15. lancen el alarido en torno a ella, que se entregue su guarnición, que caigan sus pilares y se derrumben sus murallas; porque el Señor se venga de ella así; lo que hizo háganselo.

    16. Extirpen en Babel al sembrador y al que empuña la hoz en la siega. Huyen de la espada mortífera, cada uno a su gente y a su tierra nativa.

    17. Israel era una oveja descarriada, acosada de leones: primero la devoró el rey de Asiria, últimamente la despedazó Nabucodonosor, rey de Babilonia.

    18. Por eso, dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Yo tomaré cuentas al rey de Babilonia y a su país, como se las tomé al rey de Asiria.

    19. Restituiré Israel a sus dehesas, para que paste en el Carmelo y en Basan, para que sacie su hambre en la sierra de Efraín y en Galaad.

    20. En aquellos días y en aquella hora -oráculo del Señor- se buscará la culpa de Israel, y no aparecerá; el pecado de Judá, y no se encontrará; porque yo perdonaré a los que deje con vida.

    21. ¡Contra el territorio de Merataín avancen, contra los habitantes de Pecod! Aniquila a filo de espada, haz cuanto te diga -oráculo del Señor- ,

    22. Suena el grito de guerra en el país, un grave quebranto:

    23. "¡Ay, arrancado y quebrado el martillo del mundo! ¡Ay Babilonia, convertida en el espanto de las naciones!".

    24. Babilonia, te puse una trampa, y has caído sin darte cuenta; te han sorprendido y apresado porque retaste al Señor.

    25. El Señor ha abierto su arsenal y ha sacado las armas de su ira, porque el Señor de los ejércitos tiene una tarea en el país caldeo.

    26. Vengan contra ella desde el confín: abran los graneros, apilen sus gavillas, destruyan hasta no dejar resto;

    27. maten sus novillos, que bajen al matadero; ¡ay de ellos, les llega el día y la hora de la cuenta!

    28. Oigan a los fugitivos evadidos de Babilonia que anuncian en Sión la venganza del Señor, nuestro Dios, la venganza de su templo.

    29. Recluten contra Babel saeteros, a todos los arqueros; cierren el cerco, que no escape nadie; páguenle sus obras, lo que hizo háganselo: se insolentó contra el Señor, el Santo de Israel;

    30. sus jóvenes caerán en las calles, aquel día sus guerreros enmudecerán -oráculo del Señor- .

    31. ¡Aquí estoy contra ti, insolente! -oráculo del Señor- de los ejércitos-, te llegó el día, la hora de rendir cuentas:

    32. tropezará la insolente, caerá y nadie la levantará. Prenderé fuego a sus pueblos, que consuma todo en torno.

    33. Así dice el Señor de los ejércitos: Israelitas y judíos sufren juntos la opresión, los que los desterraron los retienen y se niegan a soltarlos.

    34. Pero su rescatador es fuerte, se llama Señor de los ejércitos: él defenderá su causa, acallando la tierra, agitando a los habitantes de Babilonia.

    35. ¡Espada!, contra los caldeos, contra los vecinos de Babilonia -oráculo del Señor- , contra sus nobles y sus maestros.

    36. ¡Espada!, contra sus adivinos, que se desconcierten. ¡Espada!, contra sus soldados, que se aterroricen.

    37. ¡Espada!, contra sus caballos y carros, contra la turba entre ellos, que se vuelvan mujeres, contra sus tesoros, para que sean saqueados.

    38. ¡Espada!, contra sus canales, que se sequen, porque es un país de ídolos, que pierde el seso por sus espantajos.

    39. Habitarán allí chacales y hienas y avestruces, por siempre jamás, de edad en edad estará despoblada.

    40. Será como la catástrofe de Sodoma, Gomorra y sus vecinas, donde no habita nadie ni mora hombre alguno -oráculo del Señor- .

    41. Miren: un ejército viene desde el norte, una multitud y muchos reyes se movilizan en el extremo del mundo:

    42. armados de arcos y jabalinas, implacables e inexorables, sus gritos resuenan como el mar, avanzan a caballo, formados como soldados contra ti, Babilonia.

    43. Al oír su fama, el rey de Babilonia se acobarda, lo atenazan ansias y espasmos de parturienta.

    44. Como un león que sube de la espesura del Jordán a los potreros siempre verdes, así los espantaré de repente y me adueñaré de los escogidos, pues ¿quién hay como yo?, ¿quién me desafía?, ¿quién es el pastor que puede resistirme?

    45. Ahora escuchen el designio del Señor contra Babel y sus planes contra el territorio caldeo: Juro que aun las ovejas más pequeñas serán arrebatadas, juro que se espantarán de ellas las pastadas.

    46. Al estruendo de su caída retiembla la tierra, y las naciones escuchan sus gritos