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sábado, agosto 17, 2024
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    Juan 9 - Serafín de Ausejo 1975

    Jesús sana a un ciego de nacimiento

    1. Al pasar, vio a un ciego de nacimiento.

    2. Sus discípulos le preguntaron: " Rabbí, ¿quién pecó, para que éste naciera ciego: él o sus padres?".

    3. Contestó Jesús: "Ni él pecó, ni sus padres, sino que esto es para que se manifiesten las obras de Dios en él.

    4. Mientras es de día, tenemos que trabajar en las obras de aquel que me envió; se acerca la noche, cuando nadie puede trabajar.

    5. Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo".

    6. Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, aplicó el barro a los ojos del ciego

    7. y le dijo: "Ve a lavarte a la piscina de Siloé", que significa "Enviado". Fue, pues, y se lavó: y cuando volvió, ya podía ver.

    8. Los vecinos y los que de antes lo conocían, pues era un mendigo, decían: "¿No es éste el que estaba sentado pidiendo limosna?".

    9. Unos decían: "Sí, es éste". Otros replicaban: "No, es otro que se le parece". Pero él afirmaba: "Sí; soy yo".

    10. Entonces le preguntaban: "Pues, ¿cómo se te abrieron los ojos?".

    11. Él respondió: "Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, me lo untó en los ojos y me dijo: "Ve a lavarte a Siloé". Fui, me lavé y puedo ver".

    12. Ellos le preguntaron: "¿Dónde está ése?". Y contesta: "Pues no lo sé".

    Los fariseos interrogan al ciego sanado

    13. Llevan a presencia de los fariseos al que hasta entonces había sido ciego.

    14. Era precisamente sábado el día en que Jesús hizo el barro y le abrió los ojos.

    15. También los fariseos le preguntaban, a su vez, como había obtenido la vista. Él les contestó: "Me aplicó barro a los ojos, me lavé y veo".

    16. Algunos fariseos decían: "Este hombre no viene de parte de Dios, pues no guarda el sábado". Pero otros replicaban: "¿Cómo puede un pecador realizar señales como éstas?". Y había división entre ellos.

    17. Nuevamente le preguntan al ciego: "¿Tú qué dices acerca de ese que te abrió los ojos?". Él contestó: "¡Que es un profeta!".

    18. Los judíos se negaban a creer que este hombre había sido ciego y que había obtenido la vista, hasta que llamaron a sus padres

    19. y les preguntaron: "¿Es éste vuestro hijo, del que vosotros aseguráis que nació ciego? Pues, ¿cómo es que ahora ve?".

    20. Respondieron sus padres: "Nosotros sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego.

    21. Pero cómo ahora ve, no lo sabemos, o quién le abrió los ojos, nosotros no lo sabemos. Preguntádselo a él: ya tiene edad; él dará razón de sí".

    22. Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos; pues éstos habían acordado ya que quien lo reconociera como Cristo fuera expulsado de la sinagoga.

    23. Por eso sus padres dijeron: "Ya tiene edad; preguntádselo a él".

    24. Llamaron por segunda vez al hombre que había sido ciego y le dijeron: "Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es pecador".

    25. Pero él respondió: "Si es pecador, no lo sé. Sólo sé una cosa: que antes yo era ciego y que ahora veo".

    26. Preguntáronle entonces: "¿Qué es lo que hizo contigo? ¿Cómo te abrió los ojos?".

    27. Él les respondió: "Ya os lo dije y no habéis hecho caso. ¿Para qué queréis oírlo de nuevo? ¿Es que también vosotros queréis haceros discípulos suyos?".

    28. Pero ellos lo llenaron de improperios y le dijeron: "¡Tú serás discípulo de ése, que nosotros somos discípulos de Moisés!

    29. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios; pero éste no sabemos de dónde es".

    30. El hombre les respondió: "Pues esto sí que es asombroso: que vosotros no sepáis de dónde es, y que me haya abierto los ojos.

    31. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; sino que al hombre temeroso de Dios y cumplidor de su voluntad, a ése es a quien escucha.

    32. Nunca jamás se oyó decir que nadie abriera los ojos a un ciego de nacimiento.

    33. Si éste no viniera de parte de Dios, no habría podido hacer nada".

    34. Respondiéronle ellos: "Has nacido enteramente empecatado, ¿y tú nos vas a dar lecciones?". Y lo arrojaron fuera.

    Ceguera espiritual

    35. Se enteró Jesús de que lo habían arrojado fuera y, al encontrarse con él, le preguntó: "¿Tú crees en el Hijo del hombre?".

    36. Él respondió: "¿Y quién es, Señor, para que yo crea en él?".

    37. Jesús le respondió: "Ya lo has visto: el que está hablando contigo, ése es".

    38. Entonces exclamó: "¡Creo, Señor!". Y se postró ante él.

    39. Jesús dijo: "Yo he venido a este mundo para que se cumpla una decisión: para que los que no ven, vean; y los que ven, se queden ciegos".

    40. Oyeron esto algunos de los fariseos que estaban con él y le dijeron: "¿Es que también nosotros somos ciegos?".

    41. Jesús les contestó: "Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas como decís que véis, vuestro pecado permanece.