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miércoles, julio 17, 2024
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    Juan 20 - Serafín de Ausejo 1975

    La resurrección

    1. El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena va al sepulcro y ve quitada de él la losa.

    2. Echa entonces a correr y va a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo a quien amaba Jesús, y les dice: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han colocado".

    3. Salió, pues, Pedro y el otro discípulo y se dirigieron al sepulcro.

    4. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó el primero al sepulcro.

    5. Se inclinó para mirar y vio los lienzos en el suelo; pero no entró.

    6. Luego llega también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Ve los lienzos por el suelo,

    7. mientras que el sudario que había envuelto la cabeza de Jesús no estaba por el suelo con los lienzos, sino aparte, doblado, en otro sitio.

    8. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro, vio y creyó.

    9. Pues todavía no habían entendido la Escritura: que él tenía que resucitar de entre los muertos.

    10. Los discípulos, entonces, regresaron a su casa.

    Jesús se aparece a María Magdalena

    11. María se había quedado fuera, llorando, junto al sepulcro. Sin dejar de llorar, se inclinó para mirar dentro del sepulcro

    12. y ve dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno en el lugar de la cabeza y otro en el de los pies.

    13. Le dicen ellos: "Mujer, ¿por qué lloras?". Ella les responde: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han colocado".

    14. Al decir esto, se volvió hacia atrás y ve a Jesús, que estaba de pie, pero ella no se daba cuenta de que era Jesús.

    15. Dícele Jesús: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?". Ella, creyendo que era el hortelano, le dice: "Señor, si tú te lo llevaste, dime dónde lo pusiste, y yo lo recogeré".

    16. Dícele Jesús: "¡María!". Ella se vuelve y le dice en hebreo: "¡Rabbuní! " (que significa "Maestro").

    17. Jesús le responde: "Suéltame, pues todavía no he subido al Padre, vete a mis hermanos y diles: "Voy a subir a mi Padre y vuestro Padre; a mi Dios y vuestro Dios"".

    18. María Magdalena va entonces a anunciar a los discípulos: "¡He visto al Señor!", y que le había dicho estas cosas.

    Jesús se aparece a los discípulos

    19. Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, y estando bien cerradas, por miedo de los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, llegó Jesús, se pone delante y les dice: "Paz a vosotros".

    20. Y dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.

    21. Entonces les dijo [Jesús] por segunda vez: "Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo".

    22. Y dicho esto, sopló y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo.

    23. A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; a quienes se los retengáis, les quedarán retenidos".

    Incredulidad de Tomás

    24. Pero Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.

    25. Los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor". Pero él les respondió: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y no meto mi dedo en el lugar de los clavos y mi mano en su costado, no lo creeré".

    26. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y Tomás con ellos. Estando bien cerradas las puertas, llega Jesús, se pone delante y les dice: "Paz a vosotros".

    27. Luego dice a Tomás: "Trae aquí tu dedo y mira mis manos, trae tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente".

    28. Tomás le respondió: "¡Señor mío y Dios mío!".

    29. Dícele Jesús: "¿Porque me has visto has creído? ¡Bienaventurados los que creen sin haber visto!".

    El propósito del libro

    30. Otras muchas señales hizo además Jesús, en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro.

    31. Éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.