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domingo, agosto 18, 2024
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    Deuteronomio 19 - Serafín de Ausejo 1975

    Las ciudades de refugio

    1. Cuando Yahveh, tu Dios, haya exterminado las naciones, cuya tierra Yahveh, tu Dios, te va a dar, y tú las hayas expulsado y habites en sus ciudades y en sus casas,

    2. te reservarás tres ciudades en medio del país que Yahveh, tu Dios, te va a dar en posesión.

    3. Medirás las distancias y dividirás en tres el territorio del país que Yahveh, tu Dios, te adjudica, para que los homicidas puedan refugiarse en esas ciudades.

    4. Éstos son los casos de homicidas que pueden salvar su vida refugiándose allí: si alguien hiere mortalmente, pero de forma involuntaria, a su prójimo, sin que hubiera habido antes enemistad entre ellos;

    5. si uno, por ejemplo, va con un compañero al bosque para cortar leña y, al manejar el hacha para derribar un árbol, se le sale el hierro del mango, golpea al otro y lo hiere de muerte, este hombre podrá refugiarse en una de aquellas ciudades y así salvar su vida;

    6. evitando que el vengador de sangre, con el corazón encendido en cólera, persiga al homicida, le dé alcance, por ser largo el camino, y le mate, cuando no es reo de muerte, porque no actuó por odio.

    7. Por eso yo te ordeno: resérvate tres ciudades.

    8. Si Yahveh, tu Dios, ensancha tu territorio, como se lo juró a tus padres, y te da toda la tierra que a tus padres prometió darles,

    9. siempre que guardes y practiques todos los mandamientos que yo te prescribo hoy amando a Yahveh, tu Dios, y caminando siempre por todos sus caminos, entonces a esas tres ciudades añadirás otras tres más.

    10. Así evitarás que se derrame sangre inocente en medio del país que Yahveh, tu Dios, te va a dar en herencia, y no habrá sangre sobre ti.

    11. Pero si un homicida odia a su prójimo, lo acecha, se abalanza sobre él y lo hiere mortalmente, y luego se refugia en una de esas ciudades,

    12. los ancianos de su ciudad enviarán a prenderlo de allí y lo entregarán en manos del vengador de sangre para que muera.

    13. No se apiadarán de él tus ojos; harás desaparecer de Israel la efusión de sangre del inocente, y te irá bien.

    14. No moverás los mojones de tu prójimo de como los trazaron los antepasados en la heredad que recibas en la tierra que Yahveh, tu Dios, va a darte en posesión.

    Leyes sobre el testimonio

    15. Un solo testigo no vale contra nadie en ningún caso de delito o pecado, cualquiera que sea el pecado. La causa deberá apoyarse en el testimonio de dos o tres testigos.

    16. Si un testigo perverso se levanta contra un hombre acusándolo de apostasía,

    17. los dos litigantes se presentarán ante Yahveh, delante de los sacerdotes y de los jueces en funciones en aquellos días.

    18. Los jueces indagarán cuidadosamente. Si se trata de un testigo falso, que ha acusado falsamente a su hermano,

    19. haréis con él lo que él había maquinado hacer a su hermano; así harás desaparecer el mal de en medio de ti.

    20. Los demás, al enterarse, temerán, y no volverán a cometer semejante maldad en medio de ti.

    21. No perdonará tu ojo: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.