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miércoles, julio 17, 2024
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    Esdras 5 - Serafín de Ausejo 1975

    Reedificación del templo

    1. El profeta Ageo y el profeta Zacarías, hijo de Idó, profetizaron ante los judíos que había en Judá y en Jerusalén, en nombre del Dios de Israel, que éste velaba por ellos.

    2. Entonces Zorobabel, hijo de Sealtiel, y Josué, hijo de Josadac, se pusieron a edificar el templo de Dios en Jerusalén. Con ellos estaban los profetas de Dios, que los apoyaban.

    3. Entonces, Tatenay, gobernador de la Transeufratina, Setar Boznay y sus colegas se presentaron ante los judíos y les dijeron: "¿Quién os ha dado autorización para edificar este templo y levantar sus muros?".

    4. Y añadieron: "¿Cómo se llaman los hombres que están reconstruyendo este templo?".

    5. Pero la mirada de Dios velaba sobre los ancianos de los judíos, y no les obligaron a paralizar las obras mientras se consultaba a Darío y se esperaba respuesta escrita sobre el asunto.

    6. Copia de la carta que enviaron al rey Darío Tatenay, gobernador de la Transeufratina, Setar Boznay y sus colegas, los de Afarsecá, que moraban en la Transeufratina.

    7. Le enviaron una carta que decía así: "Al rey Darío, paz completa.

    8. Sepa el rey que hemos ido a la provincia de Judá, al templo del gran Dios, que se está reconstruyendo con piedras talladas y muros recubiertos de madera. La obra se ejecuta con gran diligencia y adelanta en sus manos.

    9. Hemos preguntado a aquellos ancianos y les hemos dicho: "¿Quién os ha dado autorización para edificar este templo y levantar sus muros?".

    10. También les hemos preguntado sus nombres para dártelos a conocer, para transmitirte por escrito los nombres de las personas que están al frente de ellos.

    11. Y ésta es la respuesta que nos han dado: "Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y estamos reconstruyendo el templo que fue edificado hace muchos años, el que un gran rey de Israel construyó y llevó a término".

    12. Pero, por haber irritado nuestros padres al Dios del cielo, éste los entregó en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, el caldeo, quien destruyó este templo y se llevó cautivo al pueblo a Babilonia.

    13. Sin embargo, el año primero de Ciro, rey de Babilonia, el rey Ciro concedió autorización para reconstruir este templo de Dios.

    14. Incluso los objetos de oro y de plata del templo de Dios que Nabucodonosor había sacado del templo de Jerusalén y se había llevado al templo de Babilonia, el rey Ciro los hizo sacar del templo de Babilonia y se los entregó a un hombre llamado Sesbasar, a quien él puso como gobernador,

    15. diciéndole: "Toma estos objetos, y ve a devolverlos al templo de Jerusalén; y que el templo de Dios sea reconstruido en su mismo emplazamiento".

    16. Vino, pues, Sesbasar y echó los cimientos del templo de Dios en Jerusalén; y desde entonces hasta ahora está siendo reconstruido, aunque todavía no está terminado.

    17. Ahora, pues, si le parece bien al rey, investíguese en los archivos reales de Babilonia, para averiguar si verdaderamente el rey Ciro dio autorización para reconstruir este templo de Dios en Jerusalén. Y que se nos remita la decisión del rey sobre este asunto".