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    1 Samuel 14 - Serafín de Ausejo 1975

    1. Un día, Jonatán, hijo de Saúl, dijo a su escudero: "Ven; vamos a pasar hasta el puesto de los filisteos que está allí al otro lado". Pero nada le dijo a su padre.

    2. Saúl estaba apostado en un extremo de Guibeá, bajo el granado que hay en Migrón, con unos seiscientos hombres.

    3. Ajías, hijo de Ajitub, hermano de Icabod, hijo de Pinjás, hijo de Elí, sacerdote de Yahveh en Siló, llevaba el efod. La gente no sabía que Jonatán se había marchado.

    4. En el desfiladero por el que Jonatán intentaba pasar al puesto de los filisteos había un saliente de roca en un lado y otro saliente de roca en el otro: el uno se llamaba Boses, y el otro Sené.

    5. Uno de los salientes está situado al norte, frente a Micmás, y el otro al sur, frente a Gueba.

    6. Jonatán dijo a su escudero. "Ven; vamos a pasar al puesto de esos incircuncisos. Quizá Yahveh haga algo por nosotros, porque nada le impide a Yahveh dar la victoria con muchos o con pocos".

    7. El escudero le respondió: "Haz todo aquello a que te inclina tu corazón; yo estoy contigo para lo que quieras".

    8. Jonatán dijo: "Vamos a pasar adonde están esos hombres y nos pondremos delante de ellos.

    9. Si nos dicen: "Deteneos hasta que lleguemos donde vosotros", nos quedaremos en nuestro lugar y no avanzaremos hacia ellos.

    10. Pero si dicen: "Subid hacia nosotros", entonces avanzaremos, porque Yahveh los va a entregar en nuestras manos. Ésta será para nosotros la señal".

    11. Se presentaron los dos a la vista de la guarnición de los filisteos y éstos dijeron: "Mirad: los hebreos salen de los agujeros donde se habían escondido".

    12. Y los hombres de la guarnición, dirigiéndose a Jonatán y a su escudero, les gritaron: "Subid hacia nosotros, que os vamos a enseñar una cosa". Dijo entonces Jonatán a su escudero: "Sube detrás de mí, pues Yahveh los va a entregar en manos de Israel".

    13. Subió Jonatán valiéndose de pies y manos, y tras él su escudero. Los filisteos caían ante Jonatán, y su escudero los iba rematando detrás de él.

    14. Esta primera matanza que hicieron Jonatán y su escudero fue de unos veinte hombres en un espacio como de media yugada de terreno.

    15. Cundió el pánico en el campamento, en el campo y en toda la gente de la guarnición; y hasta la tropa de la avanzadilla fue víctima del pánico. Tembló la tierra como presa de un terror divino.

    16. Los centinelas de Saúl apostados en Guibeá de Benjamín vieron que la multitud de filisteos se agitaba y corría de un lado para otro

    17. Entonces Saúl dijo a la gente que estaba con él: "Pasad revista para ver quién de los nuestros se ha ido". Pasaron revista y resultó que no estaban Jonatán ni su escudero.

    18. Dijo entonces Saúl a Ajías: "Trae el efod ", pues aquel día era él quien llevaba el efod en presencia de Israel.

    19. Mientras hablaba Saúl con el sacerdote, en el campamento de los filisteos fue aumentando el tumulto. Dijo entonces Saúl al sacerdote: "¡Retira tu mano! ".

    20. Saúl se reunió con todo su ejército y se acercaron al lugar del combate. Los filisteos volvieron la espada unos contra otros en medio de una gran confusión.

    21. Los hebreos que desde antes estaban al servicio de los filisteos y habían subido con ellos al campamento se pusieron también al lado de los israelitas que estaban con Saúl y Jonatán.

    22. Y todos los hombres de Israel que se habían escondido en la montaña de Efraín, al enterarse de que los filisteos huían, se pusieron también a perseguirlos en la batalla.

    23. Así salvó Yahveh aquel día a Israel; y el combate se extendió hasta más allá de Bet Avén.

    24. Estaban aquel día los israelitas extenuados. Saúl había conjurado al pueblo: "¡Maldito quien coma algo antes del atardecer, antes de que me vengue de mis enemigos!". Por ello, nadie de la tropa probó bocado.

    25. Llegó entonces todo el ejército a un bosque donde había miel por el suelo.

    26. Entró la gente en el bosque y vió cómo había miel destilada, pero nadie se atrevió a llevársela a la boca, por miedo a la imprecación.

    27. Pero Jonatán no se había enterado del juramento de su padre ante el pueblo y alargó la punta de la vara que llevaba en la mano, la mojó en un panal de miel, la volvió con la mano a su boca, y le brillaron los ojos.

    28. Entonces uno de la tropa le dijo: "Tu padre ha conjurado solemnemente al pueblo: "¡Maldito quien hoy coma algo!". Y la gente se encuentra extenuada".

    29. Replicó Jonatán: "Mi padre ha perjudicado al país. Ved cómo han brillado mis ojos en cuanto gusté un poco de esta miel.

    30. Si la tropa hubiera comido hoy del botín tomado al enemigo, ¿no habría sido mayor la derrota de los filisteos?".

    31. Aquel día los filisteos fueron batidos desde Micmás hasta Ayalón, pero la gente se sentía sobremanera desfallecida.

    32. Por ello la tropa se precipitó sobre el botín, se apoderó de ovejas, bueyes y becerros, los degolló en el suelo y se los comieron con la sangre.

    33. Pasaron aviso a Saúl: "La tropa está pecando contra Yahveh por comer carne con sangre". Él dijo entonces: "Habéis prevaricado. Haced rodar hacia mí ahora una piedra grande".

    34. Luego dijo Saúl: "Pasad por entre la tropa y decidle que me traiga cada uno su buey o su oveja; los degollaréis aquí y los podéis comer después, sin pecar contra Yahveh por comerlos con la sangre". Presentó, pues, cada uno de los de la tropa lo que tenía en su poder aquella noche y lo degollaron allí.

    35. Saúl, edificó pues, un altar a Yahveh: éste fue el primer altar que él edificó a Yahveh.

    36. Dijo luego Saúl: "Bajemos en persecución de los filisteos durante la noche para saquearlos hasta que despunte la mañana. No dejaremos ni un solo hombre". Ellos respondieron: "Haz lo que bien te parezca". Pero el sacerdote dijo: "Acerquémonos aquí a Dios".

    37. Consultó Saúl a Dios: "¿Debo bajar en persecución de los filisteos? ¿Los entregarás en manos de Israel?". Pero aquel día él no respondió.

    38. Dijo entonces Saúl: "Acercaos aquí todos los jefes del ejército: inquirid y ved en qué ha consistido el pecado de hoy.

    39. Porque vive Yahveh, que ha salvado a Israel, que, aunque se trate de mi hijo Jonatán, ha de morir sin remisión". Pero nadie del pueblo le respondió.

    40. Dijo entonces a todo Israel: "Poneos vosotros en un lado, y yo y mi hijo Jonatán nos pondremos en el otro". Y el pueblo dijo a Saúl: "Haz lo que mejor te parezca".

    41. Saúl preguntó a Yahveh: "Dios de Israel, ¿por qué no has respondido hoy a tu siervo? Si el pecado está en mí o en mi hijo Jonatán, Yahveh, Dios de Israel, da urim; si el pecado está en tu pueblo Israel, da tummim ". Y fueron designados Jonatán y Saúl, quedando libre el pueblo.

    42. Dijo Saúl: "Echad ahora las suertes entre mi hijo Jonatán y yo". Y fue señalado Jonatán.

    43. Dijo entonces Saúl a Jonatán: "Cuéntame lo que has hecho". Jonatán se lo declaró: "Probé con la punta de la vara que tenía en mi mano un poco de miel. Aquí estoy, dispuesto a morir".

    44. Replicó Saúl: "Que Dios me haga esto y me añada lo otro, si tú no mueres, Jonatán".

    45. Pero el ejército dijo a Saúl: "¿Va a morir Jonatán, cuando ha sido él quien consiguió esta gran victoria en Israel? ¡De ninguna manera! Por vida de Yahveh, que no ha de caer en tierra un solo cabello de su cabeza, porque con la ayuda de Dios ha actuado hoy así". De este modo, el ejército libró a Jonatán de la muerte.

    46. Saúl entonces detuvo la persecución de los filisteos, y éstos se volvieron a sus tierras.

    47. Desde el momento en que asumió la realeza sobre Israel, hizo Saúl la guerra contra todos sus enemigos de alrededor: contra Moab, contra los amonitas, contra Edom, contra los reyes de Sobá y contra los filisteos; y adondequiera que se dirigía, triunfaba.

    48. Se mostró valiente, derrotó a Amalec y salvó a Israel de los que lo devastaban.

    49. Los hijos de Saúl fueron Jonatán, Isyó y Malquisúa. El nombre de sus dos hijas eran: el de la mayor Merab, y el de la pequeña Mical.

    50. La mujer de Saúl se llamaba Ajinoán, hija de Ajimás. Y el jefe de su ejército se llamaba Abner, hijo de Ner, tío de Saúl.

    51. Quis, padre de Saúl, y Ner, padre de Abner, eran hijos de Abiel.

    52. La guerra contra los filisteos fue encarnizada durante toda la vida de Saúl. Por eso, a todo hombre valiente y esforzado que veía Saúl, lo alistaba en sus filas.