Marcos 4 - Nueva Biblia Española (1975)

Parábola del sembrador

1. Otra vez empezó a enseñar junto al lago. Se reunió un gentío tan enorme que él se subió y se sentó en una barca, dentro del lago; la gente toda estaba vuelta hacia el lago, en la playa.

2. Se puso a enseñarles muchas cosas en parábolas; entre lo que enseñaba, les dijo:

3. Escuchen: Salió el sembrador a sembrar;

4. al sembrar, algo cayó en el camino, vinieron los pájaros y se lo comieron.

5. Otra parte cayó en terreno rocoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda,brotó en seguida,

6. pero, en cuanto salió el sol, se quemó y, por falta de raíz, se secó.

7. Otra cayó entre zarzas: crecieron las zarzas, la ahogaron y no granó.

8. Otros granos cayeron en la tierra buena: fueron dando fruto, brotando y creciendo, y producían uno treinta, uno sesenta, uno ciento.

9. Y añadió: Quien tenga oídos para escuchar, que escuche.

10. Cuando se quedó a solas, le preguntaron los de su círculo, incluidos los Doce, por el sentido de las parábolas.

11. Entonces él les dijo: Ustedes están ya en el secreto de lo que es el reinado de Dios; ellos, en cambio, los de fuera, todo lo reciben en parábolas;

12. así, por más que miran, no ven, por más que oyen, no entienden, a menos que" se conviertan y se les perdonen. (Is 6,9-10)

13. Y añadió: ¿No entienden esta parábola?, pues ¿cómo van a comprender todas las demás?

14. El sembrador siembra el mensaje.

15. "Los del camino" son aquellos en quienes se siembra el mensaje, pero en cuanto lo escuchan, viene Satanás y se lleva el mensaje sembrado en ellos.

16. Lo mismo,los que reciben la simiente en terreno rocoso son los que al escuchar el mensaje lo aceptan en seguida con alegría,

17. pero no echa raíces en ellos, son inconstantes, y luego, en cuanto surge un aprieto o persecución por el mensaje, fallan.

18. Otros,los que reciben la semilla entre zarzas, son los que escuchan el mensaje,

19. pero las preocupaciones de esta vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan el mensaje y se queda estéril.

20. Por fin, los que recibieron la semilla en tierra buena son aquellos que escuchan el mensaje, van haciéndolo suyo y van dando fruto, treinta y sesenta y ciento por uno.

Nada oculto que no haya de ser manifestado

21. Les dijo también: ¿Acaso se traeel candil para meterlo debajo del perol o de la cama? ¿No es para ponerlo en el candelero?

22. Porque si algo está escondido es sólo para que se descubra; y si algo se ha ocultado es sólo para que salga a la luz.

23. Quien tenga oídos para escuchar, que escuche.

24. Y añadió: Atención a lo que voy a decirles: la medida que llenen la llenarán para ustedes, y con aumento.

25. Porque al que produce se le dará, y al que no produce se le quitará hasta lo que ha recibido.

Parábola del crecimiento de la semilla

26. Dijo también: Así es el reinado de Dios, como cuando un hombre echa la semilla en la tierra,

27. y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla germina y va creciendo sin que él sepa cómo.

28. Por sí misma, la tierra va dando fruto, primero tallos, luego espigas, después grano apretado en la espiga.

29. Cuando la cosecha está a punto, mete en seguida la hoz, porque ha llegado la siega.

Parábola de la semilla de mostaza

30. Dijo también: ¿Con qué compararemos el reinado de Dios? ¿Qué semejanza usaremos?

31. Con un grano de mostaza, que, cuando se siembra en la tierra, siendo la más pequeña de todas las semillas que existen,

32. sin embargo, cuando se siembra, va subiendo y se hace la hortaliza más alta de todas; y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden anidar a su sombra.

El uso que Jesús hace de las parábolas

33. Con muchas parábolas del mismo estilo les exponía el mensaje, en la medida en que podían escucharlo.

34. No se lo exponía más que en parábolas, pero en privado, a sus propios discípulos se lo explicaba todo.

Jesús calma la tempestad

35. Aquel mismo día, al caer la tarde, les dijo: Crucemos a la orilla de enfrente.

36. Dejaron a la gente y se lo llevaron ellos, tal como estaba, en aquella barca, aunque otras barcas estaban con él.

37. Se produjo un fuerte torbellino de viento: las olas empezaron a abalanzarse hacia la barcahasta casi llenarla,

38. y él se puso en la popa, sobre el cabezal, a dormir. Lo despertaron diciéndole: Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?

39. Se despabiló, increpó al viento y dijo al lago: ¡Silencio, estáte callado! El viento amainó y sobrevino una gran calma.

40. El les dijo: ¿Por qué son tan cobardes? ¿Aún no tienen fe?

41. Les entró un miedo atroz y se decían unos a otros: Pero entonces, ¿quién será éste, que hasta el viento y el agua le obedecen?