28.8 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Jueces 10 - Nueva Biblia Española (1975)

    Tola y Jair juzgan a Israel

    1. A Abimelec le sucedió como salvador de Israel Tola, hijo de Fuá, de Dodó, de la tribu de Isacar. Vivía en El Zarzal, en la serranía de Efraín.

    2. Gobernó a Israel veintitrés años. Murió y lo enterraron en El Zarzal.

    3. Le sucedió Yair, el galaadita, que gobernó a Israel veintidós años.

    4. Tuvo treinta hijos, que montaban en treinta burros y eran señores de treinta villas, llamadas hasta hoy Villas de Yaír, en Galaad.

    5. Yaír murió y lo enterraron en Camón.

    Jefté liberta a Israel de los amonitas

    6. Los israelitas volvieron a hacer lo que el Señor reprueba: dieron culto a Baal y Astarté, a los dioses de Siria, a los dioses de Fenicia, a los dioses de Moab, a los dioses de los amonitas, a los dioses de los filisteos. Abandonaron al Señor, no le dieron culto.

    7. Entonces el Señor se encolerizó contra Israel y lo vendió a los filisteos y a los amonitas,

    8. que a partir de entonces oprimieron tiránicamente durante dieciocho años a los israelitas de Transjordania, enclave de Galaad en territorio amorreo.

    9. Los amonitas pasaron el Jordán con intención de luchar también contra Judá, Benjamín y la tribu de Efraín; así que Israel llegó a una situación desesperada.

    10. Entonces los israelitas gritaron al Señor: ¡Hemos pecado contra ti! Hemos abandonado al Señor, nuestro Dios, para dar culto a los baales.

    11. El Señor les respondió: Los he librado de los egipcios, de los ¡»morreos, de los amonitas y de los filisteos.

    12. Los fenicios, amalecitas y rnadianitas eran sus tiranos. Ustedes me gritaron, y yo los salvé.

    13. Pero me han abandonado, han dado culto a otros dioses. Por eso no volveré a salvarlos.

    14. Vayan a gritar a los dioses que se han escogido. ¡Que les salven ellos en la hora del peligro!

    15. Los israelitas insistieron ¡Hemos pecado! Haz de nosotros lo que te parezca bien, pero líbranos hoy.

    16. Entonces quitaron de en medio los dioses extranjeros y dieron culto al Señor, que cesó en su cólera ante los sufrimientos de Israel.

    17. Los amonitas, movilizados, acamparon en Atalaya.

    18. La gente decía: El que empiece la guerra contra los amonitas será el caudillo de los que vivimos en Galaad.