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miércoles, julio 17, 2024
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    Marcos 6 - Serafín de Ausejo 1975

    Jesús en Nazaret

    1. Salió de allí. Se va a su tierra y le acompañan sus discípulos.

    2. Llegado el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; los numerosos oyentes estaban sorprendidos y decían: "¿Pero de dónde le vienen a éste tales cosas, qué sabiduría es ésa que le ha sido dada y esos grandes prodigios realizados por sus manos?

    3. ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, y hermano de Santiago y de José, de Judas y de Simón? ¿Y no viven sus hermanas aquí entre nosotros?". Y les parecía escandaloso.

    4. Entonces Jesús les decía: "A un profeta sólo lo desprecian en su tierra, entre sus parientes y en su casa".

    5. No pudo, pues, hacer allí milagro alguno, fuera de curar a unos pocos enfermos imponiéndoles las manos.

    6. Y quedó extrañado de aquella incredulidad. Recorría las aldeas circunvecinas enseñando.

    Misión de los doce discípulos

    7. Convoca a los Doce, y los fue enviando de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros.

    8. Les mandó que, fuera de un sólo bastón, nada tomaran para el camino: ni pan, ni alforja, ni moneda de cobre en el cinturón,

    9. sino: "Id calzados con sandalias, pero no os pongáis dos túnicas".

    10. También les advertía: "Cuando hayáis entrado en una casa, seguid alojados en ella hasta que tengáis que partir de allí.

    11. Y si algún lugar no os recibe, ni quieren escucharos, retiraos de allí y sacudid el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos".

    12. Partieron, pues, a predicar para que se convirtieran.

    13. Expulsaron muchos demonios, ungieron con aceite a muchos enfermos y hacían curaciones.

    Muerte de Juan el Bautista

    14. Oyó hablar el rey Herodes de Jesús, pues su nombre se había hecho célebre, y se decía: "Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos; por eso acontecen en él esos milagros".

    15. Pero otros decían: "Es Elías". Otros, en cambio: "Es un profeta, como uno de los demás profetas".

    16. Cuando esto llegó a oídos de Herodes, decía: "Éste es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado".

    17. Efectivamente, el propio Herodes había mandado arrestar a Juan y lo había encadenado en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de su hermano Filipo, con la cual se había casado.

    18. Pues Juan le decía a Herodes: "No te es lícito tener la mujer de tu hermano".

    19. Por ello Herodías lo odiaba y quería matarlo, pero no podía,

    20. porque Herodes sentía respeto por Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y procuraba resguardarlo; cuando lo oía, quedaba muy perplejo, aunque lo escuchaba con gusto.

    21. Pero llegó el momento oportuno cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a los grandes de su corte, a los jefes militares y a los principales personajes de Galilea.

    22. Entró la hija de la tal Herodías, se puso a bailar y agradó a Herodes y a los comensales. Entonces el rey dijo a la muchacha: "Pídeme lo que quieras, que te lo daré".

    23. Y le añadió bajo juramento: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".

    24. Salió ella y preguntó a su madre: "¿Qué pido?". Ella contestó: "La cabeza de Juan el Bautista".

    25. En seguida entró la muchacha a toda prisa ante el rey y le hizo esta petición: "Quiero que me des ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista".

    26. El rey se puso muy triste; pero, por los juramentos y los comensales, no se atrevió a faltarle a su palabra.

    27. Inmediatamente mandó a un guardia con la orden de traer la cabeza de Juan. El guardia fue, lo decapitó en la cárcel,

    28. trajo la cabeza en una bandeja y se la dio a la muchacha; y la muchacha, se la entregó a su madre.

    29. Cuando los discípulos de Juan lo supieron fueron a recoger el cadáver y lo pusieron en un sepulcro.

    Alimentación de los cinco mil

    30. Volvieron a reunirse los apóstoles en torno a Jesús, y le refirieron todo lo que habían hecho y enseñado.

    31. Él les dice: "Venid también vosotros aparte, a un lugar apartado, y descansad un poco". Pues eran tantos los que iban y venían, que ni para comer tenían tiempo.

    32. Se fueron, pues, a solas, en la barca a un lugar apartado.

    33. Pero muchos los vieron partir y se dieron cuenta del rumbo; entonces, acudieron allá, por tierra, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos.

    34. Al desembarcar y ver Jesús a tanta gente, sintió compasión por ellos, pues andaban como ovejas sin pastor; y se puso a instruirlos largamente.

    35. Pero, haciéndose ya muy tarde, se le acercan sus discípulos y le dicen: "Esto es un despoblado y la hora es ya muy avanzada.

    36. Despídelos, para que vayan a los caseríos y aldeas del contorno a comprarse algo que comer".

    37. Pero él les respondió: "Dadles vosotros de comer". Ellos le replican: "¿Pero vamos a ir nosotros a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?".

    38. Él les pregunta: "¿Cuántos panes tenéis? Id a verlo". Y después de averiguarlo, le dicen: "Cinco, y dos peces".

    39. Entonces les mandó que hicieran sentarse a todos por grupos sobre la hierba verde.

    40. Y se sentaron por grupos de cien en cien y de cincuenta en cincuenta.

    41. Y tomando los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, dijo la bendición, partió los panes y se los iba dando a los discípulos, para que los sirvieran a la multitud: igualmente dio a repartir los dos peces entre todos.

    42. Todos comieron hasta quedar saciados.

    43. Y recogieron doce canastos llenos con las sobras de los panes y de los peces.

    44. Los que comieron de los panes eran cinco mil hombres.

    Jesús anda sobre el mar

    45. Inmediatamente mandó a sus discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que él a la otra orilla, hacia Betsaida, mientras que él despedía al pueblo.

    46. Después de despedirse de ellos, se retiró al monte para orar.

    47. Ya anochecido, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra.

    48. Y al verlos remar muy fatigados, pues el viento les era contrario, a eso de la cuarta vigilia de la noche, viene hacia ellos caminando sobre el mar; e hizo ademán de pasar adelante.

    49. Ellos, al verlo caminar sobre el mar, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar;

    50. pues todos lo habían visto y se sobresaltaron. Pero él habló en seguida con ellos diciéndoles: "¡Ánimo! Soy yo. No tengáis miedo".

    51. Subió entonces con ellos a la barca, y el viento amainó. Pero ellos se quedaron más asombrados aún;

    52. pues tenían la mente obtusa y no habían comprendido el milagro de los panes.

    Jesús sana a los enfermos en Genesaret

    53. Terminada la travesía, arribaron a la costa de Genesaret y atracaron.

    54. Apenas salieron ellos de la barca, la gente, que lo reconoció en seguida,

    55. recorrió toda aquella región y se pusieron a traerle los enfermos en sus camillas allí donde oían que se encontraba.

    56. Y adondequiera que llegaba, aldeas o ciudades o caseríos, colocaban a los enfermos en las plazas, y le rogaban que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto; y cuantos lograban tocarlo, todos sanaban.