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domingo, agosto 18, 2024
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    Números 19 - Nueva Biblia Española (1975)

    La purificación de los inmundos

    1. El Señor habló a Moisés y a Aarón:

    2. Esta es la ley que ha dado el Señor: Di a los israelitas que te traigan una vaca roja sin tara ni defecto y que nunca haya llevado el yugo,

    3. y que se la entreguen al sacerdote Eleazar. El la sacará fuera del campamento, donde la degollarán en su presencia.

    4. Eleazar untará un dedo en su sangre y salpicará siete veces hacia la tienda del encuentro,

    5. Y mandará quemar la vaca en su presencia: se quemará la piel, la carne y la sangre con los intestinos.

    6. Después el sacerdote tomará ramas de cedro, hisopo y púrpura escarlata y los echará al fuego, donde arde la vaca.

    7. El sacerdote lavará sus vestidos, se bañará y después volverá al campamento. Quedará impuro hasta la tarde.

    8. El que la quemó, lavará sus vestidos, se bañará y quedará impuro hasta la tarde.

    9. Un nombre puro se encargará de recoger las cenizas de la vaca y las depositará en un lugar puro fuera del campamento. La comunidad israelita las conservará para preparar el agua lustral, de expiación.

    10. El que recogió las cenizas de la vaca lavará sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde. Ley perpetua para los israelitas y para los emigrantes que viven con ellos:

    11. El que toque un muerto, un cadáver humano, quedará impuro por siete días.

    12. Se purificará con dicha agua al tercero y al séptimo día, y quedará puro; si no lo hace, no quedará puro.

    13. El que toque un muerto, un cadáver humano, y no se purifique, contamina la morada del Señor y será excluido de Israel, porque el agua lustral no ha corrido por su cuerpo. Sigue impuro y la impureza sigue en él.

    14. Ley para cuando un hombre muere dentro de una tienda: El que entre en la tienda y todo lo que hay en ella quedan impuros por siete días.

    15. Todo recipiente abierto que no estaba tapado queda impuro.

    16. El que toque en el campo el cadáver de un hombre apuñalado o cualquier muerto o huesos humanos, o una sepultura, quedará impuro por siete días.

    17. Para el hombre impuro tomarás un poco de ceniza de la víctima quemada y echarás agua corriente en un vaso sobre la ceniza.

    18. Un hombre puro tomará un hisopo, lo mojará en el agua y rociará la tienda, los utensilios, todas las personas que estén allí y al que haya tocado huesos, o un cadáver, o un muerto, o una sepultura. El hombre puro rociará al impuro los días tercero y séptimo.

    19. El séptimo día quedara libre de su pecado, lavará sus vestidos, se bañará y a la tarde quedará puro.

    20. El hombre impuro que no se haya purificado será excluido de la asamblea, por haber contaminado el santuario del Señor. El agua lustral no ha corrido por su cuerpo: él sigue impuro.

    21. Es ley perpetua: El que ha hecho la aspersión con las aguas lústrales lavará sus vestidos. El que toque las aguas lústrales quedará impuro hasta la tarde.

    22. Todo lo que toque el impuro quedará impuro. La persona que toque al impuro quedará impura hasta la tarde.