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miércoles, julio 17, 2024
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    2 Samuel 7 - Serafín de Ausejo 1975

    Pacto de Dios con David

    1. Cuando el rey estaba ya instalado en su palacio y Yahveh le había otorgado paz frente a todos sus enemigos de su entorno,

    2. dijo el rey al profeta Natán: "Fíjate que yo habito en un palacio de cedro, mientras el arca de Dios está bajo una tienda".

    3. Respondió Natán al rey: "Anda y pon por obra todo cuanto tienes en tu corazón, porque Yahveh está contigo".

    4. Pero aquella misma noche le fue dirigida a Natán la palabra de Yahveh, que le dijo:

    5. "Ve y di a mi siervo David: así habla Yahveh: ¿vas a edificarme tú una casa para que yo habite en ella?

    6. Nunca he habitado en ninguna casa desde el día en que hice subir de Egipto a los israelitas hasta hoy, sino que he andado trashumante en tiendas y pabellones.

    7. Durante todo el tiempo en que anduve en medio de todos los israelitas, dije yo acaso a alguno de los jefes de Israel por mí designados para apacentar a mi pueblo Israel: ¿por qué no me habéis edificado una casa de cedro?

    8. Ahora, pues, esto dirás a mi siervo David: así habla Yahveh Sebaot: yo te tomé de los pastizales, de detrás del rebaño, para que fueras caudillo de mi pueblo Israel.

    9. He estado contigo por dondequiera que has ido y he exterminado delante de ti a todos tus enemigos. Te voy a dar un nombre tan grande como el de los magnates de la tierra.

    10. Fijaré un lugar para mi pueblo Israel: allí lo plantaré y allí morará, sin que sea ya turbado, pues los hijos de la iniquidad no volverán a afligirlo como antes,

    11. en el tiempo en que establecí jueces sobre mi pueblo Israel. Yo te daré descanso de todos tus enemigos. Yahveh te hace saber, además, que él edificará casa para ti.

    12. Y cuando se cumplan tus días y vayas a descansar con tus padres, yo suscitaré después de ti un linaje salido de tus entrañas y consolidaré su reino.

    13. Él edificará una casa a mi nombre, y yo afirmaré el trono de su reino para siempre.

    14. Yo seré para él padre, y él será mi hijo, de suerte que, si se desvía, lo castigaré con vara de hombres y con azotes humanos,

    15. pero no se apartará de él mi benevolencia como la aparté de Saúl, a quien arrojé de mi presencia.

    16. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono quedará consolidado para siempre".

    17. Natán comunicó punto por punto a David estas palabras y esta visión.

    18. Entró luego el rey David, se puso ante Yahveh y exclamó: "¿Quién soy yo, Señor Yahveh, y qué es mi casa, para que me hayas hecho llegar hasta aquí?

    19. Y aun esto ha parecido demasiado poco a tus ojos, Señor Yahveh, que hablas de la casa de tu siervo para tiempos lejanos. Por esta ley se rige el hombre, mi Señor Yahveh

    20. ¿Qué más podrá decirte David? Tú conoces a tu siervo, Señor mío, Yahveh.

    21. Por tu palabra, y según tu corazón, has realizado estas grandes obras y las has dado a conocer a tu siervo.

    22. Por eso eres grande, Señor mío, Yahveh. Nadie hay como tú, ni hay otro Dios fuera de ti, conforme a todo lo que oyeron nuestros oídos.

    23. Y por otra parte, ¿quién hay como tu pueblo, como Israel -nación única en la tierra-, al que Dios haya venido a rescatar para hacerlo su pueblo y darle renombre, para realizar en él portentos y maravillas arrojando a las gentes y sus dioses delante de tu pueblo que rescataste de Egipto para ti?

    24. Tú confirmaste a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre, de forma que tú, Yahveh, seas su Dios.

    25. Ahora, pues, Yahveh Dios, mantén por siempre la palabra que has empeñado en favor de tu siervo y de su casa, y haz conforme a lo que has hablado.

    26. Sea exaltado por siempre tu nombre, y dígase: "Yahveh Sebaot es el Dios de Israel". Y que la casa de tu siervo David permanezca firme en tu presencia;

    27. pues tú, Yahveh Sebaot, Dios de Israel, te has revelado a los oídos de tu siervo, diciéndole: "Yo te edificaré una casa". Por eso tu siervo se atreve a dirigirte esta plegaria.

    28. Ahora, pues, Señor mío, Yahveh, puesto que eres Dios y tus palabras son verdaderas y has prometido a tu siervo esta dicha,

    29. dígnate ahora bendecir la casa de tu siervo para que permanezca por siempre ante tu presencia, pues eres tú, mi Señor Yahveh, el que has hablado, y por tu bendición será bendita por siempre la casa de tu siervo".