26.8 C
Miami
domingo, agosto 18, 2024
Más


    Job 19 - Serafín de Ausejo 1975

    Job confía en que Dios lo justificará

    1. Job tomó la palabra y dijo:

    2. "¿Hasta cuándo me atormentaréis y me torturaréis con tantas palabras?

    3. Por diez veces me habéis insultado, sin avergonzaros de tratarme así.

    4. Aunque de verdad hubiera faltado, la falta sería asunto mío.

    5. Mas vosotros os alzáis contra mí, queréis hallarme culpable.

    6. Pues sabedlo: ¡es Dios quien me oprime, quien me ha envuelto en su red!

    7. Si grito: ¡socorro!, nadie responde; si pido auxilio, no hay justicia.

    8. Me corta el camino, para que yo no pase; pone tinieblas en mis senderos.

    9. De mi gloria me ha despojado, me ha quitado la corona de la cabeza.

    10. Me destruye por doquier, y fenezco; arranca como un árbol mi esperanza.

    11. Enciende contra mí su cólera y me considera adversario suyo.

    12. Juntas llegaron sus tropas, dirigieron sus pasos contra mí, acamparon alrededor de mi tienda.

    13. Mis hermanos se alejan de mí y mis conocidos procuran evitarme.

    14. Han desaparecido mis vecinos y allegados, me han olvidado los huéspedes de mi casa.

    15. Mis criadas me toman por extraño, forastero soy a sus ojos.

    16. Llamo a mi siervo, y no responde cuando le suplico con mis labios.

    17. Mi aliento repugna a mi mujer, fétido resulto a mis parientes.

    18. Hasta los niños me desprecian; se burlan cuando intento levantarme.

    19. Todos mis íntimos me aborrecen, los que yo amaba se han vuelto contra mí.

    20. Bajo la piel se me pudre la carne y he roído mis huesos con los dientes.

    21. ¡Piedad, piedad de mí, vosotros mis amigos, porque me ha herido la mano de Dios!

    22. ¿Por qué me perseguís, como Dios, sin hartaros aún de mi carne?

    23. ¡Ojalá se escribieran mis palabras, se grabaran en una inscripción;

    24. que con cincel de hierro y plomo, se esculpieran en la roca para siempre!

    25. Yo sé que vive mi Defensor y que se alzará el último sobre el polvo.

    26. Y aún con mi piel así destruida yo mismo veré a Dios.

    27. Seré yo quien lo vea; mis ojos lo verán, no ya como enemigo. ¡Mis entrañas se consumen dentro de mí!

    28. Y si decís, ¿cómo perseguirlo; qué pretexto hallaremos contra él?,

    29. temed para vosotros la espada, pues la cólera se inflamará por las culpas, para que sepáis que hay un juez".