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jueves, julio 18, 2024
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    Hechos 19 - Serafín de Ausejo 1975

    Pablo en Efeso

    1. Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones altas, llegó a Éfeso y encontró algunos discípulos,

    2. a los cuales preguntó: "¿Habéis recibido el Espíritu Santo al abrazar la fe?". Ellos le respondieron: "Ni siquiera hemos oído que el Espíritu Santo exista".

    3. Preguntóles de nuevo: "Pues, ¿con qué bautismo habéis sido bautizados?". Respondieron: "Con el bautismo de Juan".

    4. Dijo Pablo: "Juan bautizó con bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyeran en el que venía detrás de él, es decir, en Jesús".

    5. Al oírlo, se bautizaron en el nombre del Señor Jesús.

    6. Pablo les impuso las manos y entonces vino sobre ellos el Espíritu Santo, hablaban en lenguas y profetizaban.

    7. Eran en total unos doce hombres.

    8. Entró Pablo en la sinagoga y habló con entereza, por espacio de tres meses. Discutía sobre el reino de Dios e intentaba convencerlos.

    9. Pero como algunos se endurecieron, rechazaron el Camino y lo denigraron delante de la concurrencia, se apartó de ellos, formó un grupo aparte con los discípulos y conversaba con ellos todos los días en la escuela de Tirano.

    10. Así lo hizo durante dos años, de forma que todos los habitantes de Asia, tanto judíos como griegos, oyeron la palabra del Señor.

    11. Dios obraba por medio de Pablo milagros no corrientes,

    12. hasta tal punto que bastaba con que aplicaran a los enfermos pañuelos o delantales que él hubiera tocado para que desaparecieran las enfermedades y salieran los malos espíritus.

    13. Algunos de los judíos exorcistas ambulantes invocaron sobre los poseídos de malos espíritus el nombre del Señor Jesús, diciendo: "Os conjuro por ese Jesús a quien predica Pablo".

    14. Los que esto hacían eran siete hijos de un tal Esceva, sumo sacerdote judío.

    15. Pero el mal espíritu les respondió: "A Jesús lo conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?".

    16. Y abalanzándose sobre ellos el hombre en quien residía el mal espíritu, los dominó a todos y se impuso sobre ellos, de modo que tuvieron que huir de aquella casa desnudos y maltrechos.

    17. Fue un caso notorio a todos los judíos y griegos que habitaban en Éfeso e infundió pavor a todos, con lo que se engrandecía el nombre del Señor Jesús.

    18. Muchos de los que habían abrazado la fe confesaban y denunciaban las prácticas supersticiosas a que se habían dedicado.

    19. Y bastantes de los que habían cultivado las artes mágicas trajeron sus libros y los quemaron delante de todos. Se estimó su precio en cincuenta mil monedas de plata.

    20. Así crecía y se fortalecía de forma poderosa la palabra del Señor.

    21. Tras estos sucesos, se propuso Pablo atravesar Macedonia y Acaya y dirigirse a Jerusalén; porque se decía: "Después de estar allí, conviene que visite también Roma".

    22. Envió, pues, a Macedonia a dos de sus colaboradores, Timoteo y Erasto, mientras él permaneció algún tiempo en Asia.

    El alboroto en Efeso

    23. Sobrevino en aquella ocasión un contratiempo no pequeño en torno al Camino.

    24. Había un tal Demetrio, platero que fabricaba templetes de Artemisa en plata y procuraba a los orfebres una respetable ganancia.

    25. Reunió a éstos y a todos los que trabajaban en aquel negocio, y les dijo: "Amigos míos, bien sabéis que en esta ganancia se funda nuestro bienestar.

    26. Pero ahora estáis viendo y oyendo cómo este Pablo ha convencido y seducido a una gran muchedumbre, no sólo de Éfeso, sino de casi toda Asia, diciendo que no son dioses los que se hacen a mano.

    27. Esto no sólo entraña el peligro de que se nos vaya a la ruina el negocio, sino también el de que se tenga en nada el santuario de la gran diosa Artemisa y quede privada de su majestad aquella a quien toda el Asia y el mundo entero venera".

    28. Al oír esto, enardecidos, comenzaron a gritar: "¡Grande es la Artemisa de los efesios!".

    29. Se llenó de confusión la ciudad y todos en masa precipitaron en el teatro, arrastrando consigo a los macedonios Gayo y Aristarco, compañeros de viaje de Pablo.

    30. Quería Pablo meterse entre el gentío, pero los discípulos se lo impidieron.

    31. Algunos de los asiarcas, amigos suyos, le mandaron aviso de que no se presentara en el teatro.

    32. Cada uno gritaba una cosa distinta. La asamblea era un enorme tumulto y los más no sabían por qué se hallaban reunidos.

    33. De entre el gentío destacaron a un tal Alejandro, al que empujaban los judíos. Alejandro, pues, reclamando atención con la mano, intentaba defenderse ante el pueblo;

    34. pero cuando cayeron en la cuenta de que era judío se produjo un griterío unánime que estuvo clamando por espacio de dos horas: "¡Grande es la Artemisa de los efesios!".

    35. El magistrado logró acallar a la multitud declarando: "Ciudadanos de Éfeso, ¿qué hombre puede ignorar que la ciudad de Éfeso se honra con la custodia del templo de la gran Artemisa y de su imagen bajada del cielo?

    36. Siendo esto indiscutible, conviene que conservéis la calma y no hagáis nada con precipitación

    37. Porque habéis traído a unos hombres que ni son sacrílegos ni blasfemos contra nuestra diosa.

    38. Si Demetrio y sus compañeros orfebres tienen algo contra alguien, se celebran públicas asambleas y hay procónsules: entablen proceso unos contra otros.

    39. Y si algo más deseáis, en asamblea legal se debe resolver.

    40. Si no, corremos peligro de ser culpados de sedición por lo de hoy, pues no hay razón alguna por la cual podamos justificar este motín". Y con estas palabras, disolvió la reunión.

    41.