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    1 Reyes 12 - Serafín de Ausejo 1975

    Rebelión de Israel

    1. Roboán se trasladó a Siquén, adonde había acudido todo Israel para proclamarlo rey.

    2. Al enterarse de ello, Jeroboán, hijo de Nebat, que estaba todavía en Egipto, adonde había huido del rey Salomón, regresó de Egipto,

    3. pues habían enviado a llamarlo. Se presentó Jeroboán con toda la asamblea de Israel y hablaron así a Roboán:

    4. "Tu padre nos puso un yugo muy pesado. Aligera tú ahora la dura servidumbre impuesta por tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros y te serviremos".

    5. Respondióles él: "Volved a mí dentro de tres días". El pueblo se retiró.

    6. El rey Roboán pidió consejo a los ancianos que habían estado al servicio de Salomón, su padre, mientras éste vivía, y les preguntó: "¿Qué me aconsejáis que responda a este pueblo?".

    7. Ellos le contestaron: "Si hoy te muestras benévolo con este pueblo, los sirves y les haces caso y les respondes con buenas palabras, ellos serán para siempre servidores tuyos".

    8. Pero él desechó el consejo que le dieron los ancianos y consultó a los jóvenes que se habían criado con él y que ahora estaban a su servicio.

    9. Y les preguntó: "¿Qué me aconsejáis vosotros que responda a este pueblo que me ha hablado así: "Aligera tú el yugo que nos impuso tu padre?"".

    10. Respondiéronle los jóvenes que se habían criado con él: "Así debes responder a este pueblo que te ha dicho: "Tu padre nos puso un yugo muy pesado, ahora procura tú hacerlo más liviano"; así debes responder: "Mi dedo meñique es más grueso que el torso de mi padre.

    11. Así que, si mi padre os impuso un yugo pesado, yo agravaré aún más vuestro yugo. Mi padre os azotó con látigos, pero yo os azotaré con escorpiones "".

    12. Al tercer día se presentó Jeroboán acompañado de todo el pueblo ante Roboán, como les había indicado el rey cuando les dijo: "Volved a mí dentro de tres días".

    13. El rey respondió al pueblo con dureza, desechando el consejo que le habían dado los ancianos.

    14. Les habló como le habían aconsejado los jóvenes y les dijo: "Un yugo pesado os impuso mi padre, pero yo agravaré aún más vuestro yugo. Si mi padre os azotó con látigos, yo os azotaré con escorpiones".

    15. No escuchó, pues, el rey al pueblo, porque así estaba dispuesto por Yahveh, para que se cumpliera la palabra que Yahveh había anunciado por medio de Ajías de Siló, a Jeroboán, hijo de Nebat.

    16. Todos los de Israel, viendo que el rey no los escuchaba, respondieron al rey con estas palabras: "¿Qué parte tenemos nosotros con David? ¡No tenemos heredad con el hijo de Jesé! ¡A tus tiendas, Israel! ¡Mira ahora por tu casa, David!". Y los de Israel se fueron a sus tiendas.

    17. No obstante, Roboán reinó sobre los israelitas que moraban en las ciudades de Judá.

    18. Envió entonces el rey Roboán a Adonirán, supervisor de las levas, pero todo Israel lo lapidó hasta causarle la muerte. Incluso el rey Roboán tuvo que apresurarse a subir al carro para huir a Jerusalén.

    19. Así se separó Israel de la casa de David hasta el día de hoy.

    20. Cuando todo Israel supo que Jeroboán había regresado, enviaron a llamarlo a la asamblea y le proclamaron rey de todo Israel. Tan sólo la tribu de Judá quedó vinculada a la casa de David.

    21. Así que llegó Roboán a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá, juntamente con la tribu de Benjamín: ciento ochenta mil hombres, guerreros escogidos, para marchar contra la casa de Israel y restituir el reino a Roboán, hijo de Salomón.

    22. Pero Dios dirigió su palabra a Semaías, varón de Dios, diciéndole:

    23. "Di a Roboán, hijo de Salomón, rey de Judá y a toda la casa de Judá y de Benjamín y al resto del pueblo:

    24. "Así habla Yahveh: no subáis a combatir contra vuestros hermanos, los israelitas. Vuélvase cada uno a su casa, porque de mí proviene esto"". Obedecieron ellos la intimación de Yahveh y abandonaron la campaña, conforme a la palabra de Yahveh.

    El pecado de Jeroboam

    25. Jeroboán fortificó Siquén, en la montaña de Efraín, y estableció en ella su residencia. Luego, salió de allí y fortificó Penuel.

    26. Después Jeroboán pensó en su interior: "El reino podría volver a la casa de David,

    27. si el pueblo continúa subiendo a Jerusalén para ofrecer sacrificios en el templo de Yahveh. Porque, entonces, el corazón de este pueblo se volverá a su señor, Roboán, rey de Judá, y terminarán por matarme para retornar a Roboán, rey de Judá".

    28. Después de haberse asesorado el rey, mandó fabricar dos becerros de oro, y dijo al pueblo: "¡Basta ya de subir a Jerusalén! Aquí tienes, Israel, a tu Dios, el que te sacó de la tierra de Egipto".

    29. Y puso el uno en Betel y el otro en Dan.

    30. Esto fue ocasión de pecado, pues la gente iba al uno y al otro, a Betel y a Dan.

    31. Edificó, además, santuarios en los lugares altos, y eligió sacerdotes de entre el pueblo que no eran levitas.

    32. Jeroboán instituyó también una fiesta el día quince del octavo mes, similar a la de Judá, y él mismo subió al altar. Así hizo en Betel, donde ofreció sacrificios a los becerros que había fabricado. Y estableció en Betel a los sacerdotes de los lugares altos que había construido.

    33. Y el día siguiente del octavo mes, el mes que él había escogido por propia iniciativa, subió al altar que había construido en Betel, instituyó una fiesta para los israelitas y él mismo subió al altar para quemar incienso.