30.5 C
Miami
miércoles, julio 17, 2024
Más


    Ester 6 - Serafín de Ausejo 1975

    Amán se ve obligado a honrar a Mardoqueo

    1. Aquella noche, no pudiendo el rey conciliar el sueño, mandó que le trajeran el libro de las memorias, o crónicas y que las leyeran en su presencia.

    2. Allí estaba escrito lo que Mardoqueo había denunciado acerca de Bigtán y de Téres, dos eunucos del rey guardianes del umbral, que habían intentado poner las manos sobre el rey Asuero.

    3. Preguntó el rey: "¿Qué honor y qué distinción se le concedió a Mardoqueo por esto?". Y respondieron los jóvenes del rey que estaban a su servicio: "No se le dio ninguna recompensa".

    4. Prosiguió el rey: "¿Quién está en el atrio?". Amán había venido al atrio exterior del palacio real, para pedir al rey que hiciera colgar a Mardoqueo de la horca que le había preparado.

    5. Los jóvenes del rey le respondieron: "Es Amán el que está en el atrio". Y dijo el rey: "Que entre".

    6. Entró Amán y el rey le preguntó: "¿Qué se debe hacer con un hombre a quien el rey se complace en honrar?". Amán se dijo en su interior: "¿A quién, sino a mí, se complace el rey en honrar?".

    7. Y contestó Amán al rey: "Para el hombre a quien el rey se complace en honrar

    8. debe traerse una de las vestiduras regias que el rey viste y uno de los caballos que el rey monta; y deben ponerle en la cabeza la corona real.

    9. Que pongan la vestidura y el caballo en manos de uno de los principales servidores del rey; que vista al hombre a quien el rey se complace en honrar y lo monte en el caballo en la plaza de la ciudad; y que vaya pregonando ante él: "Así se debe hacer con el hombre a quien el rey se complace en honrar"".

    10. Y dijo el rey a Amán: "Toma en seguida el vestido y el caballo, como has dicho; y hazlo así con el judío Mardoqueo, que está sentado a la puerta del rey. No pases por alto nada de todo cuanto has dicho".

    11. Tomó, pues, Amán el vestido y el caballo y vistió a Mardoqueo. Le hizo montar en la plaza de la ciudad y fue pregonando delante de él: "Así se debe hacer con el hombre a quien el rey se complace en honrar".

    12. Luego Mardoqueo se volvió a la puerta real y Amán regresó en seguida a su casa, triste y con la cabeza cubierta.

    13. Refirió Amán a Zéres, su mujer, y a todos sus amigos cuanto le había sucedido; y sus amigos y su mujer Zéres le dijeron: "Si ese Mardoqueo ante quien has comenzado a caer es de la raza de los judíos nada podrás contra él, sino ten por cierto que ante él sucumbirás".

    14. Todavía estaban hablando con él cuando llegaron los eunucos del rey y se llevaron a toda prisa a Amán al banquete que Ester había preparado.