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miércoles, julio 17, 2024
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    Hechos 28 - Serafín de Ausejo 1975

    Pablo en la isla de Malta

    1. Puestos a salvo, averiguamos que la isla se llamaba Malta.

    2. Los nativos tuvieron con nosotros una amabilidad poco frecuente, porque nos recibieron a todos y encendieron una hoguera contra la lluvia que caía y contra el frio.

    3. Al recoger Pablo una brazada de leña y echarla al fuego, salió huyendo del calor una víbora que se le prendió en la mano.

    4. Cuando los nativos vieron el reptil pendiente de su mano, se decían unos a otros: "Muy criminal debe de ser este hombre cuando, salvado del mar, la justicia divina no le deja seguir viviendo".

    5. Pero él sacudió el bicho al fuego sin sufrir daño alguno.

    6. Ellos estaban esperando que de un momento a otro empezaría a hincharse o caería muy pronto muerto. Pero después de esperar largo tiempo, y viendo que no le sucedía nada malo, cambiaron de parecer y decían que era un dios.

    7. Había en las proximidades de aquel lugar una finca, propiedad del principal de la isla, llamado Publio, el cual nos recibió y nos hospedó amablemente por tres días.

    8. Estaba el padre de Publio en cama, aquejado de fiebres y disentería. Pablo entró a verle, oró, le impuso las manos y lo curó.

    9. Ante este suceso, los demás enfermos de la isla acudían a él y quedaban curados.

    10. No sólo tuvieron con nosotros muchas atenciones sino que, al reembarcar, nos proveyeron de todo lo necesario.

    Pablo llega a Roma

    11. Pasados tres meses, nos hicimos a la mar en una nave alejandrina con la insignia de los Dióscoros, que había invernado en la isla.

    12. Hicimos la travesía hasta Siracusa, donde permanecimos tres días.

    13. De allí, bordeando, llegamos a Regio; y pasado un día, al siguiente, con viento del sur arribamos a Pozzuoli,

    14. donde hallamos unos hermanos que nos rogaron que nos quedáramos con ellos siete días. Y así, finalmente, llegamos a Roma.

    15. Los hermanos de allí, que habían tenido noticias nuestras, salieron a nuestro encuentro hasta el Foro Apio y Tres Tabernas. Al verlos Pablo, dio gracias a Dios y cobró ánimo.

    16. Cuando entramos en Roma, se le permitió a Pablo vivir en una casa particular, con el soldado que lo custodiaba.

    Pablo predica en Roma

    17. Pasados tres días, convocó a los principales de entre los judíos. Una vez reunidos, les dijo: "Yo, hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo ni contra las costumbres patrias, fui hecho preso en Jerusalén y entregado a los romanos.

    18. Ellos me sometieron a interrogatorio y, al no encontrar en mí delito alguno digno de muerte, pensaban darme la libertad.

    19. Pero, ante la oposición de los judíos, me vi obligado a apelar al César, no porque quisiera acusar de nada a mi pueblo.

    20. Por esta causa he pedido veros y hablaros. Porque por la esperanza de Israel llevo yo esta cadena".

    21. Ellos le dijeron: "Nosotros no hemos recibido cartas de Judea acerca de ti, ni ha venido ninguno de los hermanos a denunciar o decir nada malo contra ti.

    22. Sólo deseamos oír de tus labios lo que sientes. Porque lo que sabemos de esta secta es que en todas partes se la contradice".

    23. Fijáronle fecha y vinieron en mayor número adonde se hospedaba. Él les exponía el reino de Dios, dando solemne testimonio de él y tratando de persuadirles sobre Jesús, a partir de la ley de Moisés y de los profetas, desde la mañana hasta por la tarde.

    24. Unos asentían a lo que decía y otros rehusaban creer.

    25. Y cuando se retiraban, en desacuerdo unos con otros, Pablo dijo solamente esto: "Bien habló el Espíritu Santo cuando, por medio del profeta Isaías, dijo a vuestros padres:

    26. Ve a este pueblo y dile: con vuestros oídos oiréis, pero no entenderéis; por más que miréis, no veréis.

    27. Porque el corazón de este pueblo se ha embotado, y con los oídos pesadamente oyeron, y cerraron sus ojos; no sea que vean con sus ojos y oigan con sus oídos, y entiendan con su corazón y se conviertan, y que yo los cure.

    28. Sabed, pues, que ya ha sido ya transferida esta salvación de Dios a los gentiles; ellos escucharán".

    29.

    30. Estuvo dos años enteros en una casa particular alquilada, y recibía a todos los que venían a él,

    31. predicando el reino de Dios y enseñando lo que se refiere al Señor Jesucristo con toda valentía y sin estorbos.