Génesis 28 - Serafín de Ausejo 19751. Isaac llamó entonces a Jacob, lo bendijo y le dio esta orden: "No tomes mujer de entre las hijas de Canaán. 2. Anda, vete a Padán Aram, a la casa de Betuel, padre de tu madre, y toma de allí mujer de entre las hijas de Labán, hermano de tu madre. 3. El Sadday te bendiga, te haga fructificar y te multiplique, para que te conviertas en una muchedumbre de pueblos 4. y te dé la bendición de Abrahán, a ti y a tus descendientes, para que poseas la tierra en la cual has morado como forastero y que Dios entregó a Abrahán". 5. Así despidió Isaac a Jacob, que se fue a Padán Aram, a casa de Labán, hijo de Betuel, el arameo, hermano de Rebeca, madre de Jacob y de Esaú. 6. Viendo Esaú que Isaac había bendecido a Jacob y que lo había enviado a Padán Aram para que allí tomase mujer, y que al bendecirlo le había ordenado: "No tomes mujer de entre las hijas de Canaán", 7. y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre y se había ido a Padán Aram, 8. comprendió Esaú que a su padre Isaac le desagradaban las mujeres cananeas. 9. Se dirigió, por tanto, Esaú a Ismael, y además de las que ya tenía, tomó por mujer a Majlat, hija de Ismael, hijo de Abrahán, hermana de Nebayot. Dios se aparece a Jacob en Bet-el10. Salió Jacob de Berseba para dirigirse a Jarán, 11. y llegó a un lugar donde se dispuso a pasar la noche, porque se había puesto ya el sol. Tomó una de las piedras del lugar, la puso de cabecera y se acostó en aquel lugar. 12. Tuvo un sueño: aparecía una escalera que se apoyaba sobre la tierra y cuyo extremo tocaba el cielo. Por ella subían y bajaban los ángeles de Dios. 13. Yahveh estaba de pie junto a él, y le decía: "Yo soy Yahveh, el Dios de Abrahán, tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra sobre la que estás acostado te la daré a ti y a tu posteridad. 14. Tu descendencia será como el polvo de la tierra; y te extenderás a occidente y a oriente, al septentrión y al mediodía, y en ti y en tu descendencia serán bendecidas todas las naciones de la tierra. 15. Yo estoy contigo: te guardaré dondequiera que vayas, y te haré regresar a esta tierra. Porque no te dejaré hasta que haya realizado lo que te he dicho". 16. Despertó Jacob de su sueño y dijo: "Ciertamente está Yahveh en este lugar, y yo no lo sabía". 17. E invadido por el temor exclamó: "¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que la casa de Dios y la puerta del cielo". 18. Se levantó Jacob muy de mañana, tomó la piedra que había puesto de cabecera, la erigió como una estela y derramó aceite encima de ella. 19. Llamó a aquel lugar Betel, pues hasta entonces la ciudad se llamaba Luz. 20. Jacob hizo después un voto, diciendo: "Si Dios está conmigo y me guarda en este viaje que estoy haciendo, y me da pan para comer y ropa para vestirme, 21. y regreso en paz a la casa de mi padre, Yahveh será mi Dios, 22. y esta piedra que he erigido como estela será casa de Dios; y de todo lo que me dieres reservaré para ti el diezmo". |