31 C
Miami
sábado, agosto 17, 2024
Más


    2 Samuel 13 - Serafín de Ausejo 1975

    Amnón y Tamar

    1. Sucedió después de esto que Absalón, hijo de David, tenía una hermana muy bella, por nombre Tamar, y que se enamoró de ella Amnón, hijo de David.

    2. Andaba Amnón atormentado y a punto de enfermar por amor a Tamar, su hermana, porque, siendo ella virgen, le parecía difícil a Amnón conseguir nada de ella.

    3. Amnón tenía un amigo sumamente astuto, llamado Jonadab, hijo de Simá, hermano de David.

    4. Éste le preguntó: "¿Por qué tú, hijo del rey, estás cada día más macilento? ¿No me lo vas a descubrir?". Amnón le respondió: "Es que estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absalón".

    5. Le dijo Jonadab: "Acuéstate en tu lecho y fíngete enfermo; y cuando venga tu padre a verte, dile: "Que venga mi hermana Tamar a darme de comer, pero que prepare delante de mí la comida, para que yo lo vea y coma de su mano"".

    6. Acostóse, pues, Amnón y se fingió enfermo; y cuando fue a verlo el rey, dijole Amnón: "Que venga, por favor, mi hermana Tamar, y prepare delante de mí un par de tortas, para que yo las coma de su mano".

    7. Envió el rey a buscar a Tamar a su casa y a decirle: "Vete a casa de tu hermano Amnón y prepárale algo de comer".

    8. Tamar se fue a casa de su hermano Amnón, que estaba acostado, y tomando la masa, la preparó, hizo las tortas delante de él y las frió.

    9. Tomó luego la sartén y la vació delante de él; pero él no quiso comer. Amnón dijo entonces: "Que salgan todos de aquí"; y salieron todos.

    10. Luego dijo Amnón a Tamar: "Tráeme la comida a la alcoba, para que yo la coma de tu mano". Y tomando Tamar las tortas que había aderezado se las llevó a su hermano Amnón a la alcoba.

    11. Cuando se las presentó para que comiera, Amnón la retuvo y le dijo: "Ven, y acuéstate conmigo, hermana mía".

    12. Replicó ella: "No, hermano mío, no me fuerces; que no se hace esto en Israel. No cometas tal infamia.

    13. ¿A dónde iría yo con mi deshonra? Y tú serías un infame en Israel. Habla, por favor, con el rey, que no se negará a entregarme a ti".

    14. Pero él no quiso escucharla, sino que la sujetó y consiguió por la fuerza acostarse con ella.

    15. Amnón sintió en el acto por ella tan gran aborrecimiento que superaba al amor con que antes la había amado. Por eso le dijo: "Levántate y vete".

    16. Ella le contestó: "No; que la maldad de despacharme ahora es mayor que la otra que acabas de cometer contra mí". Pero él no quiso escucharla,

    17. sino que llamó al criado que estaba a su servicio y le dijo: "Echa a ésta fuera de aquí, y cierra tras ella la puerta".

    18. Llevaba ella una túnica larga y con mangas, pues así se vestían antes las hijas del rey vírgenes. El criado la echó fuera y cerró la puerta tras ella.

    19. Tamar se echó ceniza sobre la cabeza y rasgó su larga túnica de mangas, se cubrió la cabeza con las manos y se fue dando gritos.

    Venganza y huida de Absalón

    20. Su hermano Absalón le preguntó: "¿Ha estado tu hermano Amnón contigo? Ahora cállate, hermana mía, es tu hermano, no te aflijas por esto". Y Tamar, desolada, se quedó en casa de su hermano Absalón.

    21. Cuando el rey David se enteró de todas estas cosas se encolerizó mucho, pero no quiso contristar a su hijo Amnón, porque lo amaba, por ser su primogénito.

    22. Por su parte, Absalón no habló palabra con Amnón, ni buena ni mala, porque lo odiaba por haber forzado a su hermana Tamar.

    23. Dos años después, con motivo de tener Absalón esquiladores en Baal Jasor, cerca de Efraín, invitó a todos los hijos del rey.

    24. Se presentó, pues, al rey y le dijo: "Mira: tu siervo está de esquileo; que venga el rey con sus servidores a casa de tu siervo".

    25. Pero el rey le respondió: "¡No, hijo mío! No debemos ir todos para no serte gravosos". Y aunque él insistió, el rey no quiso ir, y le dio la bendición.

    26. Le dijo entonces Absalón: "Pues al menos, que venga con nosotros mi hermano Amnón". A lo que respondió el rey: "¿Para qué ha de ir contigo?".

    27. Pero ante la insistencia de Absalón, dejó partir con él a Amnón y a todos los hijos del rey. Absalón preparó un festín digno de un rey

    28. y dio a sus criados esta orden: "¡Estad atentos! Cuando el corazón de Amnón se haya alegrado con el vino y yo os diga: "Herid a Amnón, matadlo", no temáis. ¿No soy yo quien os lo manda? ¡Tened ánimo y sed valientes!".

    29. Los criados de Absalón hicieron con Amnón lo que les había ordenado Absalón. Entonces se levantaron todos los hijos del rey y, montando cada uno su mulo, se dieron a la fuga.

    30. Cuando todavía iban ellos de camino, llegó a David un rumor que decía: "¡Absalón ha matado a todos los hijos del rey, y no ha quedado siquiera uno de ellos!".

    31. El rey se levantó, rasgó sus vestiduras y se postró en tierra; y todos los servidores que le acompañaban rasgaron también sus vestiduras.

    32. Tomó entonces la palabra Jonadab, hijo de Simá, hermano de David, y dijo: "No piense mi señor que han matado a todos los jóvenes, a los hijos del rey; es sólo Amnón el que ha muerto, pues la sentencia ya estaba en boca de Absalón desde el día en que aquél violó a su hermana Tamar.

    33. Así que deseche mi señor el rey la idea de que han muerto todos los hijos del rey, porque sólo ha muerto Amnón".

    34. Y Absalón emprendió la huida. Cuando el centinela levantó la vista, divisó mucha gente que venía por el camino de Joronáin, por la ladera del monte. [Se fue, pues, el centinela a informar al rey y le dijo: "He visto gente que baja por el camino de Joronáin, por la ladera del monte. "]

    35. Dijo entonces Jonadab al rey: "Mira cómo los hijos del rey vienen, como había dicho tu siervo".

    36. Y apenas acabó de hablar, llegaron los hijos del rey, quienes, en alta voz, empezaron a llorar. También el rey y todos sus servidores prorrumpieron en gran llanto.

    37. Absalón había huido y se había refugiado en casa de Talmay, hijo de Amiud, rey de Guesur. Hizo duelo David por su hijo Amnón todo ese tiempo.

    38. Absalón permaneció tres años refugiado en Guesur.

    39. El espíritu del rey se consumía en deseos de ver a Absalón, pues ya se había consolado de la muerte de Amnón.