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lunes, agosto 19, 2024
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    Job 24 - Serafín de Ausejo 1975

    Job se queja de que Dios es indiferente ante la maldad

    1. ¿Por qué Sadday no reserva tiempos, para que sus fieles contemplen sus días?

    2. Los opresores desplazan las lindes, arrebatan rebaño y pastor,

    3. se llevan el asno del huérfano, toman en prenda el buey de la viuda.

    4. Usurpan al huérfano su campo, toman en prenda al hijo del pobre.

    5. A los mendigos echan del camino, los pobres del país tienen que esconderse.

    6. Salen, como onagros, al desierto; como jornaleros, en busca de comida: trabajan por el pan de sus hijos. Siegan los campos del impío y vendimian la viña del malvado.

    7. Pernoctan al sereno sin ropas, sin manta con que defenderse del frío.

    8. Empapados por los aguaceros de los montes, a falta de refugio, se pegan a las rocas.

    9.

    10. Van desnudos, faltos de abrigo; y, hambrientos, acarrean las gavillas.

    11. Entre las dos muelas exprimen el aceite; pisan la uva, y padecen sed.

    12. Gimen bajo el peso de su carga, grita el alma de los oprimidos. Pero Dios no escucha su plegaria.

    13. Otros son rebeldes a la luz, no quieren conocer sus caminos ni van por sus senderos.

    14. En la oscuridad se levanta el asesino para matar al pobre e indefenso. De noche avanza el asaltante,

    15. El ojo del adúltero espía el ocaso, pensando: Nadie me verá, y se cubre el rostro con un velo.

    16. en las tinieblas escala los hogares Durante el día permanecen ocultos: nada quieren éstos con la luz.

    17. Para ellos es sombría la mañana; cuando amanece, se llenan de terror.

    18. y huye rápido antes que amanezca. ¡Es maldito su campo en la región; no vuelve el lagarero a su viña!

    19. Sequía y calor arrebatan la nieve: así hace el seol con el pecador.

    20. De él se olvida el vientre materno, nadie recuerda más su nombre. El inicuo es destrozado como un árbol.

    21. Porque maltrató a la estéril sin hijos y no hizo bien a la viuda.

    22. Pero el que con su fuerza derriba a los tiranos se levanta y le impide confiar.

    23. Le dejaba tener seguridad y apoyo, pero sus ojos vigilaban sus caminos.

    24. Se elevó por un momento y ya no existe; perece como hierba que se arranca, segado como espiga.

    25. ¿No es así? ¿Quién podrá desmentirme y reducir a nada mis palabras?"