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sábado, agosto 17, 2024
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    Éxodo 15 - Serafín de Ausejo 1975

    Cántico de Moisés y de María

    1. Entonces Moisés y los israelitas entonaron este cántico a Yahveh: Cantaré a Yahveh, pues se cubrió de gloria: precipitó en el mar caballos y jinetes.

    2. Yah es mi fuerza y objeto de mi canto; él ha sido salvación para mí. Él es mi Dios, y yo lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo ensalzaré.

    3. Yahveh es un guerrero, su nombre es Yahveh.

    4. Los carros del Faraón y su ejército los ha precipitado en el mar. La flor de sus guerreros por el mar de los Juncos fue tragada.

    5. Los abismos los cubrieron como piedras cayeron al fondo.

    6. Tu diestra, Yahveh, es fuerte y poderosa, tu diestra, Yahveh, aplasta al enemigo;

    7. por la grandeza de tu gloria derribas a tus adversarios, desatas tu furor y los devora como paja.

    8. Al soplo de tu ira se aglomeran las aguas, se alzan las olas como un dique, se cuajan los abismos en el corazón del mar.

    9. Se dijo el enemigo: "Yo los perseguiré, les daré alcance, repartiré despojos, mi espíritu en ellos saciaré desenvainaré mi espada, mi mano los exterminará".

    10. Soplaste con tu aliento y el mar los cubrió, se hundieron, como plomo, en las procelosas aguas.

    11. ¿Quién como tú, entre los dioses, oh Yahveh? ¿Quién como tú, magnifico en santidad, terrible en tus proezas, hacedor de maravillas?

    12. Extendiste tu diestra, se los tragó la tierra.

    13. Guiaste con tu gracia al pueblo que rescataste, con poder lo has conducido a tu santa morada.

    14. Lo supieron los pueblos y temblaron, dolor como de parto a los que habitan Filistea,

    15. los jefes de Edom se estremecieron, de los jefes de Moab se apoderó el espanto; todas las gentes de Canaán se desmoronan.

    16. Cayeron sobre ellos el terror y el pánico; enmudecieron como piedras ante el poder de tu brazo, hasta que tu pueblo pasó, ¡oh Yahveh!, hasta que pasó este pueblo que tú te has adquirido.

    17. Tú lo harás entrar y tú lo plantarás en el monte de tu herencia, lugar del que hiciste tu morada, ¡oh Yahveh!, santuario que tus manos prepararon, ¡oh Adonay!

    18. Yahveh reinará por siempre jamás.

    19. Entraron en el mar los caballos del Faraón, sus carros y sus guerreros, y echó Yahveh sobre ellos las aguas del mar, mientras que los israelitas pasaron por el lecho del mar a pie enjuto.

    20. María, la profetisa, hermana de Aarón, tomó en sus manos un pandero, y todas las mujeres salieron tras ella con panderos para danzas.

    21. María les entonaba este estribillo: "Cantad a Yahveh, pues se cubrió de gloria: caballos y jinetes precipitó en el mar".

    El agua amarga de Mara

    22. Moisés hizo partir a los israelitas del mar de los Juncos y se dirigieron hacia el desierto de Sur. Caminaron tres días por el desierto y no encontraron agua.

    23. Llegaron a Mará; pero no pudieron beber el agua de Mará, por ser amarga. Por eso aquel lugar se llama Mará.

    24. El pueblo murmuraba contra Moisés, diciendo: "¿Qué vamos a beber?".

    25. Entonces Moisés clamó a Yahveh y Yahveh le mostró un madero que él echó en el agua. Y el agua se volvió dulce. Allí dio Yahveh al pueblo una ley y un derecho, y allí lo puso a prueba.

    26. Y dijo: "Si escuchas de veras la voz de Yahveh, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos; si prestas oído a sus mandatos y si guardas todas sus leyes, no te enviaré ninguna de las enfermedades con que he afligido a Egipto, porque yo soy Yahveh, el que te sana".

    27. Llegaron después a Elum, donde había doce fuentes de agua y setenta palmeras, y acamparon allí, junto al agua.