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miércoles, julio 17, 2024
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    Mateo 7 - Serafín de Ausejo 1975

    El juzgar a los demás

    1. No juzguéis y no seréis juzgados;

    2. porque tal como juzguéis seréis juzgados, y tal como midáis seréis medidos.

    3. ¿Por qué te pones a mirar la paja en el ojo de tu hermano y no te fijas en la viga que tienes en el tuyo?

    4. ¿O cómo eres capaz de decirle a tu hermano: deja que te saque la paja del ojo, cuando tienes tú una viga en el tuyo?

    5. ¡Hipócrita! Sácate primero la viga del ojo, y entonces verás claro para poder sacar la paja del ojo de tu hermano.

    6. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen con sus patas y luego se revuelvan y os despedacen a mordiscos.

    La oración, y la regla de oro

    7. Pedid y os darán; buscad y encontraréis; llamad y os abrirán.

    8. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, le abren.

    9. ¿O es que alguno de vosotros, si su hijo le pide pan, le da una piedra?

    10. ¿O si le pide pescado, le da una serpiente?

    11. Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar a vuestros hijos cosas buenas, ¿con cuánta más razón vuestro Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le piden?

    12. Por eso, todo cuanto deseéis que os hagan los hombres, hacedlo también vosotros con ellos. Porque ésta es la ley y los profetas.

    La puerta estrecha

    13. Entrad por la puerta estrecha; que es ancha [la puerta] y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella;

    14. y es estrecha la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y son pocos los que dan con ella.

    Por sus frutos los conoceréis

    15. Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.

    16. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso de los espinos se cosechan uvas, o de los cardos higos?

    17. Así, todo árbol bueno da frutos buenos, y el árbol podrido da frutos malos.

    18. No puede un árbol bueno producir frutos malos, ni un árbol podrido producir frutos buenos.

    19. Todo árbol que no da fruto bueno es cortado y arrojado al fuego.

    20. Así, pues, por sus frutos los conoceréis.

    Nunca os conocí

    21. No todo el que me dice: "¡Señor, Señor!", entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

    22. Muchos me dirán en aquel día: "¡Señor, Señor!"¿No profetizamos en tu nombre, y en tu nombre arrojamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos prodigios?

    23. Pero entonces yo les diré abiertamente: "Jamás os conocí, apartaos de mí, fautores de maldad ".

    Los dos cimientos

    24. En resumen, todo aquel que oye estas palabras mías y las pone en práctica se parecerá al hombre sensato que construyó su casa sobre la roca.

    25. Cayó la lluvia, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y dieron contra la casa aquella; pero no se derrumbó, porque estaba cimentada sobre la roca.

    26. Y todo aquel que oye estas palabras mías pero no las pone en práctica, se parecerá al hombre insensato que construyó su casa sobre la arena.

    27. Cayó la lluvia, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y batieron contra la casa aquella; se derrumbó, y su ruina fue completa.

    28. Cuando acabó Jesús estos discursos, la gente se quedó maravillada de su manera de enseñar;

    29. porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.