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sábado, agosto 17, 2024
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    Deuteronomio 17 - Serafín de Ausejo 1975

    1. No ofrecerás en sacrificio a Yahveh, tu Dios, ganado mayor ni menor que tenga alguna tara o un defecto cualquiera, porque es abominación para Yahveh, tu Dios.

    2. Si en medio de ti, en alguna de las ciudades que Yahveh, tu Dios, te va a dar, hubiere hombre o mujer que hiciere el mal a los ojos de Yahveh, tu Dios, violando su alianza,

    3. yéndose a servir a otros dioses y a postrarse ante ellos, ante el sol, ante la luna o ante todo el ejército del cielo, cosa que yo no he mandado;

    4. si te lo denuncian o tú oyes hablar de ello, harás una detenida averiguación. Si se comprueba a ciencia cierta que se cometió esa abominación en Israel,

    5. sacarás a las puertas de tu ciudad al hombre o a la mujer que han cometido tal maldad y los lapidarás hasta que mueran.

    6. Sólo por declaración de dos o tres testigos se podrá dar muerte al que sea reo de ella, no se le podrá condenar a muerte por declaración de un solo testigo.

    7. Los testigos serán los primeros en descargar sus manos sobre él para hacerle morir; y luego, las manos de todo el pueblo. Así quitarás el mal de en medio de ti.

    8. Si has de juzgar casos que te sean demasiado difíciles: casos de homicidio, de colisión de derechos, de heridas, de asuntos controvertidos en tus ciudades, te levantarás, subirás al lugar que haya escogido Yahveh, tu Dios,

    9. te presentarás a los sacerdotes levíticos y al juez entonces en funciones y los consultarás, y ellos te dirán cómo ha de juzgarse según derecho.

    10. Tú, luego, te ajustarás al fallo que te hayan indicado en el lugar que haya escogido Yahveh, y cuidarás de actuar conforme a lo que ellos te hayan enseñado.

    11. Actuarás, pues, conforme a la ley que ellos te enseñen y a la sentencia que te den; no te desviarás ni a la derecha ni a la izquierda de cuanto te hayan señalado.

    12. Y si alguno, por arrogancia, no quiere escuchar al sacerdote que está allí para servir a Yahveh, tu Dios, ni al juez, ese hombre morirá; así quitarás de Israel el mal.

    13. Todo el pueblo, cuando se entere, temerá, y no actuará más con arrogancia.

    Instrucciones acerca de un rey

    14. Si cuando hayas entrado en el país que Yahveh, tu Dios, te va a dar, lo hayas conquistado y habites en él, te dices: "Voy a establecer sobre mí un rey, como todas las naciones que me rodean",

    15. podrás establecer sobre ti solamente al rey que Yahveh, tu Dios, escoja. Establecerás sobre ti como rey a uno de tus hermanos; no podrás darte por rey un extranjero, que no es tu hermano.

    16. Pero no ha de tener muchos caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto para aumentar su caballería, porque Yahveh os ha dicho: "No volveréis jamás por ese camino".

    17. No ha de tener muchas mujeres, para que no se descarríe su corazón; ni amontonará plata y oro en exceso.

    18. En cuanto se siente en el trono de su realeza, se procurará para su uso una copia de esta ley, a partir del original que está en poder de los sacerdotes levíticos.

    19. La tendrá consigo y leerá en ella todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Yahveh, su Dios, a guardar todas las palabras de esta ley y a practicar estos preceptos,

    20. a fin de que su corazón no se engría creyéndose superior a sus hermanos, ni se aparte de los mandamientos a la derecha o a la izquierda, y así prolongue los días de su reinado, él y sus hijos, en medio de Israel.