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sábado, agosto 17, 2024
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    Levítico 14 - Serafín de Ausejo 1975

    1. Habló Yahveh a Moisés diciéndole:

    2. "Ésta será la ley que se le aplicará al leproso para el día de su purificación. Será presentado al sacerdote,

    3. quien saldrá fuera del campamento. Si, después de examinarlo, comprueba que la mancha del leproso se ha curado,

    4. el sacerdote mandará traer, para el que ha de ser purificado, dos avecillas vivas y puras, madera de cedro, púrpura escarlata e hisopo.

    5. Luego el sacerdote mandará degollar una de las aves sobre una vasija de barro con agua corriente.

    6. Tomará a continuación el ave viva, la madera de cedro, la púrpura escarlata y el hisopo, lo mojará todo, incluida el ave viva, en la sangre del ave degollada sobre el agua corriente,

    7. rociará siete veces al que ha de purificarse de la lepra, lo declarará puro y soltará el ave viva en pleno campo.

    8. El que se purifica lavará sus vestidos, se afeitará todo el cuerpo, se bañará y quedará limpio. Después podrá entrar de nuevo en el campamento, pero se quedará fuera de su tienda durante siete días.

    9. Al séptimo se afeitará todo el cuerpo: el cabello, la barba y las cejas, es decir, se rapará todo el pelo, lavará también sus vestidos, bañará su cuerpo en agua y quedará limpio.

    10. El octavo día tomará dos corderos sin defecto y una cordera de un año sin defecto, tres décimas de efá de flor de harina, amasada con aceite, como oblación y un log de aceite.

    11. El sacerdote que celebra el rito de la purificación presentará al hombre que ha de purificarse con todas esas cosas delante de Yahveh, a la entrada de la tienda del encuentro.

    12. Tomará el sacerdote uno de los corderos y lo ofrecerá en sacrificio de reparación, lo mismo que el log de aceite, y lo mecerá todo con el rito del balanceo delante de Yahveh.

    13. Inmolará el cordero en el lugar donde suele inmolarse la víctima del sacrificio por el pecado y la del holocausto, en lugar santo, porque la víctima del sacrificio de reparación es para el sacerdote, lo mismo que la del sacrificio por el pecado, cosa sacratísima.

    14. El sacerdote tomará sangre de la víctima del sacrificio de reparación y untará en ella el lóbulo de la oreja derecha del hombre que se purifica, el pulgar de la mano derecha y el dedo gordo del pie derecho.

    15. Tomará luego un poco del log de aceite y lo echará en la palma de su mano izquierda;

    16. mojará un dedo de su mano derecha en el aceite que tiene en la palma de su izquierda y hará con el dedo siete aspersiones de aceite delante de Yahveh.

    17. Con el aceite que le quede en la palma de la mano untará el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, el dedo pulgar de su mano derecha y el dedo gordo de su pie derecho, encima de las partes antes untadas con la sangre de la víctima de reparación.

    18. El sacerdote pondrá el aceite que todavía le quede en la palma de la mano sobre la cabeza del que ha de purificarse y celebrará el rito de la expiación por él ante Yahveh.

    19. Después el sacerdote hará el sacrificio por el pecado y expiará por la impureza del que se purifica. A continuación inmolará el holocausto;

    20. ofrecerá sobre el altar el holocausto y la oblación, hará la expiación por el que se purifica, y éste quedará limpio.

    21. Si el enfermo es pobre y no dispone de suficientes recursos para todo esto, tomará solamente un cordero para el sacrificio de reparación por el rito del balanceo para su expiación personal y, además, como oblación, un décimo de flor de harina amasada con aceite, un log de aceite

    22. y un par de tórtolas o dos pichones, según sus posibilidades, uno como víctima expiatoria y el otro para el holocausto.

    23. El día octavo lo presentará todo al sacerdote para su purificación, a la entrada de la tienda del encuentro, delante de Yahveh.

    24. Tomará el sacerdote el cordero del sacrificio de reparación y el log de aceite y los mecerá con el rito del balanceo delante de Yahveh.

    25. Después inmolará el cordero del sacrificio de reparación; tomará sangre de este sacrificio y untará con ella el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, el dedo pulgar de su mano derecha y el dedo gordo del pie derecho.

    26. El sacerdote se echará aceite en la palma de la mano izquierda

    27. y con un dedo de su mano derecha hará siete aspersiones con el aceite que tiene en la palma de su mano izquierda delante de Yahveh.

    28. Con el aceite que tiene en su mano untará el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, el dedo pulgar de su mano derecha y el dedo gordo de su pie derecho, encima de las partes antes untadas con la sangre de la víctima de reparación.

    29. El sacerdote pondrá el aceite que todavía le quede en la palma de la mano sobre la cabeza del que ha de purificarse y celebrará el rito de la expiación por él ante Yahveh.

    30. Después, con una de las tórtolas o uno de los pichones que el oferente pudo conseguir, ofrecerá el sacerdote

    31. un sacrificio por el pecado; y con el otro, un holocausto, además de la oblación. El sacerdote hará la expiación ante Yahveh por el que se purifica.

    32. Ésta es la ley para el que tiene llaga de lepra, pero no dispone de medios para procurarse lo prescrito para la purificación".

    33. Habló Yahveh a Moisés y Aarón diciéndoles:

    34. "Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán que os he de dar en propiedad, si yo mando manchas de lepra a una casa del país que poseeréis,

    35. el dueño de la casa irá a comunicarlo al sacerdote diciéndole: "He notado en mi casa algo así como mancha de lepra".

    36. Antes de ir a examinar la mancha, el sacerdote mandará desalojar la casa, para que no se contamine cuanto hay en ella. Después, irá a inspeccionar la casa

    37. y examinará la mancha. Si en las paredes de la casa descubre cavidades verdosas o rojizas, y éstas aparecen hundidas en la pared,

    38. el sacerdote saldrá fuera, a la entrada de la casa, y la cerrará por siete días.

    39. Al séptimo día volverá el sacerdote para hacer una nueva inspección. Si la mancha se ha extendido por la pared,

    40. dará orden de quitar las piedras sobre las que aparece la mancha y hará que sean arrojadas fuera de la ciudad en un lugar impuro.

    41. Después hará raspar el interior de la casa, todo alrededor, y se arrojará fuera de la ciudad, en un lugar impuro, el polvo de las raspaduras.

    42. Se tomarán otras piedras, que se colocarán en lugar de las que fueron quitadas; luego la casa se encalará de nuevo.

    43. Si la mancha reaparece y se propaga en la casa después de quitadas las piedras y de haberla raspado y encalado de nuevo,

    44. el sacerdote irá y la examinará. Si, en efecto, la mancha se ha extendido por la casa, es señal de que hay en ella lepra corrosiva; es impura.

    45. Entonces se demolerá la casa; y sus piedras, su maderamen y todo el mortero de la casa se llevará fuera de la ciudad a un lugar impuro.

    46. Quien hubiese entrado en la casa durante el tiempo en que estuvo cerrada será impuro hasta la tarde.

    47. Quien hubiere dormido en ella lavará sus vestidos; y hará lo mismo el que hubiere comido en ella.

    48. Pero si, al entrar, el sacerdote ve que la mancha no se ha extendido por la casa después de haberla encalado de nuevo, la declarará pura, pues la lepra se ha curado.

    49. Para el rito de expiación por la casa tomará el sacerdote dos avecillas, madera de cedro, púrpura escarlata e hisopo;

    50. e inmolará una de las aves sobre una vasija de barro encima de agua corriente.

    51. Tomará después la madera de cedro, el hisopo y la púrpura escarlata y el ave viva y lo mojará todo en la sangre del ave inmolada sobre el agua corriente, y rociará la casa siete veces.

    52. De esta manera hará expiación por la casa con la sangre del ave, el agua corriente, el ave viva, la madera de cedro, el hisopo y la púrpura escarlata.

    53. Luego soltará el ave viva fuera de la ciudad, en pleno campo. Así hará expiación por la casa, y ésta quedará limpia.

    54. Tal es la ley para toda mancha de lepra y de tiña,

    55. para la lepra de los vestidos y de la casa,

    56. para los tumores, pústulas y manchas,

    57. y para dar a conocer cuándo una cosa es impura y cuando es pura. Ésta es la ley de la lepra".