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    2 Crónicas 24 - Serafín de Ausejo 1975

    Reinado de Joás de Judá

    1. Tenía Joás siete años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años en Jerusalén. Su madre se llamaba Sibía, de Berseba.

    2. Hizo Joás lo que es recto a los ojos de Yahveh mientras vivió el sacerdote Joadá,

    3. quien tomó para él dos mujeres, de las que tuvo Joás hijos e hijas.

    4. Después de esto, decidió Joás renovar el templo de Yahveh.

    5. Reunió a los sacerdotes y levitas y les dijo: "Salid por la ciudades de Judá y recoged de todo Israel dinero para reparar de año en año el templo de vuestro Dios, y daos prisa en ello". Pero los levitas no se mostraron diligentes.

    6. Entonces llamó el rey al sumo sacerdote Joadá y le dijo: "¿Por qué no has requerido a los levitas para que trajesen de Judá y de Jerusalén la contribución impuesta por Moisés, siervo de Yahveh, y la asamblea de Israel, para la tienda del encuentro?".

    7. Porque la impía Atalía y sus hijos habían causado destrozos en el templo de Dios, e incluso habían dedicado a los baales todos los objetos sagrados del templo de Yahveh.

    8. Mandó entonces el rey que hiciesen un arca y la colocaron a la puerta del templo de Yahveh, por la parte de fuera.

    9. Hicieron pregonar por Judá y por Jerusalén que trajeran a Yahveh la contribución impuesta por Moisés, siervo de Dios, a Israel en el desierto.

    10. Todos los jefes y todo el pueblo se complacieron en ello: trajeron su contribución y la echaron en el arca hasta llenarla.

    11. A su tiempo, cuando veían que había mucho dinero, los levitas llevaban el arca al intendente del rey. Entonces venían el escriba del rey y el representante del sumo sacerdote, vaciaban el arca y a continuación la devolvían a su lugar. Así lo hacían a su debido tiempo, y llegaron a recoger mucho dinero.

    12. El rey y Joadá lo entregaban a los encargados de la reparación del templo de Yahveh, los cuales pagaban a los canteros y carpinteros contratados para restaurar el templo de Yahveh, así como a los que trabajaban el hierro y el bronce para reparar el templo de Yahveh.

    13. Así hicieron los encargados de las obras, y la reparación de la obra progresó en sus manos. Restituyeron el templo de Dios a su primer estado y lo consolidaron.

    14. Terminadas las obras, llevaron al rey y a Joadá el dinero sobrante, con el que se hicieron utensilios para el templo de Yahveh: utensilios para el culto, para los holocaustos, cucharas y objetos de oro y de plata. Así, constantemente se ofrecían holocaustos en el templo de Yahveh durante la vida de Joadá.

    15. Pero Joadá envejeció y, colmado de días, murió. Ciento treinta años tenía cuando murió.

    16. Lo sepultaron en la Ciudad de David, con los reyes, pues había hecho el bien en Israel en lo referente a Dios y a su templo.

    17. Después de la muerte de Joadá, vinieron los jefes de Judá a postrarse delante del rey y, en esta ocasión, el rey les prestó oídos.

    18. Abandonando el templo de Yahveh, Dios de sus padres, sirvieron a las aserás y a los ídolos. La cólera de Dios se cernió sobre Judá y Jerusalén por culpa de ellos.

    19. Les envió profetas para convertirlos a Yahveh, que dieron testimonio contra ellos, pero no les prestaron oídos.

    20. Entonces el espíritu de Dios se apoderó de Zacarías, hijo del sacerdote Joadá, quien, presentándose ante el pueblo, le dijo: "Así habla Dios: "¿Por qué traspasáis los mandamientos de Yahveh? Así no podéis prosperar; y puesto que habéis abandonado a Yahveh, él os abandonará"".

    21. Pero ellos conspiraron contra él y lo lapidaron por orden del rey en el atrio del templo de Yahveh.

    22. No se acordó el rey Joás de la benevolencia que Joadá, padre de Zacarías, le había mostrado, sino que mató a su hijo, quien dijo al morir: "Que Yahveh lo vea y te lo demande".

    23. Sucedió que, a la vuelta de un año, subió contra él un ejército de arameos, que invadieron Judá y Jerusalén, exterminaron de la población a todos los jefes del pueblo y enviaron todo su botín al rey de Damasco.

    24. Aunque los hombres que vinieron con el ejército de Aram eran pocos, Yahveh entregó en sus manos a un ejército mucho mayor, porque habían abandonado a Yahveh, Dios de sus padres; y así hicieron justicia con Joás.

    25. Cuando se alejaron de él, dejándolo gravemente enfermo, sus propios servidores se conjuraron contra él para vengar la sangre del hijo del sacerdote Joadá, y le dieron muerte en su lecho. Murió y lo sepultaron en la Ciudad de David, pero no en las tumbas reales.

    26. Éstos son los que conspiraron contra él: Zabad, hijo de Simat, la amonita, y Jozabad, hijo de Simrit, la moabita.

    27. Lo referente a sus hijos, a las numerosas profecías contra él y a la restauración del templo de Dios, está escrito en el midrás del libro de los reyes. Le sucedió en el trono su hijo Amasías.